Blind Guardian – Tokyo Tales: 30 años del fin de la primera etapa del Guardián Ciego en forma de disco en directo

Ficha técnica

Publicado el 22 de marzo de 1993
Discográfica: Virgin Records
 
Componentes:
Hansi Kürsch - Voz, bajo
André Olbrich - Guitarra
Marcus Siepen - Guitarra
Thomas "Thomen" Stauch - Batería
Marc Zee - Teclados

Temas

1. Inquisition (0:47)
2. Banish From Sanctuary (6:03)
3. Journey Through the Dark (5:12)
4. Traveler in Time (6:32)
5. The Quest for Tanelorn (6:03)
6. Goodbye My Friend (6:28)
7. Time What Is Time (6:42)
8. Majesty (7:48)
9. Valhalla (6:08)
10. Welcome to Dying (5:56)
11. Lost in the Twilight Hall (7:46)
12. Barbara Ann (2:56)

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Primer disco en directo de Blind Guardian y la demostración palpable de que el grupo estaba en una forma increíble y que se avecinaban cosas realmente grandes. Un poco este Tokyo Tales, grabado en Tokio, capital nipona, suponía el fin de una etapa brillante de cuatro discos enormes. Es también el fin de la etapa en la que Hansi Kürsch tocaba el bajo y cantaba. A partir de entonces se centraría en las voces mejorando muchísimo como vocalista y buscarían un bajista de sesión. Sus movimientos como frontman fueron realmente patosos, pero el caso es que muchos y muchas conocimos a Blind Guardian con un vocalista-bajista.

El Tokyo Tales es uno de esos discos fundamentales a los que uno tiene un amor especial por haberlo escuchado infinidad de veces. Me lo compré ya cuando el grupo había sacado el Imaginations From the Other Side (1995) y me hice con él a muy buen precio en Andorra. Escuché el disco tantas veces que me sé de memoria incluso las parrafadas de Hansi entre canción y canción y las reacciones del público. Recurrir a él ha sido un precioso viaje al pasado, pero… creo que de tanto escucharlo sería el último disco al que recurriría de Blind Guardian.

El disco

En la entrada con “Inquisition” ya puedes percibir al público ávido de ver al grupo en directo, con un griterío notable para ser Japón. El inicio con “Banish from Sanctuary” es gloria bendita, lo mejor del disco. El poder hacer brillar una canción tan fundamental como esta fue clave, y más con ese esmero y calidad que demuestran en los coros. No sé si hubo retoques posteriores, pero suena a excelencia.

“Journey Through the Dark” es presentada con la historia de Hansi diciendo que el grupo había venido en un vuelo nocturno, lo cual era un viaje a través de la oscuridad, aludiendo al tema. Los nipones reconocen la referencia y el público estalla de alegría. Maravillosos coros con unos Olbrich y Siepen en sendas guitarras y a velocidades endiabladas demostrando el altísimo nivel de directo que poseía el grupo en esos días.

En “Traveler in Time” entraríamos en conflicto y discusión por aquello de si supera o no lo que fue la versión en estudio. Aquí cabe destacar en sobremanera al gran “Thomen the Omen”, el añorado baterista clásico de los alemanes. Los temas a pesar de ser una mezcla de speed y power metal son realmente exigentes. Kursch a las cuatro cuerdas se defiende bien y cumple sin necesidad de buscar grandes lucimientos personales. Hansi vuelve a hablar con el público entre tema y tema, algo que queda muy especial y que, de verdad, no molesta.

Otra de las grandes inclusiones del disco, y que se ha ido diluyendo con el tiempo en los sets del grupo, es “The Quest for Tanelorn”, aquí acompañada por las palmas de los presentes. Posiblemente el contrapunto a la velocidad tirando de lo hímnico y bello. Para “Goodbye My Friend” el maestro de ceremonias pregunta si les apetece una canción rápida y… vuelven a bordarlo con un directo apabullante y el doble bombo de Thomen Stauch. Hansi está realmente expresivo a la hora de cantar, por lo que ya apuntaba que haría grandes cosas en piezas tan fundamentales como esta. No es una canción a la que recurran mucho y eso que es toda una maravilla.

Presentaban nuevo álbum, y con él, una de las canciones que les marcó el camino hacia su futura evolución: “Time What Is Time”. Se acercan ya a la perfección compositiva, los solos perfectamente integrados y las estructuras cambiantes. Maravillosos coros y un tapado Marc Zee a los teclados que tocaba como invitado y que tiene su solo dramático al fin de la composición. A todo ello Kalle Trapp está inmenso en tareas de producción consiguiendo un show mágico para el recuerdo.

El “Majesty” empezó en este disco a ser venerada hasta los topes y es un tema que siempre es demandado por toda la afición. Incluyen esa intro con el vals y desde este disco en directo que ya es absolutamente icónica con Trapp de protagonista. Píldora veloz y contundente de speed metal que con el tiempo ha quedado primeriza y tosca si la comparamos con lo que vino luego, pero la cual sus fans estiman por encima de todas las cosas. Pocas canciones hay más épicas que esta.

“Valhalla” a esas alturas ya tenía la categoría de clásico infaltable con esa maravillosa guitarra que acompaña el estribillo cantado por Hansi. Estamos ante una de las canciones definitivas del combo germano, y concluye con palmas acompañando a las dos guitarras soleando para que el vocalista lo borde. Afortunadamente aquí no hace cantar al público, cosa que siempre se me hacía muy cansina.

Empalman dos temas del Tales From the Twilight World (1990) como son “Welcome to Dying” y “Lost in the Twilight Hall”, dos piezas maestras que a esas alturas ya eran bienvenidas como merecían. Momentos realmente mágicos y mucha intensidad a manos de un grupo que se salía. La segunda me sigue pareciendo una de las cimas compositivas del power metal en general, aunque aquí no está Kai Hansen para cantar sus partes. Destaquemos el bajo de Hansi, muy alto de volumen y preciso.

Y la sorpresa relativa es la versión del “Barbara-Ann” (popularizada por The Beach Boys) y que nunca entendí que la llegaran a pasear tanto sobre los escenarios. La verdad es que la pude vivir en esos tiempos en directo y la gente se volvía literalmente loca, pero era algo muy fuera de lugar. No han vuelto a recurrir a ella, y me alegro.

Veredicto

Lo más increíble de este disco en directo es la no inclusión de “The Bard’s Song”, clásico infaltable que incomprensiblemente quedó fuera. Entiendo que la toma que tenían grabada no sería lo suficiente buena, pues en posteriores reediciones se llegó a incluir “Lord of the Rings”, lo cual no está nada mal. Recordemos que era un tema que presentaban entonces con el nuevo disco, actualmente es una de las maravillas más grandes que se puede vivir sobre un escenario con toda la gente cantando.

El disco terminaría entrando en las listas de ventas de Japón pues era esa época en la que para toda banda el hecho de conseguir tocar en el Imperio del Sol naciente y conseguir cierta repercusión era lo más. Gamma Ray, Rage y demás vieron un filón en el Extremo Oriente, y lo que darían el salto a mayores arenas fueron Blind Guardian puesto que lo mejor estaba por venir… Tokyo Tales es el fin de una era.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1367 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.