Ana Curra llena de nostalgia la sala Razzmatazz

No es algo que me ocurra a menudo pero este fin de semana he ido a dos conciertos y un servidor era de los más jóvenes de la sala. El viernes fue el de Mambo Jambo y el sábado el de Ana Curra. Puede parecer raro pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que cuando se publicó El acto (1982) yo tenía cuatro años y en mi clase, la clase de els Cucs recibíamos entusiasmado la visita de Naranjito. Después siempre he escuchado batallitas sobre Ana Curra, el punk de los 80, los piques entre la movida y la escena barcelonesa o el rock radical vasco y, por supuesto las canciones de Parálisis Permanente, que fueron pasando de generación en generación aunque no lo hubieses vivido en primera persona. Finalmente, hace seis años cuando Ana Curra decidió rememorar aquel primer disco de Parálisis Permanente y uno de sus conciertos se celebró en Barcelona, un servidor no pudo ir. En resumen, el pasado sábado me enfrentaba por primera vez a la diva del punk, si es que se pueden unir estas dos palabras en una misma frase.

Sin demasiada promoción Ana Curra logró una buena entrada en la sala mediana de can Razzmatazz y si los teloneros sirven para calentar el ambiente, la decisión de actuar solos parece que fue correcta ya que la salida a escena de los músicos, pero sobre todo Ana Curra fue suficiente para que la temperatura se elevara algunos grados.

La fiesta empezó en un ambiente muy oscuro en cuanto a la iluminación y a música con «Fundido a negro», un tema que se publicará en un futuro próximo, donde la protagonista de la noche lució una capa con capucha negra. La calma duró eso, una canción, ya que después vendría «El acto» y «Quiero ser tu perro» que iniciaron la locura en las primeras filas. Durante casi dos horas Ana Curra y los suyos, entre los que se encontraba el bajista de Parálisis Rafa Balmaseda, repasaron la gran cantidad de clásicos de los diferentes proyectos de Ana. Hubieron grandes momentos que quedarán marcados en la retina de los allí presentes con la versión de David Bowie «Heroes» recordando a los muertos de aquella generación, «Tengo un pasajero en mi cuerpo» o «Quiero ser una santa».

La verdad que el concierto superó mis expectativas con creces, ya que los revivals pueden ser muy chungos ya sea por la desconexión del momento actual con la época que se recuerda o por el estado de forma de los artistas. De lo primero no me atrevo a opinar, pero sobre el estado de forma, la presencia escénica, la voz y la garra de Ana Curra no hay reproche posible. Dos horas a un alto nivel, que se hicieron cortas y que acabaron con todo el público desgañitándose con «Adictos a la lujuria» y «Un día en Texas».

Willy

Maestro de Primaria de dia, curioso de la fotografía en sus ratos libres y amante de la música las 24 horas del día. Lleva seis años inmortalizando conciertos, ya sea a heavys cargados de tachuelas como a finos cantautores.