Yes – 90125: 40º Aniversario de su trabajo más comercial y exitoso

Ficha técnica

Publicado el 7 de noviembre de 1983
Discográfica: Atco Records
 
Componentes:
Jon Anderson – Voz
Trevor Rabin – Guitarra
Chris Squire – Bajo
Alan White – Batería
Tony Kaye – Teclados

Temas

1. Owner of a Lonely Heart (4:27)
2. Hold On (5:15)
3. It Can Happen (5:39)
4. Changes (6:16)
5. Cinema (2:09)
6. Leave It (4:10)
7. Our Song (4:16)
8. City of Love (4:48)
9. Hearts (7:34)

Multimedia




Escucha y compra

Este disco en Amazon: Yes – 90125: 40º Aniversario de su trabajo más comercial y exitoso
Todos los discos de Yes en Amazon


Corría el año 1981 cuando la banda progresiva Yes decidieron poner fin a su andadura por desavenencias entre sus miembros, tras la salida de su décimo trabajo en estudio, Drama (1980) y su posterior tour. Sin embargo, los músicos que formaban la sección rítmica de la banda, Chris Squire al bajo y Alan White a la batería, decidieron formar un nuevo proyecto llamado Cinema, junto a un nuevo guitarrista sudafricano que despuntaba en aquel momento, Trevor Rabin, que aportó múltiples ideas compositivas al combo. Para completar la formación, se hicieron con los servicios de un antiguo miembro de Yes, el teclista Tony Kaye, e incluso se intentó que otro ex vocalista de la banda tomara las riendas vocales, Trevor Horn, aunque aquello no cuajó y se le relegó al papel de productor del trabajo, que no es poco. Seguía vacante el rol de vocalista ya casi a la finalización del trabajo cuando de nuevo sonó el nombre de un ex miembro en el último minuto, en este caso, Jon Anderson. Por aquél entonces ya se dieron cuenta del poco sentido que tenía funcionar como Cinema, pues todos los miembros a excepción de uno estaban ligados a Yes y por ello decidieron continuar con su nombre primigenio.

Como resultado de este nuevo arranque de la banda Yes nació 90125 (1983), un disco en el que se abrazan las tendencias pop de la época y, por lo tanto, mucho más orientado hacia la comercialidad, inducido en gran parte por las demos aportadas por el único nuevo miembro, Trevor Rabin. Y la cosa les salió de maravilla. Tanto que aun en la actualidad, 90125 sigue siendo el disco más vendido de Yes. Y es que no es para menos, ya que si en algo destaca este trabajo es en su capacidad de transformar música elaborada en algo asequible para cualquier tipo de oído. Sus melodías perduran en la memoria colectiva gracias, en parte, a la buena promoción que se le dio en su día y por supuesto a su excelsa calidad. Trata de preguntar a cualquier ser humano por un tema de Yes y la respuesta inmediata será “Owner of a Lonely Heart”, tema que da el pistoletazo de salida a 90125 (título que, por cierto, responde al número de catálogo que tenía la banda dentro de la discográfica Atco) y que se ofreció como primer sencillo. Este tema se ha convertido de manera indiscutible en el hit mayor que ha conseguido nunca Yes, catapultando a 90125 al éxito mundial.

“Owner of a Lonely Heart” alcanzó los puestos número uno en infinidad de países y tanto se escuchó en televisión y radio como incluso en discotecas y he aquí donde radica su grandeza, en esa capacidad de hacer algo comercial con una enorme calidad. Antológico es el riff de este tema, que tanto lo reproduce la guitarra como el bajo en distintos momentos del tema. Jon Anderson es otro de los grandes aciertos de 90125, pues su dulce voz cantando en agudas tesituras es irresistible y si a ello le sumas la armonización de las distintas voces corales, el resultado a nivel vocal es simplemente impresionante. Para darnos cuenta del enorme abanico de posibilidades que nos brinda este trabajo vocal perpetrado por Yes, no hay más que pasar al siguiente tema, “Hold On”, donde la tríada AndersonSquireRabin están sublimes cantando al unísono en gran parte del mismo y llevándose el absoluto protagonismo. “It Can Happen” a continuación fue el tercero de los sencillos de 90125, y aquí entrevemos un poco más las raíces progresivas de la banda, pues se suceden diversos cambios estilísticos dentro del mismo tema. De ritmo más suave que sus predecesoras, cabe destacar la sorpresiva presencia de un sitar, la línea de bajo de Chris Squire y unos teclados que están enormes consiguiendo crear atmósferas distintas. De nuevo el tratamiento vocal, AndersonSquire en este caso, cuidado al máximo, nos regala un gran estribillo difícil de sacarse de la cabeza.

Una potente sección rítmica llena de intrincados cambios nos introduce “Changes” así como nos despide de él de igual manera, un tema de nuevo de aire progresivo, que acaba resultando una especie de balada contrastada cantada por Rabin en sus estrofas principales e inicio del puente y por Anderson en su estribillo y final del puente. “Cinema” es el homenaje instrumental de poco más de dos minutos a la etapa inicial de este proyecto de banda que no vio la luz (llamada igualmente Cinema) e integrada tan solo por Rabin, Squire, White y Kaye y del cual dejaron constancia con la inclusión de este pequeño extracto grabado en directo. Maravilloso es el tramo introductorio a cappella de “Leave It”, segundo de los sencillos del álbum que les valió un premio Grammy. No contentos con esa intro, esas voces espectaculares van jugando entre ellas durante todo el tema, haciéndonos casi olvidar del resto de la instrumentación, que sigue ahí pero apenas como excusa para que ellas destaquen. “Our Song” parece un tema más AOR que sus predecesores gracias a unos teclados omnipresentes muy comerciales, y las bonitas melodías vocales de Anderson. Inquietante suena “City of Love” en uno de los inicios más rockeros de este disco, un tema menos complejo a priori (pues se repite hasta la saciedad su ritmo machacón y riff inicial) pero que esconde sus pequeños detalles interesantes, como es su estribillo a múltiples voces pegajoso al máximo.

Despedimos 90125 con “Hearts”, toda una obra de arte a nivel vocal que contiene cierto regusto oriental. Gracias a su larga duración de más de siete minutos, el desarrollo de las armonías vocales da mucho juego, pues no hay limitaciones temporales y permite que puedan desplegarse a su antojo. Y ya que estamos en modo despedida, se reserva un pequeño espacio para que tanto la guitarra como el teclado puedan regalarnos sus respectivos solos y recordarnos que ellos también han estado ahí todo el tiempo a lo largo y ancho del trabajo, regalándonos su maestría y consiguiendo elevar los temas a otro nivel.

90125 es una auténtica maravilla de principio a fin, que, si en su día te perdiste, vale la pena recuperar y disfrutar de inicio a fin, pues ni le sobra ni le falta una sola nota. La comercialidad no tiene porqué estar reñida con la calidad y prueba de ello es lo conseguido por este 90125, el trabajo que derribó muchas paredes e hizo que la música de Yes llegara al mainstream.

Fotografía: Ebet Roberts/Redferns
Avatar
Sobre Susana Masanés 138 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!