Night Demon – Outsider

Sinceros, sencillos, efectivos y hechizantes. Night Demon se están empeñando en demostrarnos que son una agrupación especial y lo hacen con su tercer disco oficial, a pesar de que cada cierto tiempo ofrecen carnaza nueva en forma de EP’s, singles, discos de versiones y demás. ¡Pero sí! Aunque no lo parezca, este es su tercer disco completo. Y si creías que toda la vida la iban a dedicar a replicar el sonido clásico de la NWOBHM, en Outsider vas a tener sorpresas muy grandes…

Lo más sorprendente es que el grupo se haya atrevido a trabajarse un disco conceptual a sabiendas de que no les gusta lo de alargar mucho las canciones ni el minutaje de los álbumes. Me parece de lo más inspirado que ha ofrecido el grupo y hay una voluntad clara por parte del trío de Ventura (California) de ir más allá de lo previsible. Las películas de terror han sido la fuente de inspiración, aunque después abordan sentimientos más personales. Digamos que en cuanto a temática no es lo más rompedor que se ha visto.

La intro de rigor “Prelude”, sencilla y efectiva, nos lleva en volandas hacia “Outsider”, un tema fantástico y muy definitorio de lo que es el grupo y de lo que se espera de él. El ramalazo a Thin Lizzy que tanto adoramos está presente, como tiene que ser. Un tema que huele a clásico. Por otro lado, “Obsidian”, tiene los juegos típicos de la NWOBHM y los solos doblados de guitarra

Temple y sencillez en esa especie de balada pesada titulada “Beyond the Grave”, reposando sobre el bajo profundo de un Jarvis Leatherby muy entonado, tanto a las cuatro cuerdas como a la hora de cantar. Los coros le ponen ese algo especial, con esas voces dobladas y esa crudeza y simpleza (aparente) con la que facturan grandes canciones sin necesitar muchos aspavientos ni trucos. El tramo final del tema, que se eleva más allá de los seis minutos, es mucho más contundente y con retazos de velocidad. Muy conseguidos

“Escape From Beyond” es un tema a medio tiempo en el que destaca la guitara acústica de Armand John Anthony que viste el tema y le da un aire épico importante. Y ojo porque a partir de aquí empezamos con las sorpresas mayúsculas… No esperaba que el grupo fuera capaz de grabar algo tan grande y diferente como “A Wake”, pues nos vamos mucho más allá de los referentes metálicos. Esta bella balada absolutamente desnuda y desprovista de (casi) instrumentos en su primera vuelta, se acerca a Red Hot Chili Peppers, y aunque parezca mentira… Y les sale de maravilla.

Encadenada a esta pieza maestra elevan la apuesta y se atreven con una canción más ambiciosa aún que lleva el nombre de “The Wrath” y que sube hasta los más de siete minutos. Aquí sí que hay mucha electricidad, pero los tempos son pausados y yo la ubicaría cercana a esos maravillosos discos de Scorpions de los 70 con Uli Jon Roth de líder. Gran papel de Dusty Squires tras los parches y grandes dosis de guitarras dobladas.

Hay un tema extra como bonus titulado “The Last Day” y un poco es el tema prototípico del grupo, sonando casi a speed metal con todas las de la ley. Sonido 100% analógico, efectivo estribillo y línea de bajo muy trabajada para acompañar el riff y los fraseos constantes de Armand.

Otro paso más en la buena dirección además de la demostración palpable de que hay hueco para el heavy metal tradicional de raíces. Night Demon se aúpan como buenos punta de lanza del estilo, ese que reivindica a Thin Lizzy por encima de todo y que llega hasta la NWOBHM. La gracia de Outsider es que esta vez el grupo pone tierra de por medio y no se cierra a experimentar hacia terrenos desconocidos para ellos, unos terrenos que les dan personalidad y que les acercan hacia un sonido propio… Veremos cómo se lo toman sus fans más puristas.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.