Crónica y fotos del concierto de El Altar del Holocausto - La Boite (Lleida), 6 de mayo de 2023

La fe en la música resurge con El Altar del Holocausto

Datos del Concierto

Bandas:
El Altar del Holocausto
 
Fecha: 6 de mayo de 2023
Lugar: La Boite (Lleida)
Promotora: La Boite
Asistencia aproximada: 60 personas

Fotos

Fotos por Oriol Cárceles

Más que curiosidad tenía por comprobar las prestaciones en directo de El Altar del Holocausto. Si en grabación su propuesta funciona y además de una mezcla de estilos casi adictiva crea una atmósfera muy personal, comprobar en directo si son capaces de generar las mismas sensaciones era un aliciente más que apetitoso. Hacerlo además en la cercanía de una sala pequeña con los músicos a un metro de ti incrementa el atractivo, y es que cada vez uno está más convencido que no hay mejor manera de disfrutar de la música. Esto no se consigue en un estadio.

El trayecto hasta la sala se acompañó de una ligera lluvia, que tanta falta hace… ¿traerá la banda además el beneplácito del Todopoderoso que se apiada de su prole tan faltada del líquido elemento? Bromas aparte, no cabía esperar grandes aglomeraciones, ni para acceder ni en el concierto. Ya de entrada se programó en una de las salas más pequeñas de la ciudad y la misma idiosincrasia de la banda hace que solo los muy iniciados, seguidores, o ávidos de descubrir nuevas sonoridades se interesen por la propuesta. De entrada y observando el montaje, la cosa se mostraba bastante más sencilla que en la mayoría de ocasiones. La propuesta instrumental hace que los micrófonos tan solo sean utilizados para sonorizar amplificadores de guitarra y batería. Por cierto, esta última con menos elementos de los que tenemos acostumbrados. Se limitaba a bombo, caja, charles, dos goliats y tres platos. Se demostró que más que suficiente. Fuera de cualquier artificio que hoy día podemos ver como cabezales tipo kemper o demás. Amplificadores de toda la vida microfonados, eso sí, con un ámplio repertorio de pedales… incluso en el bajo. Para culminar la puesta en escena, un telón de fondo con el nombre del grupo y una inscripción en la parte superior que rezaba: «Again I say to you, it is easier for a Camel to go through the eye of needle, than for a rich man to enter the Kingdom of God«, extracto de la Biblia, Mateo 19-24 «Una vez más les digo, que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el reino de Dios«. Lo de la homilía era por algo…

Entre los asistentes flotaba la pregunta de si la banda mantendría el misticismo que se les acredita y ocultarían sus rostros en todo momento o por el contrario, dada la reducidas dimensiones del local y la casi ausencia de camerinos, veríamos en algún momento la identidad de los miembros. Nada de eso. Sonó una intro y de pronto vimos descender del piso superior de la sala al grupo, ya en sus atuendos. En ese momento recordé una pequeñísima estancia en la parte superior que debían haber utilizado. Subieron al escenario y empezó el concierto con «Amenra», mostrando ya claramente que tendríamos representación de toda su discografía.

Durante todo el concierto la iluminación fue roja, fija, ningún otro color o intensidad. Los recursos tampoco abundan en este sentido en la sala pero algo más se podía hacer. Claramente predeterminado. Tan solo una habitual niebla acompañó esta puesta en escena que la verdad hizo que la maquinita responsable, tan habitual en cualquier escenario, tuviera poca tregua. Sonido pulcro que dejó escuchar con detalle cada instrumento. Ciertamente ayudó que, por las características del lugar, los mismos amplificadores del grupo tienen un papel en ello sobre todo si te encuentras en las primeras filas.

El grupo enlaza las piezas prácticamente sin descanso, tan solo en algún caso la parada sirve para los efusivos aplausos del personal y aprovechan para comprobar afinaciones. Solo se nos dirigen con gestos aunque ellos no paran de moverse y animar. Caen «Ballena» y «Resurrectionem», así como «Caridad», estas últimas para mí dos de sus mejores piezas. Vale la pena destacar como en partes lentas, como las que ofrece esta última, los golpes de caja vienen resaltados por una ligera distorsión alargada mediante un eco, así como también la distorsión es un recurso utilizado para el bajo en las partes más guitarreras.

No dejan de pedir participación con palmas en las partes que son susceptibles de ser acompañadas por ellas. Y es que, musicalmente, la amalgama de estilos es apabullante. Desde partes doom abusando de la cuerda del Mi alargando la nota, melodías pop que enlazan con solos llenos de esperanza y casi felicidad hasta una cadencia cercana al prog. Incluso en determinados temas que empiezan lentos y sutiles piden silencio a un grupo de ruidosos del fondo. Deliciosa «Crvcis» con ese insistente bajo marcando constantemente, por cierto, bajista que no cesaba de pedir a los presentes proximidad con el escenario. Nadie podía parar de moverse con temas como «Y nostalgia», «Esperanza» o «Doom». En ese momento sorprende una grabación distorsionada como si el mismo Dios nos dirigiese la palabra dando las gracias por dar apoyo a la música y alentándonos a recordar la homilía que estábamos viviendo.

Las sorpresas no se habían acabado ya que en ese momento uno de los guitarras baja entre el público para dividirnos en dos para en la parte contundente de «De euforia» provocar un wall of death. Nos encaminábamos al final y sonó «El que es bueno, es libre a​ú​n cuando sea esclavo; El que es malo, es esclavo aunque sea rey» con ese majestuoso inicio en in crescendo hasta que asaltan las guitarras. «Lucas I» fue la última. Enigmática, oscura y embriagadora. Justo al final nos mostraron el reverso de una guitarra en donde una inscripción rezaba «Amen sin tilde», expresión que utilizan a menudo y que intuyo puede referirse a un proyecto existente para dar una nueva vida a personas sin hogar.

Lo visto esta noche de sábado no deja lugar a dudas que por muy ateo que te tengas, será difícil que no caigas en el adoctrinamiento de una banda que por el momento está jugando muy bien sus cartas, sea en grabación o directos. Si a ello le sumamos la mística de la que se están envolviendo muy buenas cosas están por darnos. Toda una muestra de como la MÚSICA con mayúsculas puede encandilar, seducir, reunir y provocar sentimientos. ¡Memorable!

Avatar
Sobre Albert Perera 88 Artículos
Live After Death tuvo la culpa de todo y tantos años después aquí seguimos. Si hay algo que me gusta más que escuchar música es hablar sobre ella y difundirla... y en ello estamos durante más de dos décadas.