Gravity Fields – Disruption

Nuestra Nota


8.75 / 10

Ficha técnica

Publicado el 21 de abril de 2023
Discográfica: RedPhone Records
 
Componentes:
Jordi Prats - Guitarra
Toni Munné - Bajo
Alex Ojea - Batería
Jordi Amela - Teclados

Temas

1. Rage (5:28)
2. Mutants (4:35)
3. The Escape (4:38)
4. Coyote (6:15)
5. Saturno Park (5:11)
6. The Hard Core (4:44)
7. Gliders (5:34)
8. Detuned Love (4:03)
9. Ingravity (4:44)
10. Prime Time (4:26)
11. Transition (4:14)

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Disruption (2023) es la primera entrega de Gravity Fields, una formación en constante evolución. El título encaja para los miembros de una banda en constante búsqueda del cambio. Rock instrumental en mayúsculas con pinceladas de diferentes estilos, pero sin perder nunca el hilo argumental. Gravity Fields supone aparcar proyectos anteriores que funcionaban, como Harvest (esta vez sin la voz) o la respetada On the Raw. Jordi Prats a la guitarra, Àlex Ojea a la batería, Toni Munné al bajo y Jordi Amela a los teclados completan este atractivo proyecto.

Disruption apuesta por un sonido más fluido que en sus anteriores formaciones, pero sin renunciar en la exploración de harmonías elaboradas. Se trata de un trabajo que, sin llegar a ser conceptual, aborda de forma global la evolución humana y hacia dónde nos encaminamos en este preciso momento. “Rage” es una abertura valiente con una batería ultra procesada que capta nuestra atención. Sonidos sintéticos con base electrónica y melodía con tintes apoteósicos que marcan la línea del resto del trabajo. El bajo distorsionado tiene en este tema una importancia vital con un groove constante que eriza la piel.

“Mutants” aborda, con un funk sutilmente alegre, un tema con riffs que nos recuerdan el paso por la feria decadente de la vida. Pinceladas de frases, a simple vista sencillas acompañadas de sólidas bases que flirtean a veces con la fusión, el rock o el funk de forma claramente intencionada.

“The Escape” nos conduce a parajes más amenazadores. Bases electrónicas se conjuntan con ritmos orgánicos de forma casi instintiva. De forma natural, la banda amalgama una serie de estilos de fácil escucha pero con una profundidad vertiginosa.

“Coyote”, con una apertura jazz clásica a los teclados, Amela nos recuerda su fase más jazzíe de los previos On the Raw, directo y atractivo, pero con grandes dosis de energía. Se compaginan sonidos sintéticos con teclados de piano y guitarras que flirtean entre el Santana más clásico y riff más proggies dignos de un Roine Stold más floreado.

El sonido de “Saturno Park” nos remite a lugares más lúdicos, homenajeando al histórico parque de atracciones que se situó en el par de la Ciutadella de Barcelona entre 1911 y 1921. Como la ilustración que el propio autor nos regala en el libreto interior, saboreamos una imagen con reminiscencias de más de un siglo con aromas y tintes modernos. La belleza de la decrepitud pasada con el filtro de la IA futura.

“The Hard Core” es el tema más rockero del disco. Los riffs de guitarra, bajo y órgano Hammond se suceden, se balancean y transitan entre pasajes oscuros y brillantes con una facilidad pasmosa. El bajo de “Gliders” calma el paso y nos pasea por un tema elegante con una melodía que permite relajarnos en pasajes placenteros. Le sigue, “Detuned Love”, con harmonías sorprendentes que necesitan un par de escuchas para ser interpretadas pero que cobran toda la lógica a menudo que avanza el tema.

“Ingravity” es una muestra de como estos campos gravitatorios han bebido del rock progresivo pero que, sin renunciar a sus bases inspiracionales, intentan separarse de la etiqueta. “Prime Time” incorpora flauta y saxo de la mano de Pep Espasa, también miembro de On the Raw, convirtiendo el tema en un puente con el proyecto anterior.

Cerrando el disco, quizás el tema más sorprendente por lo que nos tienen habituado estos músicos. “Transition” cierra el trabajo con el uso de la electrónica de forma desacomplejada en la primera parte del tema, con una melodía casi a modo de himno que nos conduce a un desenlace. No queda claro si el humano se convierte en robot o si son estos los que dejarán de tener las funciones de las que les estamos alimentando.

Con una producción impecable y limpia, virtuosismo dosificado y meticulosamente utilizado, con Gravity Fields descubrimos una banda equilibrada, donde todos los instrumentos tienen el peso necesario para formar temas redondos, donde cada instrumento sobresale del resto pero no hay ninguno que domine a los demás. Difícil equilibrio que sólo las bandas más compenetradas pueden conseguir.