Entrevista a Álex «El Animal» González, batería de Maná y De La Tierra: ‘Muchas de las grandes bandas de la historia del rock duro y el heavy metal consiguieron el verdadero éxito con las canciones lentas, las baladas’

Es un auténtico placer el hecho de poder entrevistar al gran batería de Maná Álex González quien también está en una grandiosa agrupación llamada De La Tierra en la que comparte protagonismo con a Andreas Kisser de Sepultura, Andrés Giménez de A.N.I.M.A.L. y a Harold Hopkins de Puya. Llevan ya dos discos y editaron hace ya algunos meses una canción en clave balada que pone los pelos de punta y nos muestra otra cara de De La Tierra.

En esta banda hay hardcore, hay heavy metal y el grupo posee entre sus muchos logros el haber teloneado a Metallica incluso. Posiblemente sean bastante mas conocidos en latitudes americanas que en Europa, pero a base de trabajo y haciendo las cosas bien hechas van avanzando terreno. Por mucho que para todo metalhead Maná no sean una de sus bandas favoritas, Álex González, apodado “El Animal”, siempre ha sido un tipo que no ha escondido su amor absoluto hacia el heavy metal en todas sus vertientes. Excelente charla con la que podíamos ver de fondo su enorme cantidad de Grammys y discos de oro.

Hola, Álex. En mi opinión personal creo que la balada “Distintos” es algo que puede llegar a ser muy grande y os puede hacer ganar mucho público. ¿Consideráis que hay potencial para que este tema pueda llegar a ser un clásico?

Muchas gracias. Si te pones a pensar un poco muchas de las grandes bandas de la historia del rock duro y el heavy metal consiguieron el verdadero éxito con las canciones lentas, las baladas. Estos temas son siempre los más populares y masivos. Con ella demostramos que De La Tierra no es un grupo limitado por estilos musicales. Somos allí cuatro mentes muy universales y escuchamos de todo. A mi por ejemplo me encanta el flamenco, el reggae, el heavy metal, lo alternativo, la salsa… Para mi música es música, y si de repente De la Tierra quiere hacer fusiones con música latina, española… pues adelante. Si te fijas en la guitarra de Andreas Kisser en “Distintos” hay influencia de la música clásica con algo de música española. Lo importante es hacer cosas que conecten con la gente y no tener miedo de decir eso de: “cuidado, eso se sale de nuestro estilo heavy metal”.

El nombre del grupo: De la Tierra. Me parece un homenaje a toda Suramérica. ¿Esta era vuestra intención?

La verdad es que es algo muy divertido pues cuando empezamos a buscar un nombre para el grupo siempre te vienen a la cabeza los tópicos del metal tipo: fuego, heavy… conceptos ya muy trillados y vistos en nombres de mil bandas. Fue a Andreas Kisser a quien se le ocurrió el nombre viendo que los miembros de la banda venían de diferentes partes de Latinoamérica, de la tierra… Es genial pues es una forma de decir que aquí hay diferentes personalidades de diferentes sitios. En Latinoamérica hay ciertas diferencias, pero en general somos todos los países son muy parecidos. Yo creo que quizá la diferencia más grande entre todos ellos es Brasil en el sentido de que ellos hablan portugués, pero al fin y al cabo, tienen los mismos problemas que el resto, comparten mismos ideales, sueños y esperanzas que el resto de Suramérica. Yo he tenido la oportunidad de viajar por toda Latinoamérica y el Caribe y me he dado cuenta que somos tan parecidos que somos un mismo continente casi. Nos vino muy bien este nombre y también el logo del grupo. Lo hizo un amigo de Andreas, un diseñador gráfico brasileño en el que se ve la unión de los cuatro miembros.

Intuía que iba por allí, pero siguiendo con cosas globales nos topamos con tu caso: Naciste en Miami siendo hijo de padre colombiano y madre cubana. ¡Realmente no se puede ser más global! Centroamericano, norteamericano y sudamericano… ¡Tú sí que eres De La Tierra!

(Risas) Y hay más conexiones puesto que mi abuela era de Santander y allí en España tengo familia. Aquí hay mucha gente que viene con muchísima herencia española, especialmente en Latinoamérica. Pero al fin y al cabo poco importa de dónde uno viene sino lo que aporta como músico… De entrada, muchos se hacían la pregunta de: “Qué hace el baterista de Maná, totalmente pop rock con fusiones de música latina y caribeña tocando ahora en un grupo totalmente heavy?”. Pero afortunadamente esos prejuicios ya han ido cambiando con los años y los que me conocen ya saben como crecí: escuchando por rock y metal por igual. Las primeras dos bandas con las que empecé a aporrear las baquetas fueron Beatles y Kiss… así que más extremo y heavy no se puede ser (risas).

Hay una banda que a pesar de no estar entre mis favoritas me gusta mucho, y, de hecho, versionáis habitualmente mi tema favorito de ellos: “Señor matanza”. No he escuchado vuestra versión en directo, pero tiene que ser alucinante escuchar a Mano Negra versionados por De La Tierra.

Hay en Youtube un par de videos en los que puedes ver nuestra versión de “Señor Matanza”. Los cuatro somos fans de Mano Negra y aquí en México esta banda tuvo un gran impacto. Son una agrupación que influenció y marcó mucho para que a partir de entonces muchos grupos empezaran a hacer música similar a la suya. Esa excelente fusión de Mano Negra y de posteriormente de Manu Chao como solista pegó muy fuerte en Latinoamérica. Cuando sacamos el primer disco de De La Tierra no teníamos tanto material para tocar en directo. Tocábamos el disco entero y nos faltaban dos canciones más, así que optamos por hacer una buena versión del “Señor Matanza”. Se respeta la base de la canción, yo mismo sampleé la caja de ritmos con la que empieza la canción. Creo que hay un video en Santiago de Chile que nos quedó alucinante. Entramos a hardcore en el momento del estribillo y la gente se vuelve loca haciendo mosh. Esa la cantaba Flavio. En Latinoamérica todo el mundo conoce “Señor Matanza” pues esa canción fue un hit grandísimo.

He recordado cuando era un niño en los 90 y el escuchar en la radio la invasión mexicana con Maná y Caifanes. Vosotros lo conseguisteis, pero ellos no lo consiguieron en España. ¿Por qué crees que Caifanes no y Maná sí?

Mira, pues yo creo que es un problema de que nosotros, independientemente de si era España u otro sitio donde fuéramos, sabíamos que era una oportunidad muy grande. A cualquier país al que tú vas lo tienes que seguir trabajando y visitándolo. No todo el mundo está dispuesto en tomar un avión y estarse allí nueve horas cruzando el charco como hicimos nosotros, ir y volver. Un año, por ejemplo, fuimos siete veces a España de promoción. Los países hay que trabajarlos convenciendo a la gente. Lo cojonudo de España es que es un país tan rico culturalmente y musicalmente que hay dos opciones, o dos sopas, como decimos en México: o les caes bien o no les caes bien, o les gustas o no les gustas. No hay término medio. Vivimos encantados hace años en nuestro país la invasión de música española, luego pasaría también con la música argentina. Todas aquellas bandas que venían a México hicieron que muchos chicos y chicas quisieran tener sus propios grupos. Eso nos dio una fuerza enorme que pudo convencer a las discográficas mexicanas de que sí se podía vender el rock cantado en español. Había muchas bandas que así lo hacían, pero muy pocas o ninguna veía negocio alguno en ello. Tampoco los medios de comunicación lo apoyaban, así que, como siempre, tuvo que venir alguien de fuera para abrirte los ojos. Caifanes siguen haciendo conciertos por México y diferentes partes de Suramérica, incluso en los EE. UU.. El secreto de Maná ha sido trabajar, trabajar y trabajar…

Cuando Molotov sacó el disco ¿Donde jugarán las niñas? (1997) jugando con el título de vuestro exitoso álbum ¿Dónde jugarán los niños? (1992), ¿qué pensasteis?

Todo un halago. Solo en México ese disco en 1994 ya había vendido un millón de copias, así que, que un grupo más alternativo y hardcore te hiciera un homenaje como ese fue una pasada.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1351 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.