Emperor – In the Nightside Eclipse: 25 años de la obra maestra definitiva

Ficha técnica

Publicado el 21 de febrero de 1994
Discográfica: Candlelight Records
 
Componentes:
Ihsahn - Voz, guitarra, teclados
Samoth - Guitarra
Tchort - Bajo
Faust - Batería

Temas

1. Intro (0:51)
2. Into the Infinity of Thoughts (8:15)
3. The Burning Shadows of Silence (5:36)
4. Cosmic Keys to My Creations & Times (6:06)
5. Beyond the Great Vast Forest (6:01)
6. Towards the Pantheon (5:57)
7. The Majesty of the Night Sky (4:54)
8. I Am the Black Wizards (6:01)
9. Inno a Satana (4:48)

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Emperor. La mejestuosidad hecha black metal. Para mí eso es lo que significa el combo noruego capitaneado por Ihsahn y Samoth, y especialmente la obra que tenemos entre manos. Es su primer LP, precedido por la demo Wrath the Tyrant (1992) y su EP Emperor publicado, inicialmente, en un split con Ensalved, Hordanes Land (1993).

Yo confieso: mi afición por el black metal y el metal extremo en general no es contemporáneo al momento de su eclosión. Sí que podía leer artículos, reseñas, etc… Pero en el inicio de los 90’s, reconozco que mis orejas no estaban preparadas para degustar, disfrutar y gozar de un género sencillamente brutal. Hablo del metal extremo en general y el black metal en particular. La radicalidad sonora, el gusto por la experimentación, la diversidad de palos que puedes llegar a engullir… y cómo no, el número ingente e inabarcable de bandas que hay ahí fuera. Flipas cuando escuchas los primeros discos de Bathory o de Celtic Frost, después con Enslaved, Darkthrone, Satyricon o la banda que nos ocupa: Emperor.

Espero que para tí, no pierda interés que un “nuevo” con 10 años de antigüedad en esto del metal extremo se atreva a darte sus impresiones del que seguramente es su disco favorito de black metal. Una obra maestra al alcance de muy pocos autores: In the Nightside Eclipse. Es sencillamente espectacular y pone los pelos de punta a cualquiera. Además, ha “envejecido” de maravilla, puesto que, me atrevo a afirmar, mira de tu a tu a muchos discos que se puedan publicar hoy en cuanto a propuesta, sonido y canciones. Y cumple 25 años.

In the Nightside Eclipse es el resultado compositivo de dos cabezas destructoras de convenciones, dos guitarras afiladas y punzantes, Ihsahn y Samoth. Ihsahn en los últimos años ha abrazado el avantgarde progresivo y Samoth, desde Zyklon (que no publican nada desde 2006) y alguna incursión con The Wretched End, tiene más energías puestas en los conciertos de reunión de la banda que en otra cosa… sin embargo, Emperor, con su primer LP demostraron ser unos músicos excepcionales. En este caso, a parte de los citados, contaron con Tchort al bajo y Faust a la batería. Ihsahn también se haría cargo de los teclados.

Una intro como si hubiera una fábrica instalada en el fondo de una cueva, con un sonido ambiental opresivo, da apertura al disco, que continúa con los punteos a mil por hora y el blastbeat inhumano de «Into the Infinity of Thoughts». La voz desgarrada (y desgarradora) de Ihsahn te lleva al fondo de tu yo más profundo. Los teclados suenan por encima como elemento para dar un ambiente gélido al tema. Cambios de ritmo, de tempo, todo a una velocidad endiablada con unos riffs imposibles. Puentes, tormenta, frío, la voz de tu amo se hace presente. Los arreglos sinfónicos son un continuo en el disco. Tanto por el uso de teclados como algunos coros casi operísticos. Estamos ante ocho minutos que ejemplifican perfectamente lo que vas a encontrar en el disco: un ejercicio de composición espectacular, con progresiones, ritmos endiablados a velocidad vertiginosa. Desde el principio te sientes atrapado por semejante bestia musical. En la misma línea, encontramos el segundo corte, «The Burning Shadows of Silence», en la que destacan los ritmos sincopados casi industriales del primer tercio de la canción que te conducen a un puente en un tempo más pausado, hasta que volvemos a la locura inicial para cerrar el corte.

Hay cierto consenso entre su base de fans en que «Cosmic Keys to My Creations & Times» es de sus mejores temas. Esto es así, aquí y en la China Popular (que diría aquél). Es un tema perfecto de black metal sinfónico, con un inicio a la velocidad de la luz marcado por un punteo, cambio de ritmo, vuelta a empezar, con un ambiente provocado por los teclados que torna el tema gélido y adictivo. Aún no he escuchado otro tema blacker que enganche tanto como este. Las progresiones son el infierno en la tierra, cuando parece que no puede ser más rápido, LO ES. Y al final, ese tono orquestal épico lo dota de un aurea inigualable. Después de semejante orgasmo musical, encaramos la escucha con más interés, con ganas, continuando con «Beyond the Great Vast Forest» en el que destaca los múltiples movimientos de los que hace gala, de tempo medio a velocidad de la luz; de los susurros al grito… Esos puentes tan distintivos del black metal sinfónico que sabes que te llevan irremediablemente a la colisión por exceso de velocidad de los riffs de Samoth y al horror de la mano de la voz de Ihsahn. Faust es una máquina tras los parches. Parece que pida: “más rápido, más rápido, más rápido!!!!” como si no tuviera suficiente…. El inicio engañosamente melódico de «Towards the Pantheon» te conduce poco a poco a un final de locura.

En «The Majesty of the Night Sky» la influencia de Quorthon y Bathory se hace muy evidente, a un tempo medio y mucho más machacón.

El tramo final, con «I Am the Black Wizards» un corte sencillamente majestuoso, clásico, épico… junto con “Cosmic Keys to My Creations & Times», la inicial «Into the Infinity of Thoughts» y «Beyond the Great Vast Forest» estamos hablando de temas clásicos de la historia de la música contemporánea. No solo del metal extremo. Son auténticas piezas de museo, que con la formación necesaria, no puedes dejar de disfrutar. «Inno a Satana» (Himno a Satan, por si las moscas no lo has pillado) es el tema que cierra y con más arreglos sinfónicos. Voces casi operísticas de acompañamiento, sirve de punto y final a esta obra maestra.

En mi vida hubo un antes y un después de escuchar este disco. Si con Transilvanian Hunger (del mismo año) de Darkthrone hablábamos de obra canónica, aquí debemos poner el acento en los ejercicios experimentales: incluir arreglos sinfónicos y progresivo, introduciendo elementos de exploración de otras influencias en el black metal. Sencillamente, me hizo abrazar el metal extremo hasta el final de mis días.

Una (jodida) obra maestra.

Joan Calderon
Sobre Joan Calderon 169 Artículos

Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop...  en resumen, la música es mi pasión