Crónica y fotos del concierto de Converge + Harm's Way + GOLD - Estraperlo (Badalona), 19 de Junio de 2016

El hardcore de Converge y Harm’s Way pone la Estraperlo patas arriba

Datos del Concierto

Bandas:
Converge + Harm's Way + GOLD
 
Fecha: 19 de Junio de 2016
Lugar: Estraperlo (Badalona)
Promotora: HFMN Crew
Asistencia aproximada: 250 personas

Fotos

Fotos por HFMN Crew

Aprovechando su presencia en el Hellfest, los titanes del hardcore Converge se han embarcado en una mini gira europea de cinco conciertos que ha contado con dos fechas en la península, gracias a la buena mano de HFMN Crew. Podemos hablar prácticamente de milagro, ya que la única vez que se habían pasado anteriormente en gira propia fué en el lejano 2007. Durante este tiempo, eso sí, han estado en tres ocasiones en el Resurrection Fest (2010, 2012, 2014), la última de las cuales tuve la suerte de presenciar.

Teniendo Converge el status de culto que tienen y la mencionada falta de oportunidades que hay de verlos por aquí, me sorprendió la elección del Estraperlo para este concierto. Se trata de una sala bastante pequeña que, por desgracia, tuvo que cerrar hace un año y medio como discoteca, pero que sigue abriendo ocasionalmente para conciertos y eventos puntuales. Está en el quinto pino, pero la sala suena muy bien, tiene una visibilidad perfecta y rebosa carisma punk, con un ambiente ideal para este tipo de banda, y aunque no hubo el lleno que yo esperaba creo que le faltó muy poco.

GOLD

La banda elegida para abrir la velada fueron los holandeses GOLD, que cuentan en sus filas con Thomas Sciarone, ex-guitarrista de los oscuros y trágicamente desaparecidos The Devil’s Blood. Hay una vaga similitud entre ambas bandas, aunque estos GOLD son sin duda mucho más directos. Difíciles de clasificar, con algo de dark rock, post-punk, post-hardcore e incluso stoner, a veces juegan con sus tres guitarras de una forma similar a como lo hacen Kvelertak (sin llegar a sonar parecido). Lo que los hace particularmente diferentes es la presencia a la voz de Milena Eva, que toma su nombre del de la amante de Franz Kafka, dando una idea de por donde quieren ir. Lánguida, imperturbable, pálida, torturada y ochentera post-punk, con una imagen entre diva francesa art noir de barra de bar y una Debbie Harry pasada de moda. Su voz melódica y oscura, con un aire doom, contrarresta con la energía y los ritmos repetitivos que emanan de la sección instrumental. De hecho, no sé si por añadir credibilidad al papel o es que la chica realmente es así, después del concierto Milena se iba paseando entre el público con su amplísima gabardina negra, su cabeza gacha y una indisimulada y torturada timidez.

Una propuesta interesante, que no me desagradó pero que tampoco me emocionó. Su setlist consistió enteramente de canciones de su segundo y últmo álbum de estudio, No Image, editado en 2015. Abrieron con una dubitativa “O.D.I.R.”, donde no se acababa de ver claro por dónde querían ir, pero enseguida se pusieron a tono con unas potentes “Old Habits”, “And I Know Now” y “The Waves”, canciones donde la banda sonó compacta y agresiva, y donde el contraste con la voz melindrosa y ritual fué más patente e interesante. Me gustaron especialmente los rascados agudos de guitarra en la mayoría de canciones, añadiendo una capa de intensidad melódica que enriquece en mucho el resultado final.

Quizás una elección dudosa para esta gira tan hardcore y violenta, no tuvieron una respuesta demasiado efusiva por parte del público, que en algunos casos incluso abandonó la sala antes de que acabaran. Pero independientemente del nivel de irritabilidad que te produzca la figura de Milena, bastante elevado en algunos espectadores (especialmente en mi entorno), creo que cumplieron con bastante soltura en un ambiente poco propicio.

Setlist GOLD:

O.D.I.R.
Old Habits
And I Know Now
The Waves
Don’t
Taste Me
Servant

Harm’s Way

Tocaba el turno de los americanos Harm’s Way, una banda bastante diferente. En disco suenan un poco a unos Sepultura hardcorizados, pero en directo sonaron a hardcore metal sin matices, inmediato y agresivo. Un grupo que yo personalmente no conocía antes de ser anunciados para esta gira, pero que parecieron triunfar bastante entre los allí reunidos. Los de Chicago también tocaron en el Hellfest, y seguramente estuvieron hoy aquí, entre otras cosas, por pertenecer a Deathwish, la discográfica del vocalista de Converge Jacob Bannon, lo que ya dá una idea de por dónde van a ir los tiros. El concierto se centró en temas de su última entrega, Rust (2015), sin olvidar pequeñas muestras de sus otros dos álbumes anteriores.

La descarga empezó del mismo modo que lo hace Rust, con “Infestation” y “Law of the Land”. La primera es un poco más lenta y machacona, mientras que la segunda es un hardcore más estándar. El grupo sonó poderoso y magnífico desde el primer momento, metiéndose rápidamente en el bolsillo a un público que venía con ganas de caña y que, ahora sí, llenaba ya prácticamente el Estraperlo.

De forma un poco superficial, me llamó la atención el aspecto visual de miembros de la banda. A la izquierda del escenario, uno de los guitarras y el bajista, ambos bastante tirillas, con media melena y un un poco de pinta de nerds fans de The Cure (con camiseta incluida) y del punk rock melódico. A la derecha, un guitarra más bien moderno y grandote y al centro, micrófono en mano, el musculosísimo y tatuadísimo James Pliegge, sin camiseta y una presencia realmente feroz e imponente. Detrás de los parches, un chico con coleta ajeno a todo aporreando la batería con violencia y a su rollo. Siguiendo con las asunciones superficiales y muy probablemente erróneas, no tenían pinta precisamente de grupo de amigos, con unas pintas tan distintas y hetereogéneas, pero en todo caso está claro que han pasado bastante tiempo juntos, ya que sonaron como un auténtico cañón.

Todas las canciones se enlazaron con partes pregrabadas más o menos industriales que dieron cierta sensación de continuidad. El concierto fué transcurriendo con un ritmo altísimo constante. La banda lo dio todo encima del escenario (especialmente el batería y el guitarra modernillo, que además lo hizo fantástico a los coros) y en el pogo algunos no se quedaron cortos. “Breeding Grounds” y “Scrambled” fueron las elegidas de el que es probablemente (después de, admitámoslo, pocas escuchas) mi disco favortito, su debut Isolation. Los distintos matices que se aprecian en el estudio no se notaron demasiado en directo, y fueron tralla constante de principio a fin, con un gran sonido y un volumen atronador (quizá demasiado), demostrando ser una banda solidísima sobre las tablas. No sonaron a nada particularmente original, pero no hay duda que el respetable acabó más que contento, y la verdad es que yo también.

Setlist Harm’s Way:

Infestation
Law of the Land
Breeding Grounds
Cancerous Ways
Docile Bodies
Amongst the Rust
Mind Control
Fantasy
Scrambled


Converge

El cuarteto de Massachussets no se pasaba por Barcelona desde 2007, en lo que fue la gira de presentación de You Fail Me. A ese concierto no fuí, así que las ganas que llevaba acumuladas de verlos en sala eran importantes. Sí que tuve la oportunidad de presenciar su actuación en el Resurrection Fest de 2014, donde la verdad es que dieron un bolazo. Pero aún siendo la carpa de Viveiro un lugar muy intenso y apropiado para este tipo de descargas tan tralleras, no hay punto de comparación con lo que se intuía que pueden ofrecer en una sala como ésta.

Hace ya cuatro años que los Converge no publican ningun trabajo de estudio (y por lo que sé, tampoco tienen ninguno a punto de publicar), y esta gira se enmarca en la oportunidad de hacer unas fechas después del Hellfest. Su último álbum, All We Love We Leave Behind (2012), personalmente me encanta. Quizás mi opinión no es compartida por la mayoría de los fans de la banda (de hecho lo sé), pero este último disco es mi favorito junto al anterior Axe to Fall (2009). Para mí es donde han alcanzado finalmente la madurez y la completitud en su sonido, taimando un poco el hardcore incontrolado y cafre de sus principios, incorporando las raruneces y la oscuridad de sus discos posteriores, y desarrollando instrumentaciones mucho más elaboradas, precisas y progresivas sin perder ni un ápice de agresividad.

Después de ser ellos mismos quiénes probaron el sonido de los instrumentos, y con el Estraperlo ya lleno y en ebullición, el concierto no pudo empezar mejor, con la locura que es la excepcional y frenética «Dark Horse» que abre Axe to Fall, con ese riff agudo y estridente y esa batería caótica e irresistible. La siguieron la también magnífica y trallera «Aimless Arrow» y un par de clásicos hardcorísimos como «The Broken Vow» y «Bitter and Then Some».

Bien rápido llegó lo que para mí fue el momento álgido de la noche, enlazando tres de los mejores temas de All We Love…, la metalera y rapidísima «Trespasses», la espectacular y emotiva «All We Love We Leave Behind» y la pegadiza y machacona «Predatory Glow». Éxtasis por mi parte en una sala entregada y sudorosa. A pesar de la complejidad y la velocidad de la música, el sonido acompañaba perfectamente, preciso y definido, con un volumen elevado pero soportable.

El punk y el hardcore son muchas veces estilos instrumentalmente simples (sin ser esto algo negativo), pero Converge son todo lo contrario, con canciones extrañas, originales y progresivas, con riffs y fraseos complejos, llenas de cambios y de pasajes caóticos. Detrás de cada instrumento hay absolutos cracks en lo suyo. Ben Koller es una auténtica máquina a la batería, con un estilo muy característico y personal, casi histérico, y es en gran parte responsable del sonido tan particular de la banda. Nate Newton es también activísimo, potente y preciso al bajo, así como poderoso en los coros, pero el gran mastermind detrás de toda la banda es el señor Kurt Ballou a la guitarra, uno de los grandes genios del hardcore contemporáneo, principal compositor y productor de ésta y muchas otras bandas (por ejemplo, Kvelertak, High on Fire o Torche). Los alocados, complicados y veloces riffs que salen de su instrumento siempre suenan perfectos, cosa que parece hacer sin ningun esfuerzo. Un auténtico espectáculo verlo, a él y a sus compañeros.

Sin duda quien estuvo más flojo de los cuatro fué el cantante Jacob Bannon. Tuvo una actitud excelente, una muy buena comunicación con el público, y sonó bien cuando tocaba gritar, pero estuvo bastante imperfecto en los momentos más melódicos. De hecho sospecho que una de las razones por las cuales nos escamotearon uno de esos temas largos, lentos y oscuros que tienen (y que yo esperaba con ansias, ya que alguno suele caer y me encantan), como «Wretched World», «Grim Heart / Black Rose» o el mismo «Jane Doe», es por la incapacidad de Jacob de brillar en los momentos más melódicos e íntimos. Una pena. De hecho recuerdo su interpretación de «Grim Heart» en el Resu como uno de los mejores momentos de ese concierto. Lo más cerca que estuvimos de ello aquí es en «Worms Will Feed / Rats Will Feast», otro tema acojonante, lento e intenso, pero no tan atmosférico y evocador como los que comento.

Esta pasada primavera en el Roadburn holandés hicieron un set especial tocando Jane Doe íntegramente, cosa que yo pensaba que sería una posibilidad aquí. No fué así (y a mí personalmente ya me pareció bien) pero acabaron cayendo media docena de temas que, cómo no, recibieron la mejor respuesta del público. La corta, caótica y frenética «Vengeance», mientras tanto, fue la presencia casi testimonial de No Heroes. Por otro lado, esta misma semana se había reeditado You Fail Me, y no sé si por eso, el disco tuvo bastante presencia en el setlist, sobretodo en la segunda mitad, con hasta 6 temas. El sonido de este álbum es bastante crudo y hasta cierto punto industrial, pero en directo todos sus cortes sonaron muy hardcore, directos y contundentes. A destacar la épica pareja «First Light» / «Last Light», la caótica «In Her Blood», la rápida y pegajosa «Eagles Become Vultures» o el angustioso y opresivo corte que da nombre al disco, con el que cerraron el concierto de forma brillante.

55 minutos intensísimos. Corto si miramos el número fríamente pero suficiente teniendo en cuenta la gran cantidad de energía que se desparramó tanto sobre el escenario como en la pista. No creo que nadie saliera con la sensación de que el concierto fuera demasiado corto. Mi único pero, como ya he comentado antes, fué la falta de algun tema lento y atmosférico, de esos en que la banda parece convertirse en otra, y que hubiera dado un extra de dinamismo y variedad al ya de por si dinámico espectáculo ofrecido por los americanos. Pero en todo caso, es una queja absolutamente menor, y en absoluto desluce el muy buen concierto que pudimos ver.

Respecto al merchandising, llevaban 3 o 4 diseños de camisetas bastante bonitos y representativos de la banda a 20€ (uno de ellos con la cara de Jane Doe), además de un fantástico y gran (en tamaño y en belleza) póster de la gira, impreso en papel denso y de alta calidad, por unos económicos 5 euros, que sin duda me hubiera comprado de haber sabido donde colgar.

En resumen, una muy buena velada de hardcore, con un gran sonido, un ambiente excelente y tres bandas muy diferentes, entregadas y resultonas. La verdad es que el concierto me gustó, no hay duda, pero subjetivamente no me pareció memorable. En mi memoria, no sé por qué, quizás por haber sido la primera vez que los ví, quizás por no tener expectativas prefijadas, no lograron superar el recuerdo de su concierto en el Resurrection Fest. En todo caso, todos los que estuvimos ahí difrutamos de lo lindo, y seguro que cuando vuelvan (que espero que sea antes de 9 años) estaremos allí de nuevo.

Setlist Converge:

Dark Horse
Aimless Arrow
The Broken Bow
Bitter and Then Some
Trespasses
All We Love We Leave Behind
Predatory Glow
Phoenix in Flames
In Her Blood
Worms Will Feed / Rats Will Feast
Vengeance
Glacial Pace
First Light
Last Light
Eagles Become Vultures
Black Cloud
Concubine
Fault and Fracture
You Fail Me


Artículo publicado originalmente en Metal Symphony.

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Sobre Albert Vila 951 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.