Crónica y fotos del concierto de Gamma Ray - ISS Dome (Düsseldorf), 27 de agosto de 2020

Crónica de un concierto confinado: Gamma Ray se reúne con Ralf Scheepers

Datos del Concierto

Bandas:
Gamma Ray
 
Fecha: 27 de agosto de 2020
Lugar: ISS Dome (Düsseldorf)
Promotora: WorldWideLive
Asistencia aproximada: 99 personas

Fotos

Fotos por Jordi Tàrrega

Esta es la nueva normalidad: conciertos en recintos vacíos en los que pagamos para ver algo especial. 99 (acaudalados) afortunados pagan 100 euros para estar allí y el resto pagamos unos 13 euros para verlo online, cerveza en mano desde el sofá. Ayer fue Gamma Ray, hoy Lacrimosa y parece que la cosa va a calar pues, si más no, es una alternativa potente. Hay precios que varían en los que puedes chatear con el grupo o hacer un zoom y también se vende el merchandising del grupo.

Aniversario en plena nueva normalidad

El caso es que Gamma Ray cumplían tres décadas en activo y para hacer algo especial contactaron con todo un Ralf Scheepers para que se sumara a la fiesta. Kai Hansen cuenta con un escudero vocal en Frank Beck para los tonos más altos, una solución espectacular pues el pelirrojo tampoco elude su faceta de vocalista y canta todos los temas a medias. Otro de los grandes atractivos era el set list pues no había pistas sobre lo que puede caer, y la verdad, hubo sorpresas y ausencias destacadas. Se hizo increíblemente corto por mucho que fueran una hora y tres cuartos, se eludió todo el material de Helloween también pues ya no tiene sentido alguno que lo toquen después de cómo ha ido la reunión. Una presentadora da la entrada y pone el fin al evento mientras los fans van colgando fotos entre canción y canción. La idea es adaptarse a los tiempos

Como fanático de Gamma Ray, allí estaba, a la espera, y se marcaron la intro del No World Order (“Induction”) entrando con “Dethrone Tyranny”. Es un tema potente, aunque posee demasiada influencia del “No Return” del Insanity and Genious. Ese disco fue el primero en el que Kai Hansen recurrió al auto-plagio y supuso el fin de varias décadas doradas. Un excelente teclista con una larga perilla acompañó en los coros, que, por cierto, eran 100% reales, destacando como siempre los agudos de Dirk Schlächter. Muy entonados empalmaron con “New World Order”, un corte que daba un poco un mensaje claro de la situación. Las bromas y los discursitos entre temas quedaban algo sosos sin gente por mucho que los 99 presentes se dejaban la garganta chillando. Se marcaron dos temas de su última obra como son “Avalon” y “Master of Confusion”. Especialmente la segunda es todo un clásico demostrando que el grupo sigue con capacidades de volver a convenceter. Todo sonó genial a pesar de que hubo algún fallo que el fan más acérrimo sí detectó. Poca cosa, y un poco, también da veracidad a todo.

Entramos en el terreno de Land of the Free presentado como el disco favorito de Frank. Primero “Rebellion in Dreamland” y luego su favorita de todas: “Land of the Free”. Son cortes que tienen aburridos de tocar, pero tienen que estar y los ventilaron rápido. Sorprendió la inclusión del “Empathy» con un Kai dudando de si estaba en el To the Metal o no. Con los años es una composición que convence y queda resultona en los directos. Gran primer tramo en un escenario enorme.

Reunión con Ralf Scheepers

El gran momento fue cuando entra Ralf, sonriente y motivado. Sorprenden con “Lust for Life” que dejó fuera “Heaven Can Wait”. Luego volvimos a los tiempos del Sigh No More con la excepcional “One with the World”. Feeling y buen rollo con un Scheepers que también entró a cantar y a hacer coros. “The Silence” no faltó a la cita. Me recordó ese Wacken el que el musculado vocalista apareció inesperadamente para cantar el tema. No hace mucho Ralf también se sumó en un concierto para tocar con los rayos Gamma, un poco suponemos que debió ser el momento en el que pensaron hacer algo especial en motivo de los 30 años del grupo.

Siguiendo un poco con la tónica apocalíptica de este 2020 el grupo optó por “Armaggedon”, presentada con cierto optimismo a pesar de temática y título. Ralf se quedó entre bambalinas y Frank y Kai volvieron a compartir tareas vocales. Hubo un bonito solo clásico por parte de su voluntarioso teclista. No esperaba “Heading for Tomorrow” pero sonó a gloria. Tema extenso con una jam larga e intensa y en la que participaron todos como vocalistas. Gran trabajo de Michael Ehré, el gigantón que hace avanzar al grupo como una locomotora. El final con “Send Me a Sign” hizo que el gran Henjo se luciera. Al fin y al cabo, la composición es suya. Hubo otro momento con jam bailable y cero bises. Entrelazaron sus brazos con reverencias conducidas por Dirk. Esa falta de público te permite ver esta clase de detalles.

¿La solución a la musica en directo?

Me parece increíble que un disco como Somewhere Out in Space quedara fuera o que tampoco se tocara nada del Insanity and Genious quedándonos todos con ganas de más. Una horita suplementaria hubiera sido más que bienvenida por mucho que sí quedásemos saciados con una de las mejores bandas de power metal de la historia. A pesar de lo raro de todo y del confinamiento creo que la fórmula es óptima y que da de si. Es más, cuando la pesadilla pase este tipo de shows pueden llevarse a cabo de forma especial y ser otro ingreso atípico para un grupo. Valió la pena, pero hay mono de directo. Con el precio se incluía el poder ver el mismo concierto en las siguientes 24 horas, y si bien es algo que motiva, no pude ponerlo a pantalla completa, por lo que pierde bastante.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1368 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.