Crónica y fotos del concierto de Anciients + Black Wizard - Sala Rocksound (Barcelona), 19 de marzo de 2018

Anciients y Black Wizard revientan los tímpanos a los cuatro gatos que nos reunimos en la Sala Rocksound

Datos del Concierto

Bandas:
Anciients + Black Wizard
 
Fecha: 19 de marzo de 2018
Lugar: Sala Rocksound (Barcelona)
Promotora: Madness Live!
Asistencia aproximada: 50 personas

Fotos

Fotos por Albert Vila

Nuestra Previa

Entrevista a Eugene Parkomenko, batería de Black Wizard: ‘Aunque hagas grandes discos, para ser tomado en serio tienes que dejarte el culo en la carretera’

Los canadienses Black Wizard nacieron para subirse al carro del revival stoner heavy setentero hace unos años, pero con el tiempo se han ido desmarcando hacia un heavy metal más clásico, peludo y sudoroso. Con kilómetros y kilómetros de carretera

Un promotor barcelonés comentaba ese mismo lunes en su perfil de Facebook personal que no sabía exactamente por qué, pero que la asistencia a los conciertos programados para esta semana de los que tenía constancia apuntaba tirando a fatal. Es curioso eso, ya que sin atenerse a una explicación lógica, a veces hay eventos que lo petan de público y otras veces, a pesar de ser propuestas igualmente atractivas, no logran congregar a más de unas pocas decenas de personas. Supongo que es lo mismo que le ocurría a un amigo que tenía un restaurante: a veces estaba lleno, y otras, sin motivo aparente, no había nadie. Los designios del señor son inescrutables, que dicen.

Quizás es que yo tengo a los canadienses Anciients en más alta estima que la mayoría, ya que sus dos discos me parecen pequeñas maravillas del sludge progresivo, pero sin duda me esperaba que fueran capaces de llamar la atención de bastantes más de las 50 personas peladas que nos reunimos este lunes por la noche en el Rocksound. Es verdad que era un lunes y es verdad que los horarios eran un poco extraños y a priori tiraban un poco para atrás: empezar a las 21:30 suena a muy tarde, aunque después saliéramos de la sala sobre las 23:25, que tampoco es mucho más de lo habitual. Aún y así, creo que ambas bandas tienen el suficiente atractivo y el culo lo suficientemente pelado en la carretera como para no albergar dudas de que que estábamos ante dos bolazos compactos como una piedra y energéticos como una dinamo. Y efectivamente, así fue, y es una pena que tan poca gente pudiera disfrutar de ellos.

La cosa ya empezaba a apuntar mal desde el momento en que, pasadas las nueve, vi como la persiana de la sala se mantenía bajada y como, en los bares de la zona, muchos de ellos también cerrados, no había ni el tato. Este temor se confirmó cuando al ir a recoger mi pase de fotos, me confirmaron que mi nombre era el único en la lista (¿en serio, Barcelona, a nadie más le interesaba esto?), y al entrar a la sala, poco más de una treintena de personas se acumulaban alrededor de la barra a la espera que Black Wizard se subieran al escenario.

Black Wizard

Algunos presentes expresaron su sorpresa de que dos bandas tan distintas en lo musical como Black Wizard y Anciients compartan cartel. De hecho, más allá de una actitud energética y sudorosa que sin duda los une, la razón por la que giran juntos es porque son mejores amigos y a estas alturas ya han vivido infinidad de batallitas en la carretera juntos. Y claro, ya puestos a tirarse un mes comiéndote quilómetros y quilómetros en una furgoneta llena hasta los topes, pues mejor que sea con gente que te cae bien.

Desde el primer momento, Black Wizard se dejaron de tonterías, pusieron el volumen al once y se lanzaron a tope con su particular mezcla entre Black Sabbath, la New Wave Of British Heavy Metal y el stoner más desértico. Empezaron precisamente con dos temas lentos, contundentes y «sabattheros» pero el primer gran punto álgido llegó con la veloz y pegadiza «Feast Or Famine», que me parece el puto temazo de su último disco, Livin’ Oblivion (2018), repleto de riffs agudos y de twin guitars que hacen imposible mantener la cabeza quieta. El alto y rubio Adam Grant llevaba la voz cantante desde el flanco derecho, mientras que Danny Stokes y Evan Joel ocupaban el resto del escenario sin mucho espacio para moverse.

Los canadienses venían con ganas de gresca y lo demostraron pegándole tragos a sus cervezas a la mínima que tenían la oportunidad (ya no solamente entre canción y canción, sino también en aquellos momentos, no importa lo breves que fueran, en que un instrumento concreto no tenía participación en alguna sección en particular). Muchos de esos tragos iban acompañados de un brindis con las primeras filas, pero la poca gente que había y el aparente desconocimiento general ante la música del cuarteto de Vancouver impidieron que la locura acabara de arrancar en ningun momento. Y eso que ellos pusieron todo de su parte y sonaron en todo momento compactos, precisos y energéticos.

Más allá de la mencionada «Fest or Famine», el otro tema que disfruté de verdad entre los que que sonaron hoy fue «The Priest», perteneciente a su primer disco, en el que también alternan su sonido más pesado con un cierto dinamismo y una tormenta de riffs muy motivante. Cerraron sus excelentes 45 minutos de actuación con otro tema duro y lento del que no conozco el nombre, y aunque creo que la gente los disfrutó bastante (sin estridencias, eso sí), me da la impresión que ellos venían con la intención de pegarse una fiesta más tocha que la que acabó por ocurrir. Sea como fuere, excelente bolazo el que se marcaron estos cuatro canadienses, el tipo de banda ideal para una sala como esta.

Anciients

Aunque ya nos hemos puesto de acuerdo en que la propuesta musical de Anciients difiere notablemente de lo que nos habían ofrecido Black Wizard, las similitudes entre las dos bandas demostraron ser mayores de lo que quizás pensábamos. Compartieron la batería de un plateado brillante y discotequero, compartieron una pequeña pared de pantallas y cabezales Orange, compartieron combinación de guitarras Gibson (una SG y una Les Paul, la misma pareja en ambas bandas) con bajo Fender, compartieron volumen atronador, compartieron luces fijas y sombrías y compartieron (eso sí que ya lo sabíamos) su gusto por las greñas, por las barbas, por la energía y por el sudor.

Uno puede tener la tentación de asumir que esta banda son unos Mastodon de la vida, y si bien es indudablemente cierto que los de Troy Sanders y Brent Hinds son una influencia evidente, su música se expande a ambos lados de los georgianos, con partes casi psicodélicas y momentos que se acercan al black metal. Con solo un par de discos en el mercado (Heart of the Oak en 2013 y Voice of the Void en 2016) ya se han hecho con un lugar de privilegio en la nueva hornada de bandas a tener en cuenta en todo este mundillo del sludge metal.

Más de la mitad de su corto repertorio se centró en su último disco, del que destaco la genial y completísima «Following the Voice» o la trallera y feroz «My Home, My Gallows». Uno de los momentos cúspide llegó con un temazo espectacular como es la hipnótica «Raise The Sun», mientras que el final con «Buried in Sand» también resultó ser contundente y poderoso. Por lo demás, me sorprendió un poco que empezaran con «Built To Die», un tema que no conocía y que por lo que parece pertenece a su single de debut, publicado en 2011.

Estando tan cerca de un escenario colocado casi a ras del suelo, es fácil quedarse atrapado visualmente con las evoluciones de los músicos. Teniendo yo debilidad para los baterías, no pude evitar empanarme durante un tema y medio con la actuación del imberbe Mike Hannay, poseedor de un groove fascinante tras los parches. Mientras ambos guitarristas movían velozmente los dedos para ofrecernos los vacilones riffs que caracterizan a la banda, también pudimos comprobar que a quién se le exige menos musicalmente es al bajista Aaron Gustafsson (un chico con una cierta retirada a Owen Wilson), que sonó atronador a base de líneas contundentes pero bastante sencillas de ejecutar en comparación.

Aunque evidentemente el público respondió más apasionadamente a su descarga que a la de Black Wizard, que por eso eran el principal reclamo de la noche, tampoco os penséis que la cosa fue más allá que algunas cabezas sacudiéndose. También es cierto que, en sus 55 minutos de actuación, Anciients ofrecieron bastante menos interacción con la gente que sus compañeros de gira, escondiéndose tras sus greñas en muchos momentos, en una actitud algo introspectiva.

La hora no permitió un post demasiado extenso, ya que los transportes públicos amenazaban con cerrar, pero los pocos asistentes tuvimos tiempo para intercambiar miradas de afirmación y reconocer que habíamos vivido un bolaco de bastante consideración. Algo frío, eso sí, y no pasará a la historia por culpa de que no se llegó a generar una sinergia entre bandas y público suficiente, pero potente y compacto como una roca. Personalmente, tuve pitidos en las orejas hasta el martes al mediodía.

Setlist Anciients:

Built To Die
Overthrone
Following The Voice
Ibex Eye
My Home, My Gallows
Raise The Sun
Buried In Sand

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Sobre Albert Vila 952 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.