5 canciones producidas por Bob Ezrin según… Susana Masanés

Qué poquito se habla de la labor de los productores discográficos en la prensa especializada musical y lo determinante que puede llegar a ser su papel. Así como lo primero que uno se pregunta cuando ve una película es quién es su director, no es habitual hacer lo mismo al escuchar un disco, dando por sentado que la personalidad del grupo está por encima de todo y es en realidad lo verdaderamente importante. En absoluto eso es así.

Para que podamos disfrutar de su música se necesita de un maestro de ceremonias que filtre, cuestione y plasme todas las ideas de ese grupo y las dote de sentido liderando el proyecto para generar, finalmente, una obra de arte. Los ingredientes no son suyos, pero sí la sabiduría para poner todo en orden en la justa medida. Los productores musicales son auténticos psicólogos que deben lidiar con los egos de los artistas y que deben saber llevarlos al límite para extraer lo mejor que hay en ellos a nivel creativo. Estar al día con los recursos tecnológicos existentes y con la industria musical imperante son otras de las tareas que se les presupone para conseguir llevar a buen puerto la transformación de lo artístico en lo material (soporte físico y/o digital). Es lógico que nos preguntemos qué habilidades deben poseer los productores musicales para ejercer tal encomienda: ¿es necesario que sean músicos, que sepan componer, que sean ingenieros de sonido…? La respuesta es no necesariamente, aunque todas estas aptitudes son más que bienvenidas pues aportan un mayor entendimiento y enriquecimiento a su labor. No es casual que en muchas ocasiones nos encontremos con temas acreditados también a sus productores cuando la involucración a nivel compositivo es evidente. Lo esencial como productor es tener un criterio claro y definido, saber aportar una visión objetiva a la obra que estés dando forma no influenciada por las dinámicas del propio grupo o artista, y que ésta sea aceptada por encima de todo. Ahí es nada.

Con la idea de dar visibilidad a la importante figura del productor musical, me he propuesto ir dedicando pequeños monográficos en forma de Top 5 de temas representativos de su labor (y animo a mis compañeros a hacer lo mismo si les apetece), y mi primer escogido para iniciar esta serie es el mítico Bob Ezrin, un nombre omnipresente que parece estar detrás de muchas de las obras que son consideradas clave en la historia contemporánea de la música rock/metal.

Bob Ezrin acaba de cumplir los 75 años y tras sus mandos descubriremos una estela de artistas que han nacido y se han consagrado gracias a su labor a la producción principalmente durante las décadas de los 70/80, como son los míticos Alice Cooper, Kiss o Pink Floyd o más recientemente Deep Purple, por citar los más conocidos. Otros artistas y formaciones a los que ha producido de forma más puntual han sido Loud Reed, Peter Gabriel, Hanoi Rocks, 30 Seconds to Mars, Jane’s Addition, Rod Stewart, The Kings, David Gilmour, Deftones, Kansas, Bonham e incluso a nuestros patrios Héroes del Silencio, abarcando, como podemos comprobar, un amplio abanico estilístico. Para que nos hagamos una idea de la evolución de Bob Ezrin como productor (e incluso como compositor en algunos casos), vamos a dar un repaso cronológico de más a menos antiguo, deteniéndonos en cinco piezas correspondientes a cada una de las décadas en las que más activo ha estado. ¡Vamos allá!

 

«No More Mr. Nice Guy»

Artista: Alice Cooper
Álbum: Billion Dollar Babies (1973)
Autores: Alice Cooper y Michael Bruce

Catorce nada más ni nada menos son los trabajos que Bob Ezrin ha producido a Alice Cooper, artistas ambos que se iniciaron de la mano a principios de los 70s y que pronto obtuvieron un gran reconocimiento con discos como School’s Out (1972) o este Billion Dollar Babies (1973) que nos ocupa y que precisamente se está promocionando en la actualidad en una versión remasterizada y reeditada en motivo de su reciente cincuentavo aniversario. De lejos es el artista con el que más ha trabajado y seguramente el destino de ambos hubiera sido bien distinto de no haberse conocido, pues la simbiosis que se creó entre ellos es algo tan auténtico que todavía perdura en la actualidad. Bob Ezrin era tan solo un muchacho de 20 años desconocido en la industria musical cuando conoció a Alice Cooper (quien ya llevaba un par de discos editados con escaso éxito), y quiso producirlo de forma instantánea, pues vislumbró en él un enorme potencial en su propuesta cultural revolucionaria, basada en ofrecer grandes espectáculos teatrales durante sus actuaciones (lo que entendemos hoy en día como shock rock). Llegar a despertar el interés de Alice Cooper por su persona no fue tarea fácil al no ser alguien conocido aún en aquel entonces, pero Bob contaba con la confianza de un reputado productor de la época, Jack Richardson (conocido por haber impulsado la carrera de la banda canadiense The Guess Who), quien era su mentor y habló en su favor. Bob Ezrin consiguió definir el estilo musical de Alice Cooper en un tiempo récord y pronto llegaron los éxitos. “No More Mr. Nice Guy” es el tema emblemático que he escogido como ejemplo para ilustrar los frutos tempranos que surgieron de aquella unión creativa, tan solo dos años más tarde de haberse puesto a trabajar juntos, aunque el verdadero pelotazo ya lo habían dado un poco antes con “School’s Out”. Ambos temas se encuentran en lo más alto en cuanto a estadísticas de repertorio de directo de la banda, para que nos hagamos una idea de lo crucial que fue esta etapa de autodescubrimiento creativo para ambos personajes.


«Learning to Fly»

Artista: Pink Floyd
Álbum: A Momentary Lapse of Reason (1987)
Autores: David Gilmour, Anthony Moore, Bob Ezrin y Jon Carin

Aunque la obra que más reconocimiento ha obtenido en toda la carrera como productor de Bob Ezrin ha sido The Wall (1979), mi selección de tema ha recaído en la etapa post Roger Waters, pues es donde más tiempo ha ejercido su influencia dentro de la banda que hemos seleccionado. Es evidente que debió hacer un buen tándem junto a David Gilmour, ya que además de coproducir juntos los dos últimos álbumes de estudio de Pink Floyd, A Momentary Lapse of Reason (1987) y The Division Bell (1994), también se embarcaron en la creación del segundo disco en solitario de este último, About Face (1984). Tras la partida de Roger Waters de Pink Floyd, éste quiso reclutarlo para lanzar su carrera en solitario, oferta que Bob Ezrin no vio del todo claro por su situación familiar personal, que le demandaba mucha atención, y acabó rechazando. David Gilmour hizo lo propio, pero entendió mejor sus necesidades vitales en cuanto a ritmo de trabajo ya que los dos eran cabezas de grandes familias, por lo que entablaron una relación laboral más relajada y conveniente para ambos, hecho que generó el enfado de Roger Waters, con quien hizo las paces años más tarde, aunque en la actualidad vuelven a estar distanciados debido a los posicionamientos políticos de este último.

“Learning to Fly” vuelve a ser otro de esos temas de la discografía de Pink Floyd que en mi opinión bien podríamos escudriñar en nuestra sección de Canciones perfectas. Perteneciente a ese primer disco de la banda sin Roger Waters, A Momentary Lapse of Reason, fue el primer sencillo de presentación del mismo mostrando el camino que la banda estaba iniciando bajo el nuevo liderazgo de David Gilmour. Era necesario “aprender a volar” en otros términos, sin olvidar aquello que les hizo grandes en el pasado, pero tomando una nueva dirección en que, el nuevo viejo co-jefe, se hacía cargo de los mandos en solitario.


«Iberia sumergida»

Artista: Héroes del Silencio
Álbum: Avalancha (1995)
Autores: Enrique Bunbury, Juan Valdivia, Joaquín Cardiel, Alan Boguslavsky y Pedro Andreu

Sorpresa mayúscula encontrar un álbum de una banda nacional entre las obras producidas por Bob Ezrin. Pero es que nuestros Héroes del Silencio se encontraban en un momento muy dulce en cuanto a notoriedad (aquí y fuera de nuestras fronteras gracias al enorme éxito de su predecesor El espíritu del vino) cuando Bob Ezrin decidió producir su cuarto y a la postre último álbum de estudio Avalancha (1995). Venían de muy arriba y el resultado obtenido con Avalancha fue bueno, pero no alcanzó las mismas cotas de popularidad que sus dos predecesores. El sonido se la banda se endureció un poco gracias a unas guitarras más potentes que en discos anteriores y el grunge, que estaba en auge en aquella época, se dejó sentir en algunos pasajes. Grabado en Estados Unidos, es evidente la apuesta por americanizar su sonido en consonancia con los gustos del momento. Innovar conlleva sus riesgos y aunque el trabajo funcionó, lo hizo un poco por debajo de sus expectativas. Un año más tarde, tras la finalización de la gira de presentación del álbum en que las tensiones entre los miembros de la banda se hicieron más que evidentes, Héroes del Silencio decidieron poner fin a su carrera. De aquella breve colaboración me quedo con el tema “Iberia sumergida” que, aunque no fue lanzado como sencillo, sí ha sido uno de los temas de Avalancha que más han trascendido y ha resistido el paso del tiempo.


«Just Because»

Artista: Jane’s Addiction
Álbum: Strays (2003)
Autores: Perry Farrell, Dave Navarro, Stephen Perkins, Chris Chaney y Bob Ezrin

Las adicciones y los egos descontrolados fueron los causantes que muchas de las bandas de rock alternativo y grunge de finales de los 80s / principios de los 90s tuvieran una corta duración, tal y como les sucediera a Jane’s Addiction, quienes tan solo fueron capaces de sacar al mercado un par de trabajos antes de su primera disolución. Pese a cosechar un enorme éxito y pasar de telonear a otras bandas mayores a liderar giras mastodónticas en un tiempo récord, las constantes disputas entre sus miembros hicieron que el proyecto se fuera al garete en 1991, permaneciendo prácticamente inactivo durante una década. 2001 fue el año que los trajo de vuelta a lo grande para un tour que acabó encendiendo de nuevo la chispa creativa y los hizo entrar en el estudio seguidamente, consumando un tercer trabajo denominado Strays (2003) en el que Bob Ezrin obró la magia como productor. Se dice que su influencia en este álbum se hizo notar en cuanto a concreción, los temas parecen ser algo más contenidos y definidos que los de su etapa inicial en que la creatividad fluía de una forma más desbordada. “Just Because” fue su primer sencillo de presentación, un gran acierto sin duda que cosechó buenas posiciones en listas. No olvidemos que habían pasado más de una década desde su anterior disco y que, por lo tanto, algunas cosas habían cambiado en el panorama musical, como fue el declive del denominado rock alternativo y grunge que hemos mencionado al inicio, por lo que intuimos que, de alguna manera, una apuesta por un productor con la experiencia de Bob Ezrin fue clave a la hora de encontrar el correcto encaje de la música de Jane’s Addiction a ese momento particular. Salvando las distancias, Bob Ezrin no era la primera vez que abordaba un trabajo en torno al rock alternativo, tan solo un año antes salía a la luz el primer homónimo trabajo de 30 Seconds to Mars que produjo junto a Brian Virtue, combo que funcionó bien y repitió en este Strays que nos ocupa.


«All I Got Is You»

Artista: Deep Purple
Álbum: Infinite (2017)
Autores: Ian Gillan, Roger Glover, Ian Paice, Don Airey, Steve Morse y Bob Ezrin

Bob Ezrin debería llevar en teoría una década jubilado y, sin embargo, todavía sigue participando en proyectos varios relacionados con la música, así como en la producción de algún artista de manera más esporádica. Sin olvidarse de acompañar las aventuras musicales de su entrañable e inseparable amigo Alice Cooper, su otra tarea de más envergadura en estos últimos años ha sido la producción de los últimos cuatro discos de los emblemáticos Deep Purple desde el año 2013 hasta la actualidad, en los cuales ha participado también a nivel compositivo. Poco tenemos a objetar a acabar una vida laboral plena de esta manera, junto a una de las bandas más grandes de la historia de la música, editando discos por puro hobby y disfrutando de aquello que más gusta a los artistas, que es desplegar su creatividad sin las ataduras propias del show business. La veteranía tanto de la banda como suya, que va pareja, les permite a buen seguro grabar la música que mejor se adapta a su momento vital y es por ello que estos últimos discos de Deep Purple muestran una madurez sosegada encomiable, quizás no con la chispa de antaño, pero sí con la sabiduría propia de la experiencia. No hay demasiadas bandas con integrantes septuagenarios que puedan presumir de sacar discos a su edad tan disfrutables como ellos, ni que, además, salgan a defenderlos en directo cuando lo consideran oportuno.

“All I Got Is You”, perteneciente a Infinite (2017), segundo de los discos producido por Bob Ezrin, define perfectamente esa idea de madurez sosegada que comentábamos, rezuma sonido 100% Deep Purple del de toda la vida, sin necesidad de concesiones a las tendencias musicales actuales pues su público objetivo lleva décadas siendo seguidores de la banda y de su particular forma de entender la música, sin esperar algo demasiado novedoso o revolucionario a estas alturas. Será lo de siempre, pero a mí me parece un tema como la copa de un pino que tanto lo podrían haber editado en la década de los 70s, los 80s o los 90s… Deep Purple en estado puro.

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Sobre Susana Masanés 140 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!