Todos los Wacken de Jordi Tàrrega (III) – 2001: el primer Wacken estelar con el retorno del águila de Saxon y el avión de Motörhead

Si hay un Wacken clave en la historia del festival ese fue el de 2001. Ya se había ofrecido retornos y reuniones bastante sonados como Samson o la reunificación de Warrant pero en este se apostó por volver a la nostalgia y mirar al pasado a lo grande. ¿Qué es lo más grande que habían hecho Motörhead en directo y Saxon? Llevar esos elementos que van más allá de lo musical y que simbolizan su mejor momento. A partir de ese año empieza una relación muy especial de ambas bandas con el festival. Casi podríamos decir que ambas llegan a ser “bandas residentes” y que pasa a ser raro un festival sin ellas. También se busca un cabeza de cartel de peso para el jueves, que gana peso en la Night to Remember. Ni más ni menos que W.A.S.P. quedando un show nostálgico (y ya en decadencia), aunque, como veremos, hay un espectacular cartel.

El viaje vuelve a ser con autocar y hay visita a Frankfurt. Rascacielos y un gran centro financiero. Se llega a las 5 de la mañana y uno se percata de que hay mucha más gente que en las dos anteriores ediciones. Wacken crece de forma imparable. Lo que continua estando allí son sus borrachos esparcidos por el césped y las ganas de hablar y comunicarse sus muchos asistentes. Había partidos de futbol entre fans y prensa y ese día Ritchie Blackmore estuvo tocando en Hamburgo con Blackmore’s Night agotando las entradas. Es lo más cerca que ha estado nunca el líder de Rainbow del festival.

Uno de los más grandes errores de la edición fue que los escenarios principales enmascaraban con su sonido el del Party Stage.

Knight Errant: Metal desde Turquía en un intento de hacernos entender que Wacken quería ser un fenómeno global. Aquí entraba el metal de todo el mundo.

Stigma IV: Fue genial ver a estos austríacos tirando de metal prog y regalando un “22 Acacia Avenue” de Maiden muy poco habitual.

Lacuna Coil: Calcaron el concierto de Moncofa pero con un plus de calidad y vetando la canción “Falling”. Para mi son los Lacuna Coil que más me gustaban, los de la era de Senzafine. No estaba Marco, el líder en el bajo, algo que se haría habitual.

Napalm Death: Cuando el grind no posee un buen sonido… la cosa es poco atractiva.

Kamelot: Eran buenos tiempos con el disco Karma. Roy Khan ya empezaba a dar síntomas de pasarlo mal en algún directo.

Cage: En esos días parecía que el grupo iba a ser grande y no paraba de crecer.

Primal Fear: En esos días ya daban unos directos espectaculares y convincentes. Excelente directo.

Trial of Tears: Su vocalista no tuvo su mejor día en la carpa WET.

Silent Force: Fue una brutalidad ver en directo a DC Cooper con este prometedor combo que nunca llegó a nada. Se marcaron un “All Guns Blazing” de los Judas para enmarcar.

Sonata Arctica: Estaban en un buen momento de forma y Kakko podía cantar las canciones “antiguas” que en ese momento eran canciones “presentes”.

Therion: No llevaban orquesta y sí un coro de 10 voces. Como siempre espectaculares y tocando “Revelations” de Iron Maiden. Espectacular el trabajo de Anders Engberg como tenor.

Helloween: Grandísimo concierto de los alemanes con pirotecnia y un gran equilibrio entre canciones de todas las etapas. Cerraron muchas bocas, incluso la mía.

Holy Moses: Interesante directo con Sabina Classen que contó en “Too Drink to Fuck” a los coros con una corista muy especial: Doro Pesch.

Soul Doctor: Tenían un discazo bajo el brazo y el hard rock dorado del grupo y Tommy Heart demostró ser un vocalista extraordinario.

Crematory: Se despedían y como no pudieron tocar el día que tocaba se reajustó todo. Algo que nunca más haría Wacken. Excelente directo con los alemanes en su mejor momento

Rage: Estaban en un nivel excepcional con Smolski y Terrana. Fueron 45 minutos, algo que la organización decidiría cambiar con los años pasando a conciertos de 75 minutos.

Lost Horizon: Eran la gran promesa. Un cruce entre power metal y Manowar que sacó dos discos y desaparecieron. Poseían grandes canciones y vestían pintados con capas

Subway to Sally: Mi amor por este grupo se hacía más firme cada vez que les podia ver en Wacken. Fish es un Dios en Alemania y su folk oscuro les llevó a cerrar los Wackens durante más de una década. No hay fiesta pagana mejor.

Grave Digger: Salieron con todo y grababan directo en Wacken. Incluyeron pirotecnia y si comparabas el show de Wacken con el de Moncofa la cosa no tenía color. Empezamos a aprender que tocar en Wacken era hacerlo en Champions.

Hammerfall: Se empezaba a secar la fórmula a pesar de que en directo cada vez llevaban más trucos. Pirotecnia y un martillo gigante digno de un videojuego de Mario Bros.

LO MEJOR:

Finntroll: Presentación en sociedad del folk metal de mano de los fineses a plena luz del día. Lo que vivimos allí fue la puesta de largo del estilo musical pues a partir de entonces salieron mil bandas similares. El “Jaktens Tid” final fue uno de los mejores momentos de la historia del festival.

Impotent Sea Snakes: Sustituyeron a Crematory y vivimos un show histórico y extremo. Una auténtica locura enfermiza con sexo y violencia. En su momento me gustó muy poco, visto en perspectiva, cambia la cosa.

Saxon: Un concierto de Saxon con el águila (en esos días) es un sueño hecho realidad. La verdad es que en si el aguilucho tampoco es nada del otro jueves, pero Saxon no hacen concierto malo, y menos en un festival como Wacken.

The Traceelords: Excepcional directo de un grupo efímero. Sigo en contacto con Andy Brings después de tantos años y siempre ha querido ser un rockstar. Alucinante punk con hard rock.

In Flames: Alucinante directo en el que iban encorbatados, elegantes y certeros. Todavía no habían dado el paso del cambio de estilo por lo que estaban tocando todo un repertorio de los discos que todos amamos. Parecían imbatibles

Nightwish: Otro directo más para enmarcar y otra demostración de que parecían que iban para banda de masas. Los gestos de pija insufrible de Tarja y los micrófonos a juego con el vestido iban cargando al grupo, pero esa mujer nunca falló una nota.

Motörhead: Si has visto alguna vez como desciende el Bomber ves que hay un plus absoluto en el directo de Lemmy. Sonó como siempre pero esas hélices que son luces e invitados especiales a los coros hicieron uno de los mejores directos de Motörhead en Wacken. Si más no el más especial. Y vendrían unos cuantos de los que ya hablaremos más adelante…

LO PEOR:

Crematory: Que una banda alemana llegue tarde es bastante incoprensible. El caso es que los sustituyeron por Impotent Sea Snakes.

WASP: A pesar de lo histórico del show y de que Blackie jugara con elementos de shock rock como calaveras con sangre o su pie de micro que se balanceaba ya repetía mismos set lists que ahora y el playback campaba a sus anchas.

Paul DiAnno & Killers: Era crónica de una muerte anunciada. Ni la voz, ni los chistes ni las versiones de Maiden. DiAnno era un desastre en esos días, ni me imagino que puede perpetrar a día de hoy.

Wizard: Caen del cartel

Que se solaparan Overkill y Sonata Arctica.

Mägo de Oz: Un auténtico desastre. Parecieron una orquesta de pueblo al tiempo que atronaba Sodom en el escenario principal. Fue un show para fans hispanos en el que reinaron los retrasos, los cortes y el mal sonido. No puedes conquistar Europa con dos frases en inglés: “Hello Europe” y “Clap Your Hands”. No sabían realmente dónde estaban.

LO QUE ME PERDÍ:

Dimmu Borgir: Me los perdí por sueño, pero recuerdo en la tienda escuchar el “Mourning Palace” y el “Burn in Hell” de los Twisted Sister. ¡Qué mal perdérmelo!

Vintersorg: No lo conocía… Ahora me maldigo.

Die Apocalyptischen Reiter: Estaban a punto de pegar el despegue definitivo, algo que harían en el siguiente Wacken.

Death SS: Ahora iría encantado.

Exciter: Me desquitaría unos años después.

Opeth: Estaba cansadísimo, ya eran enormes.

Wacken daba el paso definitivo para ser el más grande festival en Europa. No había grandes patrocinadores (no los querían), era un festival hecho por fans para los fans y los shows exclusivos eran su razón de ser. Toda banda entendía que dar lo mejor de si mismos y poner algo más para hacerlo todavía más especial. El concierto friki para heavies de pueblo en medio de la nada era la envidia de todos. La cosa no pararía de crecer.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.