Tindersticks: apartándose del bullicio

Desde hace tiempo procuro no ir a conciertos de artistas internacionales que anteriormente ya haya presenciado en diversas ocasiones o que me perdí (principalmente por no tener la edad reglamentaria) cuando estaban en su mejor momento creativo (opinión muy subjetiva, lo admito). Y si las dudas me corroen, una valoración regular o negativa del último trabajo publicado acaba decantando la balanza. Normalmente, cada vez que infrinjo alguna de estas máximas salgo de dichos eventos con la certeza de que, en mayor o menor medida, he vuelto a equivocarme. Siempre hay excepciones, pocas, pero por desgracia no fue el caso de la nueva visita de los veteranos Tindersticks, la cual, a priori, cumplía dos de estas directrices no escritas.

Por una parte, aún conservo emotivos recuerdos de sus soberbios recitales en el festival FIB ’98 y en el Palau de la Música Catalana en octubre de 1999 y, por otro lado, su reciente No Treasure But Hope (2019) me ha parecido un disco simplemente correcto. Un álbum de aroma reconocible pero lejos del esplendor compositivo de sus cuatro primeros lanzamientos, en especial de su fascinante y opulento debut. En realidad, soy de los que piensa que con la marcha del violinista Dickon Hinchcliffe la banda quedó huérfana de una de sus distintivas señas de identidad y, en consecuencia, esto se ha reflejado en su producción a partir de 2008. Un rígido diagnóstico que con seguridad no es compartido por los componentes del actual grupo, visto el setlist que seleccionaron para su bolo en la Ciudad Condal. De los 18 temas propios que interpretaron, solo tres pertenecían a su etapa inicial (dos de los cuales, los ovacionados «Her» y «Another Night in», sonaron un tanto deslucidos para mi gusto). Y aunque generalmente aplaudo a los músicos que no viven de rentas, hubiese preferido un repertorio más equilibrado.

Por lo demás, los británicos fueron tan sugestivos, elegantes y artesanales como antaño. Desarrollando un coherente score cinematográfico (género que ellos dominan a la perfección) que empezó, a oscuras, con la emisión grabada de la pieza «A Street Walker’s Carol» y que concluyó, casi un par de horas después, con «A Night So Still» y «Take Care in Your Dreams» como atinados bises finales. Eligiendo los esenciales ornamentos instrumentales (incluso con las puntuales aportaciones de una caja de ritmos o de un atípico vibraslap) y las adecuadas alineaciones de formación (del dueto al sexteto) para desplegar su introspectivo cancionero de pop rock. Todo bajo la batuta del carismático Stuart A. Staples, atrayendo con sus particulares cantos, susurros o recitados, y excelentemente secundado por sus fieles compañeros de envidiable profesión, Neil Timothy Fraser a las guitarras y David Leonard Boulter a los teclados.

En definitiva, estoy convencido que Tindersticks ofrecieron justo lo que esperaba la mayoría del público que se había congregado en el majestuoso templo barcelonés. Y a pesar de mis reticencias o quisquillosos parámetros, no os sorprenda que reserve mi localidad cuando anuncien su regreso a nuestros escenarios.

Setlist Tindesticks:

Running Wild
The Amputees
Second Chance Man
How He Entered
Medicine
Black Night (Bob Lind cover)
Trees Fall
Pinky in the Daylight
Carousel
Willow
See My Girls
Old Man’s Gait
Tough Love
Her
Another Night In
Show Me Everything
For the Beauty
—
A Night So Still
Take Care in Your Dreams

Xavi Garriga Giol