The Plasmatics: el caos sobre un escenario

Dinamitar coches, volar en helicópteros, pollos lloviendo desde los focos hasta el escenario, amplis explotando, perder parte de mi cresta en las llamas, ser arrestado, ser apaleado por la policía o dar con los huesos en la prisión… ¡Nunca nos aburríamos!”

¿La mejor banda punk de la historia? Posiblemente. Plasmatics contaban con Wendy O’Williams, una actriz porno y stripper y con Rod Swenson, uno de los estudiosos del anti-arte que sentía devoción por el punk. Con semejantes ingredientes metidos en una coctelera la cosa debía explotar, y así fue, pues si hay algo que se puede asociar a los Plasmatics son explosiones. La filosofía del punk rock, belicosa y combativa, se hacía carne en esta banda de Nueva York. Llevaron los pilares del punk y su filosofía hasta las últimas consecuencias, es por eso que muchos les consideran como a una banda punk atípica.

Trayectoria

Rod Swenson poseía su título universitario y lo que de verdad le atraía era el mundo de la música, así que se decidió a crear una banda de punk rock. Necesitaba un cantante capaz de cometer todas las locuras posibles, pues Swenson estaba metido dentro del corriente del anti-arte y sus ideas descabelladas eran muchas, a cada cual más loca si cabe. La fortuna le sonrió pues cruzaría su camino con una stripper y actriz porno de armas tomar, capaz de cualquier cosa: Wendy O’Williams. Era 1978 y Swenson ya era todo un especialista en arte conceptual, neodadaismo y gustaba de hacer provocadoras performances en las que contaba con música de bandas emergentes de punk rock.

Parece ser que la joven Wendy se presentó a un cásting de una de las obras que Swanson estaba preparando por esas fechas. El núcleo duro de la banda había nacido, así que sólo quedaba hacer varias audiciones para encontrar al resto de músicos que les acompañaran. Su primer concierto sería en la célebre y ya desaparecida sala CBGB’s, en la que, obviamente, dejarían a todos los presentes en estado de shock. La actitud auto-destructiva del grupo, el caos creado en el escenario y los ovarios que gastaba Wendy pusieron el nombre de The Plasmatics en boca de todo el underground neoyorkino. Llegarían a ofrecer dos shows por noche en los que agotaban todas las entradas. Se dice que fueron la banda que más gente congregó en la mítica sala de Nueva York, pues muchos de los que quedaban sin entrada permanecían por las inmediaciones del lugar.

Una de sus prácticas habituales era la de utilizar sierras eléctricas y cargarse algunos de los instrumentos con ellas. Las crónicas de la época pronto empezarían en alabar a una Wendy guerrera capaz de todo. El CBGB’s ya había quedado pequeño como una caja de cerillas para el grupo, así que pronto debieron ingeniárselas para buscar emplazamientos de más capacidad en un Nueva York que no estaba dotado de grandes salas para los movimientos más underground. En 1979 llenarían el Palladium Center siendo la primera banda en la historia que lo conseguía sin estar apoyada por un gran sello discográfico.

Empezaron a girar por más estados de Norteamérica y labrándose un nombre a base de provocación, sangre y sudor. Como los sellos americanos sentían auténtico pavor a la hora de fichar a un grupo de semejantes características sería la discográfica inglesa Stiff Records quien apostaría por ellos en 1980. Los directivos de Stiff viajaron a la Gran Manzana para comprobar que todo lo que se hablaba de los Plasmatics era cierto. Corroboradas las perspectivas ficharon y entraron a grabar su ópera prima: New Hope for the Wretched. La portada del disco ya da muchas pistas sobre la personalidad de la banda. Un automóvil blanco hundiéndose en una piscina con una Wendy desafiante subida en la puerta abierta y un Rod armado con su guitarra de flecha sobre el capó del coche, sentado cómodamente en el capó y vistiendo un tutú de bailarina clásica. El resto del grupo aparece en el fondo de la instantánea, en un claro segundo plano. Ya en sus descargas adrenalíticas la banda reventaba televisores y coches en directo, y en la canción “Butcher Baby”, aparecía un solo de guitarra para dar paso a un solo de sierra eléctrica. Obviamente este tema sería elegido como single.

Definitivamente Wendy era una tipa salvaje y única, dedicada y devota hasta las últimas consecuencias.

La violencia como mejor publicidad

En su gira por tierras inglesas tuvieron que hacer frente a la censura. Las instituciones inglesas no consideraban apropiado que Wendy tocara semidesnuda y que hicieran explotar un coche en medio del Hammersmith Odeon londinense. Los técnicos de seguridad apoyaron a las instituciones y consideraron el show como peligroso, así que su primer concierto quedaba suspendido. Rod era tenía un gran ojo avizor para la publicidad y en la edición del álbum en América regalaban un póster del concierto cancelado en Londres, todo un toque de aviso a los compradores del LP, remarcando que la banda era “todo un peligro”.

Ya de vuelta a casa el grupo decidió publicitar su inminente gira de una forma muy original: Wendy condujo un precioso Cadillac estampándolo contra el escenario en el que tenía que hacerse el concierto. La diva saltó antes de la colisión pues en el escenario habían colocadas varias cargas explosivas, volando todo el equipo. Para conseguir hacer eso se necesitaba la asistencia de unas 5.000 o 6.000 personas para el show, que, por cierto, era gratuito. Asistirían unas 10.000 agolpadas donde pudieron, incluso desde los tejados colindantes. Al parecer se habían gastado todo el presupuesto que les dieron para la realización del disco. El éxito hizo que el grupo se animara a repetirlo en más de una ocasión. Su ascenso al estrellato era evidente pues nadie podía llegar al nivel de locuras de esa banda.

Los dos shows previstos para Los Angeles terminarían siendo cuatro, agotando todas las entradas. Los periódicos y televisiones del país pronto les reclamaron para entrevistas. En 1981 Wendy sería arrestada en Milwakee por indecencia. El angelito con cresta mohicana Jean Beauvoir sería apresado por simular una masturbación con un martillo pilón. Obviamente la banda se opuso a la policía que no dudó en lanzarla al suelo y patear la cara a WendyRod intervino y terminó inconsciente en el suelo. Posteriormente la policía retiraría todos los cargos y ambos saldrían libres. Sus posteriores conciertos contarían con la presencia de miembros de la policía antidisturbios para poder sofocar cualquier tipo de incidente, por parte del público, pero obviamente también por parte de la banda. No sería la única vez que Wendy terminaría arrestada por conducta obscena.

Para el segundo disco la gente de Stiff ya había aprendido la lección y les dio una cuarta parte del presupuesto utilizado en su primer disco. Beyond the Valley sería el título del disco, con reminiscencias a una de las películas eróticas de Russ Meyer. Era 1981 así que decidieron aprovechar la fama de la excepcional y futurista novela de George Orwell 1984 para publicitar la gira, que sería bautizada como “The 1984 Tour”. La portada es una foto tomada en el desierto de Arizona en la que aparece el grupo montado a caballo haciendo un guiño a los cuatro jinetes del Apocalipsis. El éxito del disco hizo que el cantante, compositor y productor Dan Hartman quedara prendado por la energía del combo y se decidiera a producirles y grabar algo con ellos. La banda acababa de sacar un disco, así que optaron por grabar un EP titulado Metal Priestess, con el que su música dio un importante giro hacia el heavy metal dejando de lado el hardcore punk de sus inicios. Fue cuando Jean Beauvoir dejó su puesto de bajista entrando Chris “junior” Romanelli en la agrupación.

El contacto con Hartman hizo que Capitol Records se hiciera con los servicios de la banda y signaran un contrato a nivel mundial abandonando Stiff Records. Contarían a la producción con todo un Dieter Dierks (productor de los Scorpions), que mostraría un enorme interés en trabajar con el combo. Coup d’Etat sería una obra que incluso sería grabada en los Electric Lady estudios, célebres porque Jimi Hendrix grabó varios de sus discos allí. Coup d‘Etatestá considerado como su gran disco y es pionero a la hora de mezclar punk y heavy metal. Existen dos versiones del mismo disco, una de ellas con un sonido mucho más crudo y son muchos fans los que consideran que es el disco original a pesar de que lleva por nombre Coup de Grace. Esta versión aparecería 20 años después de la edición de Coup d’Etat.

En las grabaciones del disco Wendy tuvo que ser tratada por médicos debido a que llegó a forzar mucho sus cuerdas vocales. Para promocionar el disco Rod ideó y dirigió un videoclip asombroso y arriesgado del tema “Damned”. En él vemos a una atrevida O’Williams subida encima de un autobús escolar atravesando el desierto de Arizona a grandes velocidades. Wendy no está asegurada con cuerdas ni nada, por lo que los riesgos tomados en la grabación fueron muchos. Cualquier error podía resultar fatal. Se utilizaron tomas desde un helicóptero y finalmente Wendy atraviesa un muro formado por televisores. En el video se ve que el choque es real y que es la vocalista la que conduce el furgón. Finalmente, el autobús termina explotando contra la muralla de televisores. Hay una toma en la que Wendy salta antes de la explosión, pero esa toma no es real.

A pesar de que la popularidad de la banda iba en aumento y que Coup d’Etat era su mejor disco Capitol Records encuentran una gallina de los huevos de oro en la banda Duran Duran y con ellos vuelcan todos sus esfuerzos económicos. Vendían mucho más y los problemas con la policía y las muchas locuras imprevisibles del grupo quedaban reducidas a cero. ¡Eran Duran Duran! Ese mismo año Plasmatics eran expulsados del prestigioso sello discográfico. En el fondo los Plasmatics fueron una banda como los Ramones, siempre tuvieron el reconocimiento y la veneración de la escena y los fans, pero nunca llegarían a vender grandes cantidades de discos.

La conexión con Motörhead

Lemmy siempre ha sido otro de los grandes avispados del negocio y si ya consiguió una gran repercusión uniendo fuerzas con las Girlschool en el EP ST. Valentine Day’s Massacre en el que tocaban un tema juntos y cada banda se atrevía con una composición del otro artista. Se volvería a repetir esa fórmula con Wendy y los Plasmatics. Bronze Records editaría ese EP del que destacaría ese “Stand By Your Man”, tema clásico del country americano. Los Plasmatics atacarían la célebre “No Class” y los Motör harían lo propio con “Masterplan”.

Wendy en solitario

Tras haber roto con Capitol el ojo avizor de Gene Simmons (bajista de Kiss) se posaría en los Plasmatics. Simmons quería a la banda como telonera y quiso ofrecerles la posibilidad de hacer un disco ya que Capitol no quería editarles nada más. Para evitar la batalla legal por el nombre se decidió editar el disco como “W.O.W” (Wendy O’Williams) y que quedara como un disco en solitario de la cantante. Simmons les daría plena libertad compositiva y aportó a músicos reputados para la grabación. Varios miembros de Kiss participarían en el disco como invitados y Wendy quedaría nominada a los Grammys como mejor cantante femenina de 1985. La vocalista apostaría por abandonar su habitual cresta y dejó crecer su cabello rubio cambiando de imagen. Eso simbolizaría una nueva etapa.

Kommander Of Kaos le seguiría en 1986, disco en el que encontramos mucha más velocidad y agresividad cercanas al punk inicial. La portada mostraría a Wendy atada sobre el capó de un coche que acaba de atravesar un muro. En esa época la frontwoman participaría en el musical The Rocky Horror Picture Show haciendo el papel de Magenta. En declaraciones a una televisión americana Wendy decía: “Si me ofreces dinero o aventuras, ten por seguro que siempre elegiré la aventura”. La sociedad vio en esa participación otra cara artística de Wendy y abriría una puerta a que los cantantes de heavy metal participaran en musicales. Sebastian Bach de Skid Row lo hizo en Doctor Jekyll y Mr Hyde, Paul Stanley en el Fantasma de la Ópera y en nuestro país Leo Jiménez lo hace también en El Fantasma de la Ópera. O’Williams demostró a la gente que había una artista donde la gente solía ver a una desquiciada punk destructiva. Y es que esa imagen de destrucción andante había que dejarla en los escenarios pues la chica era una enamorada de la naturaleza y sentía especial devoción por los animales. Era vegetariana y una activista con grandes inquietudes culturales. De hecho, llegó a acusar a Debbi Fields (de las galletas Mrs. Fields) en un programa de televisión. Dijo que el uso de azúcar en sus galletas era tan nocivo como el de la heroína.

La vuelta de los Plasmatics

Tras la edición del fiero Kommander of Kaosel nombre de The Plasmatics vuelve a asomar en su nuevo plástico: Maggots: The Record. El disco es justamente lo opuesto al anterior y está basado en una historia conceptual en la que aparecen unos arreglos ciertamente complejos para una banda como ellos. La crítica social, el medio ambiente y el escenario apocalíptico vuelve a asomar como ya lo hicieran en sus inicios. La obra nos mete de lleno en un futuro en el que el efecto invernadero ha pasado factura y en el que los combustibles fósiles han sido ya agotados. Este alegato naturista ha llegado a ser calificado como la primera ópera thrash metal. La presentación del disco se hizo en el Palladium de Nueva York y la banda dotó al escenario de diferentes niveles que serían reducidos a escombros con martillos pilones y sierras eléctricas.

El último disco que grabaría Wendy fue Deffest! And Baddest! en 1988 y supone un distanciamiento del punky del heavy metal. Wendy experimenta con hip hop y es un disco en el que posee control total para hacer todo lo que quería. Meten coros Katrina Astrin y La Donna Sullivan y la portada presenta un plátano a medio pelar listo para comer.

Sus últimos días

En 1993 Wendy hizo su primer intento de suicidio clavándose un cuchillo en el pecho y, con el cuchillo alojado en el esternón, cambió de idea y llamó a Swenson para que la llevara de urgencia al hospital. Repetiría intento de suicidio en 1997 con una sobredosis de efedrina, un psicoestimulante precursor de la anfetamina. Finalmente, en 1998, cuando contaba con 48 años de edad, decidió terminar de una vez por todas pegándose un tiro en una zona boscosa cercana a su casa. Algunos vieron en ese suicidio un final digno y acorde con el arte auto-destructivo de la artista, pero Swenson comentó que en sus últimos momentos de vida Wendy estaba realmente abatida. La nota que dejó de despedida la verdad es que hiela la sangre.

El acto de quitarme la vida no es algo que decida hacer a la ligera. No creo que nadie se quite la vida sin antes haberlo reflexionado profundamente durante un largo periodo de tiempo. De todas formas, estoy convencida que el derecho a poder hacerlo es uno de los derechos fundamentales que alguien puede llegar a tener en una sociedad libre. Pienso que la mayoría de lo que hace el mundo no tiene ningún sentido, pero el sentimiento con respecto a lo que estoy haciendo suena alto y claro en el interior del oído, en un lugar en el que no hay nadie, sólo la calma. Amor eterno, Wendy.

A pesar de la coherencia absoluta de sus palabras y de que mantiene en ellas un alegato al habeas corpus y a la libertad individual de hacer lo que uno quiera hasta sus últimas consecuencias parecen líneas escritas desde una profunda depresión y de alguien que ha estado recapacitando mucho sobre el sentido de la vida y sobre el estado del mundo. Como rezaba el célebre cuadro de Goya, “el sueño de la razón produce monstruos” y sus demonios interiores la empujaron, una y otra vez a romper con todo. Muchas celebridades y ex compañeros dieron sus condolencias y la despidieron con todos los honores. Wendy es por derecho propio una de las grandes leyendas de la música punk, rocky metal, y a pesar de que hay muchas imitadoras, nadie se ha llegado a acercar a lo que O’Williams llegó a hacer sobre un escenario. Por derecho propio es la Reina del Shock Rock.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.