The New York Dolls: Muñecas de culto

Éramos «la banda» en aquel momento, teníamos mucho éxito en ese sentido porque éramos los reyes, y todo lo que hicimos fue cogerle el maquillaje a nuestras novias y vestirnos como nosotros queríamos, y así como el arte muchas veces se colgaba en los museos, para nosotros el ir así ya era arte.

– Popular 1 (2008)

Imprescindibles. The New York Dolls son una de esas bandas clave con suerte esquiva. Fueron los primeros en vestirse de mujeres y en jugar con la androginia junto a Bolan y a Bowie. Su tienda de ropa tuvo mucho que ver en todo ello, hasta el punto que Malcom McLaren y Vivienne Westwood copiaron todas esas ideas en su Londres natal cuando les conocieron en 1971. Desgraciadamente los Dolls pasaron de puntillas por la escena americana e inglesa, a pesar de que sus dos únicos discos llegaron a ser venerados como obras clave para entender las tendencias posteriores. Anticiparon lo musical y lo estético, e incluso el líder de The Smiths llegó a ser el presidente de su club de fans en Inglaterra. La muerte estuvo siempre presente en sus carreras y nombres y personalidades como las de Johnny Thunders, Billy Murcia o Arthur “Killer” Kane ya no están entre nosotros. Décadas después de su irrupción, el mundo les ve como unos visionarios adelantados a su tiempo y como a una banda a la que reivindicar y hacer reverencia. Es bonito que, aunque tarde, el mundo les reconozca sus himnos y su faceta de pioneros. Todo el metal festivo de los 80 les debe la vida, y sin ellos los Sex Pistols, posiblemente, nunca hubieran asomado.

Trayectoria

El embrión de The New York Dolls lo encontramos en la banda The Pox, formada en 1967 por Billy Murcia y Sylvain Sylvain (de origen egipcio). En 1970 entra Johnny Thunders, pero no quiere tocar la guitarra, pues considera que hay demasiadas cuerdas en el instrumento. Sylvain Sylvain le da clases para que vaya aprendiendo. El siguiente en llegar es el cantante David Johansen, motivo por el que Thunders decide dedicarse finalmente a las seis cuerdas. En esos tiempos era el vocalista de la banda Actress. Una tienda de reparado de muñecas estropeadas inspiró el nombre del grupo: The New York Dolls (las muñecas de Nueva York). Paralelamente al grupo, Sylvain y Murcia tenían un negocio propio de ropa que respondía al nombre de Truth and Soul. Eso sería básico en el futuro del grupo pues sería uno de los primeros grupos, o quizá el primero, en darle el mismo protagonismo a lo visual que a lo musical. Segunda mano, ropa de chica, atuendos rockabilly… todo era mezclado sin coherencia alguna. Ese era el camino: ser kitsch.

La banda sonaba diferente a todo lo habitual y a nada en concreto. La armónica de Johansen les daba un aire blues y soul y se notaba que la semilla de los MC5 y los Stooges estaba presente. No eran grandes instrumentistas ni tampoco Johansen era un gran cantante, pero eran divertidos, chocantes y divertidos.

En 1971 Rod Stewart y los Faces les ofrecen telonearlos en unos conciertos en Inglaterra. Pasaban de tugurios de 350 personas al estadio de Wembley delante de 13.000 personas. Esa misma gira sería el final del baterista de origen colombiano Billy Murcia. Según dice la leyenda, un desmayo hizo que unas groupies le sumergieran en una bañera y le dieran café para despertarlo con drogas de por medio. Murcia terminaría ahogado y la banda suspendió los conciertos, optando por volver a Estados Unidos. No poseían ni contrato discográfico y ya contaban con su primer mártir. La muerte sería una compañera fiel en la banda. Demasiado fiel y presente… Jerry Nolan fue su sustituto y la formación debutó en directo con la nueva formación en la Noche Buena de 1971, en un cobertizo de mala muerte. Puro glamour de cloaca. Antes, la banda aprovechó el tiempo y aparecieron en directo en el programa de culto de la BBC2, The Grey Old Whistle Test. Tocaron la adrenalítica “Jet Boy” desplegando todo su potencial y sus mejores galas. La pajarita enorme del baterista Murcia es tan espectacular como los topos blancos de Johansen o la impagable estampa de Kane vestido de prostituta barata. Como no podía ser de otra forma, la batería es rosa. Todo el que vio su aparición televisiva se quedó con su impactante imagen, aunque fuera sólo para criticarles.

La discográfica Mercury sacó su disco New York Dolls en 1973 con producción del reputado Todd Rundgren, y la recepción fue la habitual de las bandas de culto: buenas críticas, pero pocas ventas. Ese disco contenía muchos de sus grandes clásicos como “Personality Crisis” o “Trash”, así como la mítica versión de Bo Diddley “Pills”. Impagable es la instantánea que aparece en la cubierta del disco y genial es el logo, dibujado con pinta labios. Para 1974 la banda ofrecía su segundo disco: Too Much, Too Soon. Contaron esta vez con George “Shadow” Morton en la producción, pero la recepción del álbum pasó tan desapercibida como la primera. En el disco colaron, como en el anterior, alguna versión de rock clásico como “(There’s Gonna Be a) Showdown”, pero brillan con luz propia “Babylon” o “Stranded in the Jungle”. Esta vez la cubierta era una instantánea del grupo tocando en directo. La banda se quedaría sin discográfica tras ese disco.

Malcolm McLaren y la Rusia soviética

A pesar de que había varias casas de discos interesadas en el grupo, sería Malcolm McLaren el tipo que pasaría a tomar las riendas del grupo. A su imagen andrógina impactante quiso aplicarle nuevas ideas que fueron un error absoluto. McLaren quería darle al grupo una onda más provocativa y se le ocurrió vestirles de rojo y hacerlos actuar con una bandera soviética de fondo. La Guerra Fría con los rusos seguía latente, y mostrarse ante el público con una imagen a favor del enemigo, provocaría, a priori, todo tipo de reacciones chocantes y adversas, haciendo que la gente hablase de ellos. La famosa máxima de Dalí: “que hablen de ti… aunque sea para bien”, era el lema del avispado manager. Evidentemente la cosa no funcionó. Los Dolls se quedaron sin contrato y McLaren volvió con el rabo entre las piernas, con viaje de vuelta para Londres. Se suele decir que los Dolls prefirieron autodestruirse que venderse.

Los Heartbreakers

Thunders y Nolan formarían los Heartbreakers consiguiendo cierto éxito y grabando discos, pero sus adicciones irían en aumento, hasta que, en 1991, murió Thunders de sobredosis. Un año más tarde fue Nolan quien le acompañó por complicaciones derivadas de una meningitis. Atrás quedaban temas sueltos, mucho material en directo y un único disco: L.A.M.F. de 1977 (son las siglas de “Like a Mother Fucker”). Los Heartbreakers son también una de las bandas de culto del punk primerizo. No hay que olvidar que en sus filas entraría todo un Richard Hell (líder de Television y posteriormente de The Voidoids). Los Heartbreakers fueron invitados por los Sex Pistols para la gira Anarchy Tour. Thunders rindió tributo al fallecido Murcia grabando el tema “Billy Boy” en los 80, y Bowie haría lo propio en el tema “Time” del disco Aladdin Sane (1973).

Por otro lado, Johansen y Sylvain Sylvain estuvieron dentro del negocio musical a pesar de que tocaron palos muy diferentes a los Dolls, y mantuvieron unas carreras que pasaron muy desapercibidas para la escena musical. Johansen volvería a asomar gracias al éxito “Hot, Hot, Hot” en los 80, pero poco más, siempre bajo el pseudónimo de Buster Poindexter. Unieron caminos más de una vez en estudio, pero lo más destacable de Syl, en todos esos años, fue su banda The Criminals y el trabajar como taxista por las calles de Nueva York.

La reunión (2004 a 2011)

La reunión de The New York Dolls se produciría en 2004, y curiosamente, llevaría el sello de Morrissey. Él sería quien alentó a que los supervivientes se volvieran a reunir para dar un show especial, y de paso, grabar un directo y un DVD. Sylvain, Kane y Johansen volvían a reunirse sobre un escenario, e incluso hubo una película sobre dicho momento tan especial. Pero la suerte no estuvo de su parte y la banda sumó a otro nuevo mártir para el rock: Kane moría de leucemia ese mismo año. Ese concierto y, no lo obviemos, la muerte de Kane, pusieron a la banda en revistas y medios; así que la aureola de grupo de culto ya estaba colocada al lado del nombre de The New York Dolls. En 2006 anunciaban nueva formación y anunciaban disco: One Day It Will Please Us to Remember Even This, y gira. Steve Conte les apoyaba en la guitarra, Brian Delaney a la batería y Sami Yaffa al bajo. La banda mantuvo una alineación estable y se prodigó mucho en directo. Incluso en 2009 grabaron otro disco, Coz I Sez So, contando otra vez con Todd Rundgren en las labores de producción. El círculo se cerraba otra vez, pero la formación no era la misma y bajó muchísimo la calidad del directo como pudimos ver en la Sala Salamandra en 2011. Actualmente (y ya viene de lejos) la relación entre Johansen y Sylvain Sylvain es absolutamente nefasta, por lo que difícilmente habrá reunión.

Directo y actualidad

Míticos y geniales fueron los shows en Barcelona, en Sidecar y en la Apolo, consiguiendo un llenazo absoluto en cada una de las fechas. La segunda juventud del grupo fue toda una realidad, y esta vez el mundo les hace mucho más caso que en sus primeros pasos como grupo. Ya no visten esas ropas chillonas, atrevidas y femeninas, pero la banda destila sobre el escenario un aura de leyenda y consigue ofrecer unos conciertos realmente intensos. Eso sí, Johansen mantiene una chaquetita rosa. Pareció un milagro que en pleno 2011 la escena musical tratase con esta veneración a los Dolls, los auténticos padres de Sex Pistols, Hanoi Rocks, Twisted Sister y de toda la corriente de rock and roll escandinavo que surgió a mediados de los 90, capitaneada por Turbonegro, Hardcore Superstar, Hellacopters y Backyard Babies.

Lo impresdindible

Temas: “Looking for a Kiss”, “Personality Crisis”, “Pills”, “Trash”, “Jet Boy”, “(There’s Gonna Be a) Showdown”, “Babylon”, “Stranded in the Jungle” y “Dance Like a Monkey”
Discos: New York Dolls (1973), Too Much, Too Soon (1974) y Coz I Sez So (2009)
Videos: “Jet Boy” en The Old Grey Whistle Test (1973), New York Doll (2005, película) y The Return of the New York Dolls – Live from Royal Albert Hall (2004)

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1368 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.