The Guilty Brigade – Tu mundo arder

The Guilty Brigade es una banda de punk rock de Iruña que lleva en activo desde el año 2012, y desde entonces ya han publicado la nada desdeñable cantidad de cinco LP’s y un EP, siendo este Tu mundo arder (2019) su última entrega hasta la fecha. El álbum ha sido grabado y mezclado por Haritz Harreguy en Usurbil, y masterizado por Víctor García en los Ultramarino Estudios de Barcelona.

El punk rock acelerado de sus inicios ha ido evolucionando, trabajo tras trabajo, hasta convertirse en lo que es a día de hoy: un sonido más denso y trabajado, logrando obtener el tan ansiado «sonido propio». Es decir, suenan tan contundentes como siempre, pro se nota una evolución que lejos de hacerles bajar algún peldaño, lo que ha logrado es, no solo mantenerles ahí, sino subir uno o dos. Tanto es así, que para esta nueva entrega cuentan con unos colaboradores de lujo en un par de temas, su vecino Enrique Villarreal “El Drogas” (Barricada) y de Juanra y Sergi de los colosales KOP.

La cosa se abre con «Ya lo ves», su primer single y de lo mejorcito de este trabajo. Guitarras afiladas, coros potentes y esos «¡Ehhhh, ehhhh!» que harán retumbar las paredes del garito de turno. «Sigo siendo (El loco)» tampoco da tregua al oyente. Muy en la onda del opener, pero un poco más pasada de revoluciones y con un estribillo brillante, no… lo siguiente; álbum de estribillos punzantes, sin ninguna duda. Me temo que este es el tema principal de este trabajo, pues repiten en reiteradas ocasiones «Tu mundo arder». Cuenta, por cierto, con un riff de guitarra muy Motörhead. En eso que se cagan ellos, también me cago yo.

La primera colaboración llega con «Cadáveres en la tierra», y viene de la mano del gran Enrique Villarreal, leyenda viva del rock patrio. La canción es todo un himno, un homenaje a tantísimos caídos del bando republicano durante la Guerra Civil. Una vez más los coros, dando voz a los caídos, suenan atronadores. «Hemos venido aquí a joder» no puede ser más punk, hasta que se acelera dando lugar a todo un trallazo hardcore que, lejos de joderte (creedme cuando os digo que no es a vosotr@s a los que quieren joder), te empujan irremediablemente hacia la pista de baile para dejarte las costillas contra el suelo.

El inicio (bueno, el riff principal, en general) de «Soy tu tormenta», tema en el que colaboran Juanra y Sergi de KOP, me recuerda mucho al himno de Body Count «Cop Killer», y no me extrañaría lo más mínimo que la similitud fuera intencionada, teniendo en cuenta a tan insignes colaboradores. Es un tema que bien podrían haber firmado los propios KOP. Y hablando de maderos, «I Want to Destroy You» es un divertimento de apenas un minuto de duración (sin más), interpretado en inglés, que empalma con «Que se joda la luna», su particular manera de entender el amor. «Zure paradisuko deabruak» («Los demonios de tu paraíso», según Google Translator) viene a demostrarnos que el punk fue creado para ser interpretado en euskera. Como suele ser costumbre en ellos, siempre hay un tema en todos sus trabajos, exceptuando Pólvora & Whisky (2015), interpretado en vasco. El tema más largo, con poco más de cinco minutos de duración, se lo guardan para el final. «Esto no es una canción de amor» viene a demostrar que no se puede ser más punk. Tema rápido y directo con el que ponen el punto y final a media hora de una descarga tan adrenalítica como efectiva.

The Guilty Brigade, ni están inventando nada ni tampoco creo que tengan la intención de re-inventar nada, y mucho menos un género musical como el punk. Con más de 40 años de existencia, todo lo que se tenía que hacer y decir sobre éste ya ha sido hecho y dicho hace muchos años. La gran responsabilidad de todos los que han llegado después es mantener la llama viva, y si esa llama sigue encendida por aquí, es gracias a bandas como Crim, Batec, La Inquisición o The Guilty Brigade. Jugar a ser punk es muy fácil, pero hacer que el mundo se lo crea no lo es tanto, y yo a Gartxot, Iván, Xabi y Néstor me los creo, y mucho. ¡Grandes! Zorionak!

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.