
Esta vez le toca celebrar el 50º Aniversario a The Doobie Brothers, una banda proveniente de las soleadas llanuras de California, sacada de los campos de algodón sureños y de genuina carretera, que se labró la fama y el reconocimiento en todo el mundo gracias a sus variadas influencias y a su compendio de R&B, blues, country y rock ‘n’ roll. Ampliamente reconocidos y premiados, abrieron el camino para el rock sureño posterior, para las bandas de rock duro de mediados de los setenta y para cualquier grupo mínimamente abierto a las raíces más profundas del rock.
La banda fue formada en 1970 en San José, California y sus características más conocidas son la flexibilidad que tienen sus músicos para tocar en numerosos géneros y lo que se añaden sus trabajadas armonías vocales. Activa durante cinco décadas y con su mayor auge en la de los 70, la formación actual del grupo consta de los miembros fundadores Tom Johnston (guitarras, voz) y Patrick Simmons (guitarras, voz), junto con Michael McDonald (teclados, voz) y John McFee (guitarras, pedal steel, violín, coros) y músicos de gira como John Cowan (bajo, voz), Marc Russo (saxo), Ed Toth (batería) y Marc Quiñones (percusión).
Otros miembros veteranos de la banda son el guitarrista Jeff «Skunk» Baxter (1974 – 1979), el bajista Tiran Porter (1972 – 1980, 1987 – 1992) y los baterías John Hartman (1970 – 1979, 1987 – 1992), Michael Hossack (1971 – 1973, 1987 – 2012) y Keith Knudsen (1973 – 1982, 1993 – 2005).
Sus constantes cambios de formación no fueron impedimento alguno para que los Doobie Brothers sacaran dos álbumes a principios de los setenta realmente espectaculares, una fusión de blues-rock y country sensacional bajo el sello Warner Bros y la producción de Ted Templeman, que también produjo álbumes del calibre del primero de Van Halen o el homónimo de Montrose.
La banda practicó hasta 1976 un rock marcadamente melódico, pero en ese año, Johnston abandonó la banda por problemas de salud. La incorporación a la voz y a los teclados de Michael McDonald trajo un cierto cambio hacia un sonido más dulce que situó muchos éxitos de la banda en las listas de éxitos del pop a la vez que su estilo iba derivando paulatinamente hacia un ADN más ochentero y tranquilo.
Qué sabemos de The Captain and Me a través de sus canciones
En The Captain and Me, el tercer álbum de los californianos que se lanzó el 2 de marzo de 1973, se pueden apreciar la maduración del sonido de la banda; un sonido ya característico desde su segundo LP, Toulouse Street (1972) y la consolidación de su estrellato definitivo con los singles “China Grove” y, sobretodo, con ese tren de largo recorrido, “Long Train Runnin’”. La banda recuerda a grandes como Crosby, Stills & Nash, a los Allman Brothers o a los ingleses America, contemporáneos suyos, entre muchos otros, pero su sonido es cien por cien característico.
Los dos singles mencionados son una buena muestra de lo que ofrece el disco: el rasgado inicial marca de la casa, una percusión con un swing tremendo, unas voces que parecen negras, incorporaciones como una armónica o un teclado, y un sonido muy arraigado en la música tradicional americana.
Estas características se van repitiendo a lo largo del plástico, repleto de blues en el tema “Dark Eyed Cajun Woman”, uno de los primeros temas de esta modalidad que hizo la banda y que Johnston lo vio como un tributo a ese estilo musical en general y a su rey, BB King, en particular, o de folk incluyendo cuando convenía guitarras eléctricas distorsionadas en “Without You”, el tema estrella de sus directos en esa época, o en “Evil Woman”.
Tom Johnston, el verdadero líder de la banda, se encargó en todas sus composiciones de flirtear tanto con la música más ancestral de su tierra como con las nuevas tendencias rockeras más en boga en su época. Puro mestizaje con sello propio.
Del resto de canciones que incluye el álbum, tenemos que “South City Midnight Lady”, aunque trata sobre el sur de San Francisco, no hace referencia a ninguna mujer en particular. En esta canción, Jeff Baxter, de Steely Dan, tocó la guitarra de pedal de acero en la pista. Baxter se acabaría convirtiendo en Doobie Brother oficial en 1974.
“Clear as the Driven Snow”, según Johnston, es una advertencia sobre el abuso de sustancias químicas recreativas, que reflejaba el estilo de vida de los miembros de la banda en ese momento.
La segunda cara del disco se abre con la rockera “Without You”, una especie de tributo a The Who. Esta canción, como muchas otras, había comenzado como un atasco en la archiconocida Ruta 66 pues tenía a ambos baterías tocando al mismo tiempo y eso, a veces, constituía un problema.
La breve pieza de guitarra solista de Patrick Simmons, “Busted Down Around O’Connelly Corners”, que es como llamaban a un edificio de apartamentos en la localidad californiana de Los Gatos, da paso a “Ukiah”, un tema que Johnston escribió en homenaje a esa ciudad del condado de Mendocino, también en California.
“The Captain and Me” es el tema que cierra el álbum y la canción que da título al mismo. Según Johnston, el capitán no es nadie en particular, la letra fue escrita deprisa y corriendo y no tiene un significado real. Fue lanzada como single en los Países Bajos y recibió algo de difusión allí. Ron “Boomer” Blomberg, beisbolista profesional que jugó en los Yankees de Nueva York, recordó que a él y al capitán de los Yankees, Thurman Munson, les gustó la canción por su mensaje positivo que fue por ese motivo que su segundo libro publicado en 2021 el cual trata sobre su relación con Munson, tiene por título el de esta misma canción.
Un disco, en resumen, ideal para sonreír un poco y transportarse a las largas autopistas estadounidenses como la anteriormente mencionada Ruta 66, que es casi lo mismo que nuestra querida N-340, aunque seguramente sin tantas rotondas. Dadle una oportunidad si no lo habéis hecho aún y escuchad The Captain and Me. No os vais a arrepentir, os lo prometo.
