Slayer – South of Heaven (Especial 30º Aniversario)

Ficha técnica

Publicado el 5 de julio de 1988
Discográfica: Def Jam Recordings
 
Componentes:
Tom Araya - voces, bajo
Jeff Hannemann - guitarra
Kerry King - guitarra
Dave Lombardo - batería

Temas

1. South of Heaven (4:58)
2. Silent Scream (3:06)
3. Live Undead (3:50)
4. Behind the Crooked Cross (3:14)
5. Mandatory Suicide (4:05)
6. Ghosts of War (3:53)
7. Read Between the Lies (3:20)
8. Cleanse the Soul (3:02)
9. Dissident Aggressor (Judas Priest cover) (2:35)
10. Spill the Blood (4:51)

Multimedia



Escucha y compra

Este disco en Amazon: Slayer – South of Heaven (Especial 30º Aniversario)
Todos los discos de Slayer en Amazon


Difícil tarea debe ser para un grupo como Slayer superarse a ellos mismos después de sacar uno de los mejores discos de thrash metal en la historia de este género musical. Tras el huracán que supuso su anterior Reign in Blood (1986) volver a entrar en un estudio les podía consagrar o hundirles. Teniendo en cuenta que su anterior disco es pura rabia y velocidad a raudales cuando pones este disco te das cuenta que la cosa ha cambiado un poco. Tempos más calmados y sobre todo la voz de Tom Araya es menos veloz, pero vamos, el temazo que da el pistoletazo de salida es una maravilla. «South of Heaven» tiene un inicio genial con unas guitarras que evocan magia mientras el desarrollo de la misma es bastante monótono pero para nada pesado y se hace muy amena. Su final empalmado a la perfección con «Silent Scream» es genial y aquí si que parece que se aceleran un poco más pero no mucho, la verdad sea dicha. Canciones mucho más meditadas trabajando el sonido de una forma diferente a como habían hecho hasta ahora. Se nota a leguas que es Lombardo tras los parches y la dupla King Hannemann con esos solos (feos y sin sentido a veces) que enamoran sin remedio. Al revisarlo con 30 años a sus espaldas te das cuenta que algunos elementos que usarían bien entrados los años 90 ya estaban latentes en su música y no debería haber sorprendido a la comunidad metal cuando sacaron discos como Divine Intervention (1994) o Diabolus in Musica (1998)

Con «Live Undead» siguen en sus trece de no apretar el acelerador y jugar más con medios tiempos con unas guitarras diferentes, eso sí, los solos son los de siempre. Una canción con un espíritu muy heavy con esos gritos tan característicos de Araya y esas voces de sufrimiento. Hacia el final si que le pegan fuerte y atacan sin piedad maquillando el conjunto con esos «solos».

En «Behind the Crooked Cross» recuperamos a los Slayer más conocidos pero no es una canción que destaque ni sea relevante en el conjunto de este trabajo. Para mí pasa algo desapercibida por su estructura y parece más de relleno.

Pero el chasco que te puedes llevar de la anterior te lo remedian de inmediato con una de las mejores canciones del disco y, como opinión personal, de su larga carrera (con el perdón de «Angel of Death» y «Raining Blood»). «Mandatory Suicide», canción que han versionado hasta el infinito un montón de grupos de metal, es realmente épica. Desde su inicio con esas guitarras volando y el bajo y batería cubriendo desde las espaldas hasta su desarrollo machacón, toda ella te envuelve en una aura de mala baba que no puedes quitarte de encima. Ese tono vacilón está presente en todo el disco pero en esta canción toma mucho más protagonismo y aquí sí, los solos son mucho mejores, algo que se agradece y bueno, prefiero mil veces los solos de Mr. Hannemann que los de Mr. King y también sus composiciones. La parte final es muy atmosférica y opresiva con una voz relatando los últimos minutos antes del suicidio.

Con el principio de «Ghosts of War» te quedas algo loco ya que suena a producción pobre pero es un truco para atacar a tus neuronas de pronto a toda velocidad, aquí sí, recuperando a los más auténticos Slayer. Atisbos de su mejor época salpicados con solos hiper veloces y partes épicas y oscuras de un fuerte carácter thrash haciendo mover tus cervicales como si no hubiese un mañana. Unos maestros.

Típica canción de los americanos con «Read Between the Lies» con esos ritmos marca de la casa a medio tiempo creando una tensión perpetua durante toda ella con partes muy intensas y potentes.

Continúan con «Cleanse the Soul» a toda velocidad con una batería hiperactiva, loca y llena de detalles. Frenesí en la parte de los solos volviendo a sonar a ellos sin mucho más. Resulta curiosa la evolución del disco llegados a este punto donde mezclan sus nuevas ideas con viejos clichés dando como resultado un disco variado y entretenido.

Nos ofrecen una versión de Judas Priest con «Dissident Aggressor» de su disco Sin After Sin (1977) pasada por su filtro, canción que podría pasar perfectamente como una de las suyas ya que su característico sonido es inconfundible. Aunque claro, el halo de la vieja escuela heavy está presente en todo su desarrollo con bendings (imitando la voz) y riffs de toda la vida. Se entiende que la eligieran ya que se la considera la primera canción thrash que se hizo de un disco que no se le ha tenido mucho en cuenta y que realmente tiene un sonido impresionante y unas muy buenas composiciones.

Para terminar nos regalan «Spill the Blood» que empieza de una manera muy clásica con una guitarra acústica recordando a grupos de los años 70. Oscura y decadente en su parte inicial con unos riffs muy bien elaborados en la onda que siempre han hecho pero siendo realmente sugerentes. Siguen a medio tiempo acompañados de la voz y en este caso siguen así hasta el final.

Un buen disco que supuso un cambio respecto a sus anteriores trabajos apostando más por medios tiempos y aunque hay alguna canción que no está a la altura de las otras es un disco ameno y que tras 30 años sigue pateando traseros. Si todavía no lo has escuchado dale una oportunidad.

 

 

 

 

Robert Garcia
Sobre Robert Garcia 427 Artículos
Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica... La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.