Slapshot & Co. incendian el Estraperlo

El 15 de febrero ya puede constar en el calendario de 2019 como uno de los días más concurridos del año, así de claro. Nada más despertar, me saltó en la pantalla del teléfono un aviso de «tienes 7 eventos hoy». Y para todos los gustos, precios y distancias. No muy lejos de casa Pánico al Miedo y Storm en Terrassa. Un poco allá, Crim, Violets y Batec tocaban en Girona. En el centro de Barcelona, ’77 se presentaban junto a The Mothercrow en la Sala Apolo y Mastodon, muy bien acompañados de Kvelertak y de Mutoid Man en la Razzmatazz.

Nosotros, humildemente, preparamos la mochila con todo el equipo fotográfico necesario y tiramos hacia la Estraperlo de Badalona. Allí teníamos un mini-festival por delante aunque, por motivos personales, no pudimos comparecer el sábado, segundo día de «festival». El viernes dimos todo lo mejor para cubrir las tres bandas que tocaban.

Orreaga 778

Desde el País Vasco llegaban Orreaga 778 ofreciendo un buen puñado de himnos Oi! con un público haciendo coros delante del escenario, a pesar de que la noche apenas había comenzado y la sensación de que la cantidad de cervezas tiradas por el suelo ya podría equipararse a la ya consumida.

Shipwrecked

Los segundos en la secuencia fueron los noruegos Shipwrecked y su increíble show de 20 minutos (o incluso menos). Quizá fueron los 20 minutos más intensos de la historia del Estraperlo, incluyendo al fotógrafo que os escribe. Personalmente, tuve que esquivar unas cuantas veces al público para que no me aplastaran la cámara. Pero gracias a mi experiencia en la sala, ya conocía muy bien las posiciones más seguras. Desde allí pudimos observar la sensación de total descontrol existente. Los stage divers llegaban de todos los lados en plan kamikaze y, si a todo ello le sumamos los cinco integrantes de la banda, que no estaban para bromas, la cosa fue épica. En un momento dado del set, un guiri le pidió algo al vocalista y le sacó al escenario para cantar «Live and Die For». Percibí que el ciudadano solo quería grabar un video o incluso hacerse un selfie en plena acción. Al tipo le arrancaron, hasta en dos ocasiones, el teléfono de las manos. Fue el propio vocalista de Shipwrecked, y tras no cejar en su empeño de lograr su objetivo, quien, tras un tercero intento, le arrancó el teléfono de las manos y lo lanzó al público. Tengo el registro de unos segundos antes y se nota el enfado (o perversidad) en los ojos del pavo. Seguro que nuestro turista se llevó un buen recuerdo de la noche.

Slapshot

Slapshot anunció que, en cada parada de la gira, tocarían versiones de sus clásicos bajo el nombre de Stars and Stripes, y así fue, junto a otros tantos himnos de Slapshot. Otra característica de la banda es esa imagen de tipos duros de sus integrantes que, incluso después de más de 30 años de carrera, mantienen ese postureo tan típico. El primero de ellos, su batería Corey Koniz, quien estaba enfermo, febril, pero aguantó todo el set sin quejarse ni un solo minuto, y eso que se notaba que el hombre no estaba no lo estaba pasando bien. Demostró una gran profesionalidad. Segundo, el vocalista Choke Kelly, quien llevaba un llamativo vendaje en la pierna, lo que limitó sus movimientos pero no la intensidad de su interpretación vocal. Empezaron la noche con «I Told You So», de uno de sus discos más recientes, volvieron a los 80 con «Back On the Map», para luego demostrar que no se ablandaron con el paso de los años tocando «Remedy», de su último trabajo publicado hasta la fecha, Make America Hate Again (2018). Esperaron a que la cosa se calmara un poco antes de tocar «Olde Tyme Hardcore» y «Silence»; todo un inicio a la altura de los fans más old school de la banda.

Con poco más de medio setlist consumido, llegó el momento de fusionar a los públicos hardcore y Oi! presentes en el club. Con «Shaved For the Battle», «These Colors Run», «The Power and the Glory» y «Skinhead On the Rampage», y su aclamado estribillo, alcanzaron el definitivo punto más álgido de la noche, aunque luego volvieron a ser Slapshot con “Not Friend of Mine”, «Step On It» y finalizando con «Hang Out Your Boots».

Hardcore Still Lives!

Mauricio Melo