Crónica y fotos del concierto de Sôber + Bon Vivant + Contrabanda - Sala Razzmatazz 2 (Barcelona), 5 de marzo de 2022

Retorno y noche perfecta gracias a Sôber

Datos del Concierto

Bandas:
Sôber + Bon Vivant + Contrabanda
 
Fecha: 5 de marzo de 2022
Lugar: Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: Eclipse Group / El Dromedario Records
Asistencia aproximada: 600 personas

Fotos

Fotos por Manu Damea

Llegó el día, sábado de concierto rozando la famosa normalidad que tanto se hizo esperar. Hasta los responsables de la sala estaban algo oxidados y a muchos de los que estuvimos a la hora que abrían las puertas, nos hicieron esperar casi 45 minutos al mezclar el público que acudía a las diferentes salas de Razzmatazz, motivo por el cual solo pude estar presente en las tres últimas canciones del grupo que abría el cartel, Contrabanda. “Hemisferio sur», “Todo acabó” y “Miedo”, fue lo poco que pude disfrutar de ellos, de un cuarteto de rock alternativo con muy buena pinta. He de reconocer que no los conocía y al ver a su cantante y asociarlo con el nombre de la banda, me vino enseguida Scott Weiland a la mente. Desconozco si algo tiene que ver con el primer disco de Velvet Revolver Contraband (2004), pero sea buscado o no -y salvando las distancias- me pareció que siguen ese mismo estilo.

Contrabanda dejó calentitos a un público que ya llenaba la mitad del aforo antes de que salieran a la palestra la segunda banda de la noche, Bon Vivant.

Bon Vivant

Desde el primer acorde, la banda salió a comerse el escenario, demostrando el ansia por presentarse en directo después del paro que todos hemos sufrido. Con nuevo disco calentito publicado unas horas antes, Supernova (2022), empezaban su actuación con dos temas de ese trabajo: “El fuego es nuestro” y “Supernova”; comienzo con fuerza. Con “Gritarle al mar”, la banda bajó el ritmo, pero no la intensidad. Le seguirían, sin apenas descanso salvo para presentar los temas, “La guerra a oscuras” y “Aves de paso”. Y como un torbellino, cerraban su actuación con “Cuentos y retratos”, dejando a muchos -de una sala ya cerca del lleno- con ganas de más y a punto de caramelo para los cabeza de cartel.

Sôber

Y llegó la hora. Sôber subían al escenario de Razzmatazz 2 para presentarnos su último trabajo Elegía (2021), y comenzaban con el primer single, “Mi heroína”. Ni un segundo tardaron en meterse a toda la sala en el bolsillo, gracias a una energía -rozando el ansia- de recuperar el tiempo perdido, al igual que la mayoría del público deseoso de un concierto con mayúsculas y de calidad, como el que se disponían a regalarnos los madrileños. Encabezados por un Carlos Escobedo pletórico, sin poder quedarse quieto más de unos segundos en el mismo sitio, con un Manu es una máquina de precisión a la batería y con unos Jorge Escobedo y Antonio Bernardini que se les veía más sueltos que de costumbre, menos rígidos. Siempre me han recordado la actitud rollo Dan Spitz (ex Anthrax), serios y sobrios; que no sabes si están disfrutando o no.

El sonido era perfecto, si bien Antonio estuvo pendiente de su equipo en más de una ocasión pues algo no le acababa de gustar. “Elegía” y su comienzo sonó atronadora -a mí no me acaba de enganchar en disco pues baja demasiado el ritmo-. Casi todo el repertorio estuvo basado en sus últimos discos, y fueron descargando “Vulcano”, “Blancanieve” o “Mascara de hierro” con una total comunión con el público.

En un segundo tramo, casi empalmando tema tras tema, sonaron “Blanco y negro”, “La araña”, ”Verona” y “Sombras”, que se pasaron en un suspiro y mantuvieron un nivel altísimo. Volvieron al último disco, y siguiendo la misma fórmula que tan buenos resultados les ha dado, sonó “El día de la liberación”. Contundente comienzo, de nuevo, con samplers y coros; el tema que gana en directo una barbaridad. Tras esta, ”Hombre de hielo”, perfecta de principio a fin, para dar paso a un mini set acústico, donde Carlos dejó el bajo y se fue a cantar entre el público “Estrella polar”, y una vez de vuelta al escenario, intepretaron “Eclipse” y “La escalera”. Después del tramo más tranquilo de la noche llegaba un medley -los odio desde que en los 90 a Metallica le dio por hacerlos-, con temas de su álbum Morfología (2000); menos mal que “Loco” la tocaron entera. Además, fue el momento más cañero de la noche, ¡ojo! Cómo sonaría un disco entero de Sôber si tocaran con esa misma tralla…

Sin tiempo de hacer que se van y hacerse de rogar -los horarios en la salas que no cierran después del bolo se siguen a rajatabla-, mínimo descanso y a por la recta final con clásicos como “Arrepentido”. Como en numerosas ocasiones, y siempre serán pocas, para “Náufrago” contaron con la colaboración de Morti de Inmune, y para acabar la noche, “Diez años”, que supuso la guinda perfecta para una noche de concierto como siempre esperas que sea: perfecta.