Crónica y fotos del Resurrection Fest - Campo de fútbol de Celeiro (Viveiro), 12 de julio de 2018

Resurrection Fest: Día 12. Todo listo para el ritual

Foto Davide Leira
Foto Davide Leira

Datos del Concierto

Resurrection Fest

Bandas:
Ghost + Stone Sour + Overkill + Stick to Your Guns + Get the Shot + Down of the Maya + Jinjer + Montañeros de Kentucky
 
Fecha: 12 de julio de 2018
Lugar: Campo de fútbol de Celeiro (Viveiro)
Promotora: Resurrection Fest
Asistencia aproximada: personas

Fotos

Fotos por Davide Leira / Oficiales Resurrection Fest

El Resu ya funciona a pleno rendimiento. Hoy ya vemos que mucha gente llega expresamente para ver a los Scorpions. Más tarde llegará la fiebre Kiss.

Nosotros entramos a primera hora de la tarde ayer en el recinto del festival, y nos llevamos la primera ondanada de tralla desde los micrófonos a cargo de los Montañeros de Kentucky. La escuela S.A. continúa forjando continuadores sin limitarse a fabricar epígonos. Para nada son imitadores, si algo les sobra es personalidad…sin renegar de los orígenes. Minutos y minutos de una caña brutal con sonido trashcore y guinda final para rendir honores a Slayer. Fogonazo.

Montañeros de Kentucky - Foto Davide Leira
Montañeros de Kentucky – Foto Davide Leira

Los ucranianos Jinjer fueron una de las bandas más aclamadas en el día de ayer. Su nu-metal es una descarga de emociones con la clásica combinación entre rabia y melodia. Portentosa la voz de su vocalista, Tatiana Shmalyuk. Todos coinciden en que fué su incorporación a la banda el revulsivo para cobrar su actual popularidad. Lo que está claro es que su carisma y energía es un plus. También enriquece de una manera significativa el sonido del grupo sus incursiones en el death y el metal progresivo.

Fervor y emoción para la retirada de los escenarios de Dawn of the Maya. Los navarros ponen fin a doce años de trayectoria. Hubo adrenalina y decibelios a saco. Otros que transitan por las vias más modernas del metal, y que quién sabe por dónde derivarán por separado. Será una sentida ausencia para su legión de seguidores.

Para compensar tanta «modernez» bajamos a ver a Get the Shot. Hardcore furibundo que recuerda bastante a bandas como Hatebreed, Agnostic Front o Madball. El cantante no paró de saltar, correr y apelar a la participación del público. De hecho «decretó» un wall of death que los más entregados no dudaron en secundar. Cómo se agradecen bandas así.

Foto Davide Leira
Foto Davide Leira

Esperábamos a Overkill y, para hacer boca, picoteamos del potente rock con limaduras oscuras e industriales de los veteranos vigueses Nostromo. ¡Hurgando en los historiales me encuentro con que en la gestación de la banda anduvo por medio algún miembro de los históricos Soga!!! Vueltas que da la vida….maravillosos en cualquier caso. Recuerdan bastante a los primeros Sepultura.

La hora del trash americano llegó con Overkill, sus riffs ultraheavies y sus llamadas a la lucha y a la resistencia contra el sistema. Cuernos, coros y pogo. El Resu se venía abajo con Elimination. Bobbie «Blitz» Ellsworth empezó con problemas en su micrófono (única incidencia técnica un poco grave que ocurrió en todo el festival) pero se supo pasar por encima de ese problema puntual. Los de New Jersey son una trituradora pasada de revoluciones. Sus fans más incondicionales corearon a voz en grito sus temas más conocidos. En especial, Armorist o Mean, green, killing machine

A destacar, en este duelo no oficialmente registrado entre la caña más burra y los más modernos, las actuaciones de Stick Of Your Guns y Crystall Lake por los primeros y Against the Waves por los segundos.

Stone Sour – Foto: Resurrection Fest

La banda de metal procedente de Iowa Stone Sour descargó su energía oscura sobre el escenario. Gélidos y potentes como la niebla más espesa, implacables como máquinas de hacer notas, hicieron sonar sus clasicazos ante el entusiasmo del público más fiel. Estar currándoselo desde el 93 da para hacer mucha parroquia y para ser algo más que «la otra banda» de Corey Taylor. La combinación magistral entre la «pesadez» de su tempo y  el rasguño metálico de sus cuerdas incluso en los temas más melódicos es el secreto del sonido Stone Sour, a nuestro juicio. Son una herida supurante en el corazón.

Pero Stone Sour es mucho más que la “otra banda” de Corey Taylor, es una banda con uno de los directos más arrolladores del momento. Muchos venían con la intención errónea de ver una banda de versiones de Slipknot, desconocedores de la trayectoria de Stone Sour, otros por su parte esperaban ansiosos de ver con sus propios ojos si era cierto todo lo que se contaba de la ellos.

La música de los Blues Brothers interpretando Can’t Turn You Loose caldeaba un ambiente que Stone Sour se encargó de cargar a tope con Whiplash Pants, tema elegido para abrir el show. La banda ponía fin a su gira en Viveiro y eso tenía que notarse. Ya no era necesario guardar fuerzas para el próximo concierto, había que darlo todo hasta la extenuación, pero no acababa de notarse. Absolute Zero fue el tema que descargaron a continuación, cañón de confeti incluido, y con el que la gente parecía que empezaba a reaccionar, aunque no con la fuerza esperada.

Probablemente, el problema radicó en el desconocimiento de la trayectoria de la banda por parte la mayoría del público. La banda cuenta con la ayuda inestimable de Corey Taylor, un tipo que sabe comerse el escenario y cuya sola presencia inunda todo. De hecho, durante todo el concierto intentó estar en contacto con el público, lo cual siempre es de agradecer. Un Corey Taylor enfundado en una camiseta del Resu pedía constantemente la colaboración del público mientras desgranaba un set list lleno de caña con temas como Knievel has landed, de su último trabajo Hydrograd o el clásico 30/30-150. Pero también hubo tiempo para el relax y la intimidad, como cundo sólo con una acústica, Corey entonó Bother.

Un público bastante frío contribuyó a deslucir un concierto que para nada fue malo. Esperemos que, ahora que Corey Taylor ha pisado y Viveiro y besado la camiseta de festival, tengamos el año que viene la posibilidad de verlo de nuevo aquí con su banda de toda la vida, Slipknot.

Durante el transcurso de la jornada apreciamos el alto porcentaje de hábitos de monja, clerigmans, sotanas y demás atuendos religiosos en el recinto del festival y nos costó entender el motivo de  esa extraña circunstancia; pensamos que tal vez habría un seminario por las proximidades de aquel paraje portuario…se nos había ido la olla y no recordamos que tendríamos visita papal (o más bien antipapal) en el Resurrection. Sí, el Cardinal Copia y sus Nameless Ghouls (osea, Ghost) iban a tocar en el Resu y nos iban a desbordar con su impío imaginario y sus letras satánicas.

Ghost - Foto Resurrection Fest
Ghost – Foto Resurrection Fest

Ghost llegaba a Viveiro para ofrecer el que sería su único concierto en la península además de traer el montaje más grande hasta el momento. La banda Tobias Forge  es sin dudad una de las que más adeptos ha conseguido en los últimos años, casi tantos como el número de haters. Su último disco, Prequelle volvió a colarse en la lista de éxitos y volvió a encumbrar a la banda. A pesar de que en algunos momentos, se notan ciertos virajes al pop, sus incondicionales y la crítica le dieron una calurosa acogida. Ahora llegaba el momento de ver en el escenario como funciona esa renovada banda.

Por los altavoces empezaba a sonar Ashes, esa tétrica canción infantil que abre Prequelle y que por mucho que la escuchas no te quita esa sensación de mal rollo. Era el aviso de que el Cardinal Copia y sus Nameless Ghouls estaban a punto de salir al escenario. La misa daba comienzo con el poderoso Rats,  que desató la euforia del público. El escenario principal del Resu se había convertido en una catedral gótica con tres impresionantes vidrieras. En la central, presidiendo el ritual, se alzaba majestuosa la imagen del Papa Emeritus. La descarga continuó con Absolution  y Ritual. En este punto ya quedaba clara la consistencia de la nueva formación, que aportaba una solidez apabullante a cada uno de los temas. Todo apuntaba a la noche iba a ser una continua descarga de éxitos y así siguieron From the Pinnacle to the Pit y Faith.

El nuevo espectáculo, con el nuevo personaje, Cardinal Copia, permitían a este ejercitar unas coreografías que por la pomposidad de los trajes anteriores no eran posibles. El Cardinal Copia, estuvo siempre cercano a sus devotos y con su habitual socarronería, más bien, la habitual de Tobías. Aunque correcto en casi todo el concierto, en algunos momentos la voz parecía no estar a la altura. Tal vez sea por el exceso de conciertos, o puede que el hecho de estar jugando en primera división le esté pasando factura. No obstante, siguieron haciendo las delicias de los asistentes.

Los acordes de Devil Church, anunciaban que el siguiente tema sería Cirice. Miasma fue el siguiente tema en sonar y en el mismo, ayudado por miembros de la Iglesia de Ghost y con una gran acalmación, aparecía el Papa Emeritus Zero,  o como ahora le llaman Papa Emeritus Nihil, para tocar el saxo. Tal como apareció, abandonó el escenario con la ayuda de sus fieles. Year Zero  hizo retumbar al público de Viveiro, resonando en el aire por miles de gargantas esa letanía de: “Belial, Behemoth, Beelzbub. Asmodeus, Satanas, Lucifer.” Sin duda, uno de los mejores temas del concierto.

El piano de Spöksonat anunciaba que en breve sonaría He is, como preludio de la descarga del bloque final, seguido por  Mummy Dust, durante la cual cubrieron al público de dólares con la Iglesia de Ghost, y Dance Macabre. El ritual estaba llegando a su fin y la traca final no podía ser otra que Square Hammer, con la que el público enloqueció llenando el aire del Resu de “lololós” que cantaban el celebrado riff del tema con el que el show llegaba a su fin y la banda se despedía. Pero como en todo buen pastor, sabe cuándo su rebaño necesita un poco más de él, así que el Cardinal Copia volvió a salir al escenario junto con sus Nameless Ghouls para hacer una última ofrenda, que no fue otra que Monstrance Clock, con la que Ghost se despedía triunfal de Viveiro.

Hoy a disfrutar de un montón de actuaciones interesantes, en un ambiente ecléctico, donde camisetas del Betis o el Keltoi Futbol Gaélico conviven con banderas soviéticas y los disfraces más locos de los otakus o los estampados de Iron Maiden pueden ser vecinos de los de Korpiklaani y a su vez de los de Reincidentes. Pues allá vamos…