R.E.M. – Out of Time: 30 años desde que nos quedamos sin tiempo y perdimos nuestra religión

Ficha técnica

Publicado el 12 de marzo de 1991
Discográfica: Warner Bros
 
Componentes:
Michael Stipe - Voz principal y coros
Peter Buck - Guitarras y mandolina
Mike Mills - Voz principal y coros, bajo, piano y órgano
Bill Berry - Batería, percusiones y coros

Temas

1. Radio Song (4:12)
2. Losing My Religion (4:26)
3. Low (4:55)
4. Near Wild Heaven (3:17)
5. Endgame (3:48)
6. Shiny Happy People (3:44)
7. Belong (4:03)
8. Half a World Away (3.26)
9. Texarkana (3.36)
10. Country Feedback (4.07)
11. Me in Honey (4.06)

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En una entrevista para el magazine Rolling Stone en 1992, el reservado Michael Stipe declaró: «The Beatles fueron música de ascensor en mi vida». Como era de esperar, esta sincera sentencia, malinterpretada y sacada de contexto, le reportó airadas críticas e inauditas amenazas por parte de los fans más intransigentes de los Fab Four. En cambio, en aquel entonces, un servidor suscribió, sin ser tan categórico, la controvertida blasfemia manifestada por el cantante nacido el 4 de enero de 1960 en Georgia. Dicho esto, y sin ánimo de seguir sembrando cizaña, con el paso de los años he ido certificando bastantes semejanzas entre los dos conjuntos, de las cuales citaría como más evidentes la estabilidad de los miembros originales en formación de cuarteto (aunque Bill Berry rompió esta pauta en 1997), el similar número de registros de estudio publicados (13 de los británicos por 15 de los estadounidenses), la constante evolución y plena libertad artística durante sus respectivas trayectorias y, por supuesto, sus coherentes y definitivas disoluciones.

También podría añadir el dudoso encanto de gran cantidad de sus carátulas, pero esta apreciación es demasiado subjetiva. Y ya que hablamos de portadas escasamente atractivas, una de las que se lleva la palma es la que ilustra el redondo que protagoniza este artículo. Tampoco es cuestión de que me extienda en la descripción de una cubierta que, a simple vista, parece la etiqueta de un frasco de colonia, a pesar de que en ella se intuye, de alguna manera, la trama del elepé y que de buen seguro obtuvo el beneplácito de los ejecutivos de la compañía Warner Bros.

Reconozco que me adentré en Out of Time con una errónea predisposición auditiva. Viniendo de saborear el abrumador e incendiario repertorio del Green World Tour gracias a un par de memorables grabaciones piratas, anhelaba que el siguiente cancionero mantuviera una idéntica orientación, pero que estuviera cortado por un patrón mucho más agreste (imitando las producciones sonoras de los contemporáneos Pixies, Dinosaur Jr, Sonic Youth o Nirvana) Por contra, me di de bruces con unas tonadas cristalinas, agradables, muy arregladas pero poco arriesgadas, y que en determinados casos me recordaban notablemente a otras de pretéritos trabajos. Sin embargo, la mayoría de los temas contenían unas descifrables letras que transitaban por introspectivos parajes de amargura, frustración o infelicidad, acordes con las inquietudes generacionales de la época.

A la postre, constaté que esa era la primordial intención de los chicos de Athens, o sea concebir un completo muestrario de sus mejores virtudes insufladas con un arrebatador aroma apto para todos los públicos. Y a fe que el grupo consiguió con creces su propósito, porque el disco dominó las listas de ventas de 1991 en ambos lados del Atlántico, principalmente debido a la emisión reiterada de la hipnótica “Losing My Religión”, de la jovial “Shiny Happy People” (con la celebrada colaboración vocal de Kate Pierson), de la pegadiza “Near Wild Heaven” y, en menor grado, de la rítmica “Radio Song”. Posteriormente, estas cuatro piezas fueron reunidas en una caja de edición limitada, titulada “Singles Collection”, repleta de golosos bonus tracks en directo.

Treinta inviernos después de su lanzamiento, puedo afirmar que no es mi álbum preferido de la banda, por diversas razones. De entrada y según mi particular gusto, ese honor les corresponde en la misma medida al exquisito debut Murmur, al afilado Document y al esplendoroso Green. Supongo que la sobreexposición popular y las desmesuradas alabanzas que recibió Out of Time por parte de los medios de comunicación y los oyentes no devotos, al igual que ocurrió luego con el melancólico Automatic for the People, también influyen en mi concluyente puntuación desfavorable. Por lo tanto, si alguien me pidiera una selección de las composiciones del catálogo de R.E.M. que más escucho en la intimidad, solo elegiría tres de esta obra: la oscura “Low”, la vigorosa “Texarkana” y la emotiva “Country Feedback”.

Y lo dejo aquí porque pronto tendremos nuevas aventuras en Hi-Fi de Peter Buck, Mike Mills, Bill Berry y Michael Stipe.