Primus – Antipop: 20 años de tu álbum menos preferido del trío

Ficha técnica

Publicado el 19 de octubre de 1999
Discográfica: Interscope Records / Prawn Song Records
 
Componentes:
Les Claypool - Voz, bajo
Larry LaLonde - Guitarra, sintetizador
Bryan Mantia - Batería, percusión

Temas

1. Intro (feat. Tom Waits) (0:17)
2. Electric Uncle Sam (feat. Tom Morello) (2:55)
3. Natural Joe (feat. Matt Stone) (4:12)
4. Lacquer Head (feat. Fred Durst) (3:49)
5. The Antipop (5:33)
6. Eclectic Electric (feat. James Hetfield and Jim Martin) (8:34)
7. Greet the Sacred Cow (5:10)
8. Mama Didn't Raise No Fool (feat. Tom Morello) (5:04)
9. Dirty Drowning Man (feat. Martina Topley-Bird and Stewart Copeland) (4:48)
10. Ballad of Bodacious (3:28)
11. Power Mad (feat. Tom Morello) (3:42)
12. The Final Voyage of the Liquid Sky (5:39)
13. Coattails of a Dead Man (feat. Martina Topley-Bird and Tom Waits) / The Heckler (9:57)

Multimedia



Escucha y compra

Este disco en Amazon: Primus – Antipop: 20 años de tu álbum menos preferido del trío
Todos los discos de Primus en Amazon


La verdad es que la primera vez que escuchas este Antipop (1999), puedes llegar incluso a pensar que los de Les Claypool se alejan un poco de su sonido tan característico, el siempre imitado -jamás igualado- «sonido Primus«. Pero, ¿acaso existe algún álbum de Primus que realmente suene igual a otro? Con este álbum me pasa un poco como con Frizzle Fry (1990), su mejor álbum en mi opinión. Musicalmente, es bastante diferente, pero temáticamente, tienen sus similitudes. De la misma forma que en Frizzle Fry y Sailing the Seas of Cheese (1991) persiguen problemas más socio-políticos, en lugar de tratar de ser los freaks que eran en sus anteriores trabajos. Sin embargo, y muy a pesar de ello, siguen siendo mis bichos raros preferidos. No sé porqué, pero me da a mi que en este trabajo todas sus canciones tienen un «significado» encerrado en alguna parte.

Los (muchos) músicos invitados hacen que Primus pisen esa delgada línea roja que separa su propia esencia de la esencia de los guests, pero creo que logran agregar sus propios estilos al de Primus. El tema «Antipop» es casi una contradicción ya que toman prestado de los sonidos de Korn, Limp Bizkit y Rage Against the Machine, que son «pop», ya que -por aquél entonces- estaban ya volviéndose populares. Sin embargo, se podría argumentar que estos grupos tomaron prestado de Primus primero. Así que supongo que la banda, para empezar, solo estaba tratando de recuperar lo que era suyo.

La originalidad de Primus brilla en canciones como «Laquer Head» y «Ballad of Bodacious». La primera está más basada en unos sonidos bastante graves, gracias a ese sonido tan característico del bajo de Claypool. El bajo es simplemente increíble en esta canción. Las letras de ambas, junto con algunas otras canciones de este álbum, son otra marca registrada de Primus: historias realmente extrañas sobre personas realmente extrañas. La influencia de Matt Stone (co-creador de South Park) definitivamente se puede ver en la letra de «Natural Joe», otra historia sobre un bicho raro, que produjo el propio Stone.

«Electric Uncle Sam» y «The Antipop» son dos de las canciones más pesadas y funkies que Primus jamás hayan creado.

A las espaciales y psicodélicas «Electic Electric», en la que intervienen James Hetfield (Metallica) y Jim Martin (ex Faith No More), y «The Final Voyage of the Liquid Sky» les falta algo, pero no son malos temas. Muchos les llegaron a comparar con los mismísimos Pink Floyd, y sí creo acertar el porqué, pero yo quizá no iría tan lejos. Sea como fuere, ambos temas son interesantes pero, para mi gusto, no lo suficiente. Estas son las únicas canciones de este álbum que me da algo de palo escuchar, sicenreamente. Consejo: si quieres escuchar a Primus haciendo de Pink Floyd, mejor prueba con su versión de “Have a Cigar”, incluida en su EP Miscellaneous Debris (1992).

En «Power Mad» y «Mama Did not Raise No Fool» la banda cuenta con los servicios de Tom Morello (Rage Against the Machine). La guitarra ciertamente recuerda al sonido de Rage y funciona muy bien acompañando al sonido de Primus. «Power Mad» es una de sus canciones más políticas desde su célebre «Too Many Puppies». La verdad es que se me antoja hasta normal y lógico que un miembro de Rage Against the Machine toque en esta canción. No se acerca al poder lírico de una canción de Rage, pero ahí está.

La mejor y más singular canción de este álbum es «Coattails of a Dead Man». Siempre pensé que Tom Waits y Primus podrían hacer algo increíble juntos, y no iba mal encaminado.También colabora en «Tommy the Cat», de Sailing the Seas of Cheese. Además, Claypool y Brain aparecen en «Bone Machine» de Waits, pero su presencia apenas se nota. En cambio, «Coattails of a Dead Man» es una colaboración perfecta entre los dos. La letra es extraña pero de alguna manera significativa, muy apropiada tanto para Waits como para Primus. La aportación de Waits a la música (toca el Mellotrón) es genial. Las voces de fondo -interpretadas por Martina Topley-Bird–  en esta canción y en «Dirty Drowning Man» son inquietantes y hermosas. Pero, ¿quien es ella? La bonus track, «The Heckler», es un excelente remake de una canción originalmente solo disponible en directo en su Suck on This (1989).

Podría seguir y seguir hablando sobre cada canción de este álbum, pero es suficiente decir que es imprescindible para cualquier fan de Primus y un buen punto de partida para los oyentes que no son fans de Primus. Es bueno esperar algo diferente con cada trabajo de Primus a esperar algo diferente de cada álbum de este trío y este Antipop no es una excepción. Cada álbum tiene su propio (y único) sonido, al que a uno siempre le lleva algo de tiempo acostumbrarse. Si no te gusta este álbum al principio, déjalo a un lado e inténtalo más tarde. Si no crece en ti después de algunas escuchas, probablemente no seas un fan de Primus.

Primus sucks!

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 529 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.