Oceano – Living Chaos

Nuestra Nota


7.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 30 de agosto de 2024
Discográfica: Sumerian Records
 
Componentes:
Adam Warren – Voz
Scott Smith – Guitarra
Chris Wagner – Bajo
Matt Kohanowski – Batería

Temas

1. Wasted Life (3:22)
2. Mass Produced (3:33)
3. Darkness Rising (4:07)
4. Into the Flames (2:56)
5. Wounds Never Healed (4:22)
6. Interlude (2:38)
7. The Price of Pain (3:40)
8. Living Chaos (2:47)
9. Broken Curse (5:13)

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El regreso de Oceano con Living Chaos (2024) es un evento significativo, no solo para l@s seguidores de la banda, sino también para el panorama del deathcore, un género que ha tenido su cuota de altibajos en la última década. Después de un hiato de siete años desde Revelation (2017), el quinteto de Illinois ha vuelto a la carga con un álbum que podría considerarse tanto como un punto de inflexión como un regreso a sus raíces.

La escena del metal ha evolucionado considerablemente desde los días en que Oceano se consolidó como uno de los referentes del deathcore. En 2009, cuando publicaron su debut Depths, el mercado musical otorgaba contratos a cualquier banda que se acercara al deathcore, y aunque muchos de esos artistas han desaparecido, la reciente revitalización del género, impulsada por bandas como Lorna Shore, ha reavivado el interés por estos pioneros. Con su nuevo álbum lanzado el 30 de agosto de 2024 a través de Sumerian Records, Oceano nos muestra que, aunque el tiempo ha pasado, su esencia sigue intacta.

Living Chaos cuenta con solo nueve pistas que, en total, suman casi 33 minutos. Desde el primer tema, «Wasted Life», el álbum establece un tono de brutalidad y desasosiego, abriendo con una breve pero melancólica introducción antes de que los poderosos riffs de guitarra y una batería atronadora se apoderen de la experiencia auditiva. La voz de Adam Warren es tan venenosa como siempre, cargada de furia y emoción, pero también hay una cierta previsibilidad en la fórmula que la banda ha elegido. La sección rítmica de Oceano, bien conocida por su capacidad para crear un estado de confusión con riffs desintonizados y patrones de percusión mecánicos, sigue predominando.

Cada pista parece ser un ejercicio de repetición intensa, lo que puede hacer que el oyente se sienta desorientado, como si estuviera en un trampolín gigante lanzado de un lado a otro. En «Mass Produced», por ejemplo, hay momentos de genialidad, como un interludio de bajo que aparece de manera sorprendente entre la brutalidad del sonido general. Sin embargo, la estructura predecible de las canciones y la falta de liberación emocional en la mayoría de ellas pueden dejar a algun@s oyentes con una sensación de insatisfacción. Los sintetizadores iniciales, por cierto, le dan un ligero toque onírico que apenas dura unos segundos.

En su búsqueda por la innovación, Oceano se enfrenta a la dualidad del deathcore: por un lado, la crudeza y la agresión que han definido el género, y por otro, la necesidad de evolucionar y experimentar. Canciones como «Darkness Rising» y «Into the Flames» presentan una entrega vocal desgarradora y guitarras densas, pero pueden sentirse desprovistas de la pasión que una vez caracterizó su sonido. Especialmente «Into the Flames», a la que creo que le sobran la mitad de los sintetizadores que le han metido.

La producción de Living Chaos, a cargo de Kai Christensen (TesseracT), Nick Nativo (Monsters, The Burial) y Samuel Smith, junto con los miembros de la banda, es innegablemente pulida. Esta perfección técnica puede dar lugar a acusaciones de que la música suena demasiado mecanizada, pero también proporciona una plataforma para que las sutilezas destaquen todavía más. En «Wounds Never Healed», se percibe un raro triunfo de coherencia: la introducción de un sintetizador programado aporta un giro inesperado. Este tipo de mezcla es un testimonio de que la música es subjetiva: algun@s oyentes pueden encontrar esta canción cargada de angustia emocional, mientras que otr@s pueden considerarla fría y distante, especialmente si consideramos que acaba por convertirse, por momentos, en una de las piezas más melódicas de este álbum.

La voz de Adam Warren se mantiene dominante a lo largo de Living Chaos, y su habilidad para transmitir rabia y vulnerabilidad es innegable. En «The Price of Pain», sus gritos desgarradores acompañan a blast beats que parecen surgir de una tormenta, tan incontrolable como destructiva. Sin embargo, al igual que en el resto del álbum, este momento de brillantez se diluye rápidamente, dejando al oyente preguntándose si la intensidad podría haber sido sostenida durante algo más de tiempo.

Lo que queda claro es que Oceano es un producto de su entorno. Con una historia de cambios en su lineup que incluye a 20 ex miembros, es fácil ver por qué algun@s músicos han perdido el interés en un género que parece estar atrapado en su propia inercia. Pero Living Chaos demuestra que, a pesar de las dificultades, la banda ha encontrado una forma de avanzar sin perder su esencia. Aunque el álbum podría no satisfacer completamente a quienes anhelan un regreso a sus días más crudos, es un paso lógico en su evolución sonora y deja una puerta abierta para el futuro.

Living Chaos es, en definitiva, un regreso audaz que reafirma el lugar de Oceano en la historia del deathcore. La banda ha logrado mantener su identidad mientras explora nuevas direcciones, y aunque no todas las decisiones creativas gustarán a tod@s l@s oyentes, el álbum ofrece momentos de gran intensidad que seguramente captarán la atención de quienes buscan lo mejor de lo que el metal extremo tiene para ofrecer en 2024.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 594 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.