Michael Schenker Fest – Revelation

De verdad que entiendo que el señor Schenker vea en esta tercera etapa de su vida (siempre según él) una especie de resurrección y que juegue incluso con pinturas renacentistas (véase la idea que nos quiere transmitir en las palabras escogidas), la última cena incluida. Para esta nueva entrega tenemos una crucifixión en portada y temas que son un poco una especie de biografía del artista. Os confieso que yo llevaba más de una década sin interesarme por su material nuevo, pero Revelation hace honor al nombre y parece que este formato “All Stars Avantasiado”, recuperando hasta tres vocalistas de su pasado, le sienta al alemán de maravilla. Graham Bonett, Robin McAuley, Gary Barden y Doogie White. Casi nada… Schenker se siente libre y sin ataduras, lejos de sus crisis, miedos y decadencia que le llevó a vestir como un mendigo. Ha vuelto todo el glamour de la estrella. ¡Una revelación, Aleluya!

Hacía lustros que no veía a este hombre sonreír como lo hizo en el pasado Rock Fest. De verdad que Michael transmitía y le vi otra vez como lo que siempre debería haber sido: un coloso. “Rock Steady” es perfecta para dar comienzo, un tema felizón y que te introduce en lo que ofrece el disco. Una composición que va a quedar como clásica y que nos habla de los comienzos del rubio guitarrista. Excelente Gary Barden a las voces, pero lo que sorprende de verdad es que el ritmo no decae y “Under a Blood Red Sky” tiene todo el regusto clásico de sus dos primeros discos. Culpa de ello la tiene la combinación de cantantes pero es Schenker quien brilla en sobremanera con el riffeado y el solo. A nivel instrumental hay mucho que destacar tanto de composición como de detalles dactilares por parte de Schenker. Otra de las grandes es “Silent Again”, un tema coral que lo borda cuando irrumpe Robin McAuley para cantar el estribillo. La combinación de voces funciona perfectamente bien, así como ese teclado en segundo plano.

Chris Glenn está como escudero a las cuatro cuerdas, también Simon Philips y Bodo Schopf tras los tambores. Y la fiesta continua con la poderosa “Sleeping with the Light On”, melódica, a medio tiempo y con variedad de vocalistas. Michael destaca que fue bien darle libertad a Bonett para que compusiera algunas partes y letras. Este es el caso de “Beast in the Shadows”, un perfecto ejemplo de que dejar libertad a los pesos pesados que son los cantantes no es para nada una mala idea. Tema expresivo y notable que destila hard rock de la vieja escuela y muchos arreglos de teclado. En “Behind the Smile” empezamos a bajar un poco ya el listón, siendo un tema que recuerda el trabajo de Doogie White en Tank. Pero el solo de guitarra siempre es un placer, técnica y buen gusto en las melodías.

Hay que destacar ese trallazo que es “We Are the Voice”, hímnica, dura y con una letra muy clara: “Vinimos a rockear y a predicar la palabra”. Aquí encontraréis a todo un Ronnie Romero a las voces como invitado. Parece que el aura religiosa está presente en todo el disco del ex-UFO. Apunta a que estará en sus próximos directos. También engancha esa melódica y trabajada “Headed for the Sun” con un estelar solo del germano sobre esa incesante batería. Muy bien defendida por Gary Barden. “Crazy Daze” y se limita a cumplir y en “Lead You Astray” hay esa clásica guitarra tan deudora de sus tres primeros y brillantes discos en solitario. El plus lo pone siempre un McAuley que sigue rutilante a pesar de que algunos de sus temas no tienen esa base de hard rock de finales de los 80. El disco es largo y “Old Man” es un medio tiempo melódico que le pone la pausa al disco. “Still in the Fight” posee un trabajado puente y estribillo en el que el vocalista destaca en un corte muy hímnico. La coda la pone un tema bajo el título “Ascension” en el que Schenker se marca una instrumental exquisita y en la que su guitarra vuelve a hablar por él. Atención al título del tema, relacionándolo con el título y portada del disco, culmina un mensaje algo sobrado. Pero no nos quejaremos, pues el grandísimo guitarrista está divino a lo largo del disco.

Revelation es lo mejor que ha grabado Schenker desde hace 15 años superando a su anterior Resurrection. Suele pasar que cuando estás bien en directo las musas te visitan en el estudio. Le quedaban ocho meses libres entre gira europea y americana por lo que decidió ponerse a trabajar y este es el resultado… Si hasta parece que la guitarra sonría, un instrumento que siempre ha hablado más al ser un hombre de pocas palabras. Pero si leéis la entrevista que le hicimos, veréis que, a día de hoy, Schenker habla por los codos. El arranque del disco es arrollador, luego hay una bajada, pero hacia el tramo final se vuelve a recuperar la cosa. Mucha inspiración clásica, grandes músicos, mejores cantantes y un Michael que ha vuelto después de tantos años erráticos. Me encanta que una su historia personal a la religión y que se atreva con estas portadas que seguro cabrearán a fanáticos católicos con mucho tiempo libre.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.