Meat Loaf – Midnight at the Lost and Found: 40 años en objetos perdidos

Ficha técnica

Publicado el 12 de mayo de 1983
Discográfica: Epic Records
 
Componentes:
Meat Loaf - Voz
Steve Buslowe - Bajo
Rick Derringer - Bajo, guitarra
Mark Doyle - Voz, bajo, guitarra, piano
Tom Edmonds - Guitarra
Paul Jacobs - Teclados, piano, sintetizadores
Chuck Kirkpatrick - Voz
Dale Krantz-Rossington - Voz
Dave Lebolt - Sintetizadores
Gary Rossington - Guitarra, voz
John Sambataro - Voz
Max Weinberg - Batería

Temas

1. Razor's Edge (4:07)
2. Midnight at the Lost and Found (3:29)
3. Wolf at Your Door (4:05)
4. Keep Driving (3:30)
5. The Promised Land (2:46)
6. You Can Never Be Too Sure About the Girl (4:27)
7. Priscilla (3:32)
8. Don't You Look at Me Like That (3:27)
9. If You Really Want To (3:37)
10. Fallen Angel (3:38)

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Midnight at the Lost and Found (1983) es el tercer álbum de estudio de Meat Loaf. Lanzado en mayo de 1983 (he sido incapaz de encontrar su fecha exacta), sería el último lanzamiento del artista bajo Epic Records hasta The Very Best of Meat Loaf (1998).

Un largo y tortuoso camino

Paralelo a su carrera como músico, Meat Loaf apareció en más de cincuenta películas y programas de televisión y, de hecho, su participación como parte del elenco de actores del musical Hair en Los Ángeles fue decisiva para que accediese a grabar con la prestigiosa discográfica Motown en dónde le sugirieron que realizara un dúo con la cantante Shaun «Stoney» Murphy, quien había actuado con él en Hair.

Fue la propia discográfica la que se encargó de la producción del álbum, escribiendo y seleccionando las canciones mientras que Meat Loaf y Stoney simplemente se limitaron a aportar sus respectivas voces. De ahí salió Stoney & Meatloaf, un álbum que fue terminado en el verano de 1971 y publicado en septiembre de ese mismo año.

Un sencillo publicado antes del álbum, “What You See Is What You Get”, alcanzó el número treinta y seis en la lista Best Selling Soul Singles (la actual Hot R&B/Hip-Hop Songs) y el número setenta y uno en la lista Billboard Hot 100.

Para darle más empaque a la cosa, ambos músicos hicieron una gira con la banda Jake Wade and The Soul Searchers, compartiendo escenario con Richie Havens, The Who, The Stooges, Bob Seger, Alice Cooper y Rare Earth. Meat Loaf se fue poco después de que Motown reemplazara en la canción “Who Is the Leader of the People” su voz y la de Stoney por la de Edwin Starr.

Después de la gira se reunió de nuevo con el elenco de actores de Hair, esta vez en Broadway y, tras contratar a un agente, hizo una audición para la producción del musical More Than You Deserve en el Teatro Público. Durante la audición conoció al que sería su futuro colaborador, el compositor Jim Steinman.

Meat Loaf y Steinman comenzaron a trabajar en Bat Out of Hell en 1972, pero no se lo tomaron en serio hasta finales de 1974. Pasaron tiempo buscando un contrato discográfico; sin embargo, sus enfoques fueron rechazados por cada compañía discográfica, porque sus canciones no encajaban en ningún estilo específico reconocido de la industria musical.

Todd Rundgren, plenamente convencido de que ya tenían un contrato discográfico, acordó producir el álbum y tocar la guitarra principal junto con otros miembros de la banda Utopia de Rundgren y Max Weinberg. Luego compararon el disco, pero no sería hasta octubre de 1977 que la Cleveland International Records de Steve Popovich se arriesgase para lanzar Bat Out of Hell.

En 1979, Steinman comenzó a trabajar en Bad for Good, la continuación prevista de Bat Out of Hell de 1977, pero para esa época ya habían prescindido del productor Todd Rundgren. Durante ese tiempo, una combinación de giras, drogas y agotamiento hizo que Meat Loaf perdiera la voz. Sin cantante y presionado por la compañía discográfica, Steinman decidió que él mismo debería cantar en Bad for Good y escribir un nuevo álbum para Meat Loaf; el resultado fue Dead Ringer, lanzado en septiembre de 1981.

En Dead Ringer se las arreglaron bien sin Rundgren, pero entonces Meat Loaf decidió prescindir y prescindió de Steinman y… la cosa ya no fue tan bien. Meat Loaf estaba en forma, pero el material simplemente no llegaba a lo que había logrado con Steinman a su lado.

Tras una disputa con Steinman que provocaría su divorcio musicalmente hablando, Meat Loaf estaba obligado por contrato a lanzar un nuevo álbum. Según Meat, Steinman le dio los temas “Total Eclipse of the Heart” y “Making Love Out of Nothing at All”, pero la compañía discográfica de se negó a compensar económicamente a Steinman y al final esas canciones fueron a parar a las manos de Bonnie Tyler y Air Supply respectivamente y ambas dos se convirtieron en éxitos de talla mundial, lo que demuestra una total ceguera de la discográfica en cuestión.

Luchando contra el tiempo y sin atisbar una solución a corto plazo, Meat, abandonado a su suerte, se vio obligado a encontrar compositores donde fuera, incluso escribiendo algunas de las canciones él mismo; entre ellas, su tema principal. Sin embargo, atosigado por seguidores y críticos que le acusaban de no haberse esforzado demasiado en el álbum en comparación con lanzamientos anteriores, el propio Meat reconocería más tarde que él no era un gran compositor y que no le acabaron de gustar las canciones que había escrito.

Esos mismos seguidores y críticos se sintieron igualmente decepcionados al ver que las imágenes icónicas en las portadas de Bat Out of Hell y Dead Ringer fueron reemplazadas en Midnight at the Lost and Found por una fotografía en blanco y negro del cantante, aunque en una reedición australiana del disco esa fotografía fue sustituida por una imagen en color en la que se veía a Meat Loaf gritando a todo pulmón.

Parodiando a los Beatles, podemos concluir y concluimos que la elaboración de Midnight at the Lost and Found constituyó todo un largo y tortuoso camino.

Un personaje atormentado donde los haya

Meat Loaf es sin duda uno de los artistas musicales con mayores ventas de todos los tiempos, registrando más de 80 millones de copias vendidas de sus álbumes a nivel mundial. Fue igualmente nominado al Grammy a la mejor interpretación vocal de rock por el tema “I’d Do Anything For Love (But I Won’t Do That)” que ganó en 1993.

Pero a menudo, una actividad tan polifacética y exitosa como la suya termina desembocando en otras cosas y Meat Loaf no fue ajeno a ellas como ya hemos visto a modo de pincelada un poco más arriba. Siempre al acecho, la Reina de la Noche no pierde ocasión de sacar a pasear su caballo para cebarse en las personas débiles de espíritu.

Es verdad que la situación familiar también puede influir y mucho y el hecho de que su padre, Orvis Wesley Aday, policía de profesión y alcohólico empedernido de vocación, tenía por costumbre realizar la ruta de los elefantes en los bares y demás establecimientos consumidores de bebidas alcohólicas de Dallas y muchas veces esa ruta le ocupaba días enteros; tantos que habitualmente él, siendo aún un niño y su madre tenían que ir a buscarle para llevarlo a casa, aspecto éste que llevó a Meat Loaf a ser en gran parte educado por su abuela.

Si a la experiencia nefasta que significa ver a tu padre en un estado tan lamentable se le añade el que fuera también su padre el que lo bautizara despectivamente con el nombre de Meat (carne, en inglés) cuando sólo tenía dos años y que sus compañeros de escuela lo transformaron en Meat Loaf (pastel de carne), respetando así sus iniciales oficiales, M.L., tendremos el caldo de cultivo perfecto para desarrollar en ese momento o más adelante una depresión de caballo.

No obstante, según el sitio web oficial del artista, su nombre de guerra provendría de un profesor de deporte de la escuela a la que iba con sus 120 kilos de peso a cuestas, los cuales pisaron en una ocasión el pie de su profesor. La leyenda cuenta que este último le habría gritado: “Sal de mi pie, especie de meatloaf, ¡me estropearás!” Eso sí; hay que decir que, si de mayor adoptó ese apodo como nombre artístico, significa que quizá ese no fuera el motivo en principio por el cual aparecieron en su vida la depresión, las drogas y el alcohol.

En cualquier caso y como él mismo reconoció, no estaba preparado para el éxito que tuvo el álbum Bat Out of Hell, por lo que fue al psicólogo y al psiquiatra durante dos años para lidiar con la palabra estrella. Posteriormente, en la década de los 80 llegó la etapa de alcoholismo, drogas y depresión, aunque el artista, si bien reconoció que tuvo problemas con la bebida, no hizo lo mismo con el tema de la droga.

Conclusión

La trilogía de álbumes Bat Out of Hell (Bat Out of Hell, Bat Out of Hell II: Back into Hell y Bat Out of Hell III: The Monster Is Loose) ha vendido más de 50 millones de copias en todo el mundo. Más de cuarenta años después de su publicación, Bat Out of Hell aún vende un estimado de 200.000 copias anuales, convirtiéndolo en uno de los álbumes más exitosos de la historia de la música.

Quizá Midnight at the Lost and Found no sea su mejor álbum, que no lo es, pero tiene sus momentos. Su canción principal es fantástica y algunas otras canciones a tener en cuenta son “Razors Edge”, “If You Really Want To” yFallen Angel”. El resto, aunque mediocre para lo que Meat Loaf nos tenía acostumbrados, no resulta sin embargo nada ofensivo para los oídos.

Tampoco es culpa de su voz, que está en buen estado (probablemente mejor que en Dead Ringer). Son más bien las canciones y el sonido; sobre todo el sonido, que es lo opuesto al que nos tiene acostumbrados en sus discos. Suena como si el artista estuviera de pie en una gran sala vacía mientras él y su banda no tienen el poder para llenarla. Tres o cuatro canciones con algunas buenas ideas que tratan de seguir el estilo de Jim Steinman, pero que, en realidad, sólo insinúan hacia dónde quisieran ir.

Lo que sí es cierto es que el catálogo musical de Meat Loaf ha despertado un renovado interés, ya que las cifras de streaming se han disparado tras la muerte del cantante el 20 de enero de 2022. Según Billboard, desde el 21 de enero (día en que se anunció su muerte) hasta el 23 de enero, las transmisiones de audio y vídeo a la carta de su música ascendieron a 15,9 millones, muy por encima del pico de 593.000 que alcanzó entre el 18 y el 20 de enero.

En definitiva, todo el mundo sabe que las opiniones tanto del crítico profesional como de cualquiera de sus seguidores o detractores están demasiado sujetas a los vientos de la moda y a los dictados del bolsillo; así que, como siempre, se trata de gustar o no al que lo compra, y es que, en muchas ocasiones, no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos…