Many Eyes – The Light Age

Nuestra Nota


7.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 6 de septiembre de 2024
Discográfica: Perseverance Media Group
 
Componentes:
Keith Buckley - Voz
Charlie Bellmore - Guitarra, bajo, teclados
Nick Bellmore - Bajo, batería, percusión

Temas

1. Revelation (4:13)
2. Future Proof (3:30)
3. Mystic Cord (3:01)
4. Third (3:12)
5. Harbinger (2:55)
6. Speechless (3:24)
7. Servant (3:27)
8. Amateurs (3:41)
9. Enough (3:26)
10. The Rainbow (4:22)

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The Light Age (2024), el debut de Many Eyes, no es solo un nuevo capítulo en la carrera de Keith Buckley; es una culminación de todo lo que lo ha llevado hasta este punto. Imagina que estás en 2004, frente a una pila de discos recién lanzados: por un lado, el caótico y vanguardista Miss Machine de The Dillinger Escape Plan, con la voz salvaje de Greg Puciato, y por el otro, el brutal y melódico Hot Damn! de Every Time I Die, donde Buckley ya mostraba su estilo lírico único, fusionando agresión con sátira mordaz. Estás intentando memorizar cada riff, cada verso, preparándote para el show del viernes.

De repente, tu amigo, quien jura tener habilidades de adivinación, suelta una profecía así, a lo loco:

«En unos años, el líder de Every Time I Die será un devoto cristiano, The Dillinger Escape Plan se disolverá, y Puciato no solo tomará el lugar de Buckley en una reencarnación de Every Time I Die, sino que también será el reemplazo de Layne Staley para acompañar a Jerry Cantrell en un nuevo pseudo renacer de Alice in Chains

Aunque el futuro resultó ser mucho más complicado, la realidad supera a esa fantasía. Buckley, tras separarse de su banda de toda la vida, ha buscado reiniciar su trayectoria con un enfoque algo diferente en Many Eyes, y mientras sus antiguos compañeros han canalizado la energía de Every Time I Die en Better Lovers, con Greg Puciato al frente, Buckley explora nuevos territorios con un sonido que combina grunge, rock alternativo de los 90 y una madurez que algun@s no esperábamos.

Sin embargo, The Light Age es una obra que plantea más preguntas que respuestas. A pesar de la presión y la atención mediática, el álbum no logra brillar como much@s quisiéramos. La primera impresión que dejó con sus adelantos fue, en el mejor de los casos, tibia. Aunque se aprecian ecos del pasado en los matices hardcore y la devoción por el rock alternativo, el resultado general se siente poco arriesgado, demasiado seguro. Keith Buckley, que antes era conocido por su presencia caótica y apasionada, aquí parece más contenido, con letras que, aunque siguen siendo ricas en metáforas, carecen del impacto emocional que las caracterizaba.

The Light Age no ha llegado sin un considerable lineup. La banda cuenta con el trabajo de los multiinstrumentistas Nick Bellmore y Charlie Bellmore. Nick, conocido por su labor como productor y propietario de Dexter’s Lab Recording, y Charlie, quien ha trabajado con Corpsegrinder junto a su hermano y Toxic Holocaust, aportaron su experiencia a este proyecto. Sin embargo, Charlie ya no forma parte de la banda, pero su influencia aún es palpable en el sonido del álbum. Por cierto, ambos forman parte de la banda que acompaña a Dee Snider, y se les puede escuchar, por ejemplo, en su álbum de 2018 For the Love of Metal, y en su más reciente Leave a Scar (2021). Esta colaboración fue posible gracias a su amigo común, Jamey Jasta, líder de la leyenda de metal Hatebreed, quien también se encargó de la producción ejecutiva del álbum. The Light Age fue escrito y grabado en unas pocas semanas tanto en Buffalo como en Milford, donde residen los miembros de la banda.

El problema principal de The Light Age es su falta de identidad clara. Mientras que Better Lovers parece una colaboración fluida y natural entre músicos con estilos únicos, Many Eyes sufre de una homogeneidad que apaga cualquier intento de brillar. Desde los riffs hasta las melodías vocales, todo en este disco suena repetitivo y monótono. Aunque Buckley sigue siendo un letrista hábil, aquí su capacidad para conmover y desafiar al oyente se ve diluida por un enfoque más seguro, casi como si estuviera evitando los riesgos que lo definieron en Every Time I Die.

«Revelation», el tema de apertura, es todo menos revelador. En lugar de establecer un tono potente, se siente genérico, como si estuviera atrapado entre el hardcore punk y el metal melódico, sin destacar en ninguno de los dos estilos. Las canciones que le siguen, como «Future Proof», tampoco logran romper con esa aparente mediocridad, ofreciendo un sonido que parece un mix de las grandes bandas de los 90 pero sin la chispa necesaria para destacar. Incluso cuando Buckley alcanza un ápice de su talento en «Mystic Chord», el tercer corte, el impacto emocional es breve y rápidamente olvidado con temas como «Third», que suena más como una balada genérica de Linkin Park en su época más débil.

The Light Age se siente perdido, sin saber realmente qué quiere ser. Los intentos por sonar agresivo y profundo se ven empañados por una producción y composición que suena demasiado pulida, eliminando la crudeza que caracterizaba a Buckley. Su voz, que en otros tiempos era un huracán de emociones sin compasión, aquí está demasiado controlada, casi al borde de lo insípido. Aunque técnicamente correcta, la falta de alma en su interpretación vocal es evidente, como si estuviera en piloto automático.

A pesar de todo esto, hay destellos de lo que Buckley puede ofrecer. «Harbinger», por ejemplo, es un verdadero golpe de energía que nos recuerda su capacidad para mezclar brutalidad con melodía. Pero son solo momentos aislados en un mar de monotonía. «The Rainbow», la balada final, al menos tiene la decencia de no prolongarse demasiado, pero tampoco deja una marca duradera. Además, ese piano al inicio tan a lo «Imagine» de John Lennon

En resumen, The Light Age no es un mal álbum, ojo, pero está muy lejos de lo que se esperaba de un artista del calibre de Keith Buckley. En comparación con la energía explosiva y colaborativa de Better Lovers, este debut de Many Eyes parece más un proyecto que Buckley necesitaba sacar de su sistema antes de encontrar su verdadero camino. Un álbum que, aunque no catastrófico, suena apresurado y, en cierto modo, sin rumbo, tal vez más centrado en competir con sus ex compañeros que en establecer una nueva era para sí mismo. The Light Age se queda en un lugar intermedio, sin lograr captar la atención ni ofrecer algo verdaderamente memorable.

Esperemos que el próximo esfuerzo de Many Eyes sea más claro en su propósito, porque si The Light Age es solo el primer paso, el siguiente debe ser un avance significativo para que Buckley recupere su lugar en la cima de la música alternativa.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 594 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.