Las 5 canciones de Steel Panther que más han impactado a los degenerados de… Science of Noise

Fotografía: David Jackson

«Party All Day» by Xavi Prat

Álbum: Feel The Steel (2009)
Autores: Ralph Michael Saenz, Russell John Parrish, Travis Haley y Darren Leader
Que Steel Panther es al hair metal lo que Top Secret (1984) es al cine, está claro. Grandes actuaciones y dosis a raudales de humor tipo «sex, drugs and rock’n’roll«, el paradigma de los 80 llevado al extremo. Sus pintas, la laca y purpurina… todo de la década ochentera a bombo y platillo, y aunque hay muchas canciones que tienen ese sonido tan característico, quizá este «Party All Day» sea la que más aglutine. Desde los wah-wahs y pedales tan típicos de Bon Jovi, a las melodías facilonas o el estribillo pasado por superglue.

La canción nos habla de como no escuchar los consejos maternos lleva al protagonista a cumplir su sueño. Y es que, tras perseguir a chicas de dudosa reputación (kooky bitches) y sufrir ciertos picores en la entrepierna, nuestro protagonista se da cuenta de que la misión que Dios le ha encomendado es fo… mantener relaciones sexuales durante toda la noche e ir de fiesta durante todo el día. Y si consigue hacerlo siendo la estrella de un grupo musical (Now I’m in a bitchin’ band), cosa que le facilitaría el acercamiento a las féminas, ¿Qué más puede pedir? ¡Vive el sueño!


«Asian Hooker» by Albert Vila

Álbum: Feel The Steel (2009)
Autores: Ralph Michael Saenz, Russell John Parrish, Travis Haley y Darren Leader

«Asian Hooker» es la primera canción que escuché de Steel Panther y, probablemente por ello, sigue siendo la que asocio irremediablemente con esta banda. Y es que solo tienes una oportunidad de exponerte por primera vez a las groserías de este irreverente cuarteto americano, groserías de esas que hacen que te tapes la boca y sueltes ruiditos histéricos, cual ancianita británica tomando el té, cada vez que te sueltan alguna explicidad por primera vez.

En esta ocasión, nuestro rudo y varonil protagonista viaja a Asia dispuesto a mojar el churro con tantas féminas autóctonas de pago como sea posible, aunque esta ambición le acaba acarreando multitud de enfermedades venéreas en forma de souvernir. Machismo barato, misoginia inaceptable y mal gusto con gracia en una canción pegadiza trufada de coros de puño en alto y melodías simplonas de extremo oriente. ¿Qué más quieres?


«It Won’t Suck Itself» by Rubén de Haro

Álbum: Balls Out (2011)
Autores: Ralph Michael Saenz, Russell John Parrish, Travis Haley y Darren Leader

Balls Out (2011) es el tercer álbum (si contamos Hole Patrol, que se publicó en el 2003 cuando todavía eran Metal Skool) de la banda estadounidense de glam/hard rock Steel Panther… y es su mejor álbum hasta la fecha. El álbum recibió en su día críticas bastante positivas y, junto con Feel The Steel (2009), sirvió para que los californianos definieran su sonido. El álbum que le precede contiene algunas de sus temas más clásicos, cierto, pero en algunas de las canciones se les nota demasiado la banda a la que están parodiando (Bon Jovi, Poison, Ratt), aunque, obviamente, esa es la intención. Bueno, mucho me temo que la canción que he escogido para este artículo pega un tufo a Van Halen que tira pa’trás. En Balls Out suenan mejor que cualquier banda de hair metal de los 80, lo que les hizo llegar hasta la cima del Olimpo del Metal. Estos tipos se merecen todo el éxito que han y todavía están experimentando. No obstante, Michael Starr (Ralph Saenz) y Satchel (Russ Parrish), seguramente, sean los mejores vocalista y guitarrista del panorama hard actual… aunque el solo de este tema se lo debemos al mejor guitarrista que jamás haya parido Portugal, Nuno Bettencourt de Extreme.

¿Por qué he escogido “It Won’t Suck Itself”? Porque esta canción no solo entretiene, sino que educa. Steel Panther hace que aprender sea divertido. ¿Que cuál es la lección que subyace? Pues está claro: la Biología, las relaciones interpersonales, la etiqueta y, por encima de todo, los buenos modales. Estos macarras de la laca y del maquillaje logran enmascarar su mensaje educativo tan bien que ni siquiera notarás que está ahí. Incluso podríamos decir que es uno de los temas más serios del álbum. Relata los encuentros con serpientes y escorpiones mordiendo los miembros viriles de los miembros (válgame la redundancia) de la banda all over the world. Afortunadamente para Steel Panther, pudieron encontrar a voluntarias dispuestas a chupar el veneno.

Independientemente de si eres o no fan de Steel Panther, seguro que sí sabrás apreciar su dedicación. Canciones como “It Won’t Suck Itself” muestran y demuestran que sí, que siguen siendo una comedia rockera. Que siguen siendo aquel cuarteto que comenzó a ganar popularidad en el Sunset Strip de Los Angeles durante la década del 2000. A estos chicos les gusta ir directos al grano. En lugar de tratar de bailar inteligentemente alrededor de temas destinados solo para audiencias más o menos maduras y/o adultas, se dedican a escribir canciones como la que aquí nos ocupa sin la necesidad de recurrir a palabras como “boobies” o “dick”, a las drogas o a enfermedades de transmisión sexual.

Gracias a Steel Panther y a su legado en forma de álbumes, estarás mejorando como persona… más aún: como ciudadano. Y qué mejor que mejorar, que enriquecer el alma a base de carcajadas… joder, si hasta reclutaron a Chad Kroeger, de los infumables Nickelback, de la banda que más chistes ha generado en la historia de la música, para interpretar la segunda estrofa de la canción.


«Gloryhole» by Xavi Prat

Álbum: All You Can Eat (2014)
Autores: Ralph Michael Saenz, Russell John Parrish, Travis Haley y Darren Leader

Solo a Steel Panther se les podría ocurrir componer y grabar una canción así. “Gloryhole” nos habla de una práctica sexual, que según cuentan, les divierte mucho. Poco hay que analizar la letra, y si no tiene parental advisory, debería tenerlo, pues palabras y expresiones como “cock”, “blow my load” o “suck” no dejan lugar a la intriga.

El videoclip sigue en la misma linea explícita, aunque esta vez hace falta algo de estómago (o unos gustos muy peculiares) para no torcer el gesto en según qué imágenes.

Musicalmente es todo lo que un grupo del estilo puede ofrecer: caña, melodía a raudales, unos estribillos que se pegan a la mínima y una felicidad y cachondeo que no cesan en ningún momento.

“Gloryhole” es ya un clásico de Steel Panther.


«Turn Out The Lights» by Rubén de Haro

Álbum: Feel The Steel (2009)
Autores: Ralph Michael Saenz, Russell John Parrish, Travis Haley y Darren Leader

¿Cómo hablar y analizar una canción que habla sobre el noble arte de follarse a una fea con una bolsa en la cabeza sin parecer un machista y un misógino de mierda? Fácil: no se puede, y me defenderé diciendo que todo esto lo ha escrito un colega mío con el que estuve de borrachera en el Rainbow de Sunset Boulevard en el año 1988… cuando solo tenía once añitos.

Steel Panther, como ya ha quedado meridianamente claro tras leer las cuatro reseñas anteriores, es una legendaria banda de hair metal muy en la onda de unos Poison en su época de máximo apogeo, y Feel The Steel (2009) es su álbum de debut. Aunque nuestros protagonistas eran unos pipiolos cuando la banda liderada por Bret Michaels se hacía con todas las chatis habidas y por haber en Los Angeles, ellos son unos alumnos aventajados y saben que, para triunfar en esto de la música, hay que hablar de drogas, de rock’n’roll y, sobre todo y por encima de todo, de sexo… a poder ser, en todas sus vertientes habidas y por haber. Todo ese mundillo, la verdad, es que es altamente parodiable y, en ocasiones, al intentar ser graciosos, el resultado puede parecer algo plano y simple. Pero, en ocasiones, toda esa locura, vulgaridad, homenajes y sátira se unen para crear algo que es, cuanto menos, especial. Ciertamente, canciones que hablan sobre jugos vaginales y anales combinados, o sobre tener relaciones sexuales con personas feas y/o gordas, es para una marca especial de degenerados y salidos. “Turn Out The Lights” es pura y exclusivamente eso: un divertido en forma de hard rock (con un solazo, por cierto, de Satchel) que habla sobre las confusiones que, a veces, pueden darse cuando te lo montas con alguien a oscuras. A parte de que la letra pueda resultar ser más o menos divertida, la canción no aporta nada más, y el que quiera ver más allá que escuche alguno de los artistas que Steel Panther menciona en su «Death To All But Metal».

Rubén de Haro
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Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.