Lamb of God – Lamb of God

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 19 de junio de 2020
Discográfica: Nuclear Blast Records
 
Componentes:
Randy Blythe - Voz
Mark Morton - Guitarra
Willie Adler - Guitarra
John Campbell - Bajo
Arturo "Art" Cruz - Batería

Temas

1. Memento Mori (5:48)
2. Checkmate (4:30)
3. Gears (3:55)
4. Reality Bath (4:32)
5. New Colossal Hate (4:30)
6. Resurrection Man (4:59)
7. Poison Dream (4:57)
8. Routes (3:04)
9. Bloodshot Eyes (3:57)
10. On the Hook (4:30)

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Por fin tengo en mis manos el décimo álbum de Lamb of God. Bueno, décimo si contamos como tal, el primero bajo el nombre Burn the Priest (1999). Hoy no voy a enrollarme y explicar toda su vida y milagros. Eso ya lo hice hace dos años en la reseña del disco de versiones, Legion: XX (2018); allí os taladré hasta la saciedad sobre la biografía e historia de la banda.

En estos dos últimos años poco más hay que comentar. Se han consolidado aún más como una súper banda de las más cotizadas, con una eterna gira al lado de Slayer, gira que en Barcelona recayó en el Sant Jordi Club, siendo un bolaco espectacular, junto con dos invitados más de honor como son Obituary y Anthrax. Sí comentar que, por desgracia, ese día no pudimos disfrutar por lesión del magnífico Chris Adler, quien fue sustituido más que dignamente por Art Cruz, el que a la postre se haría con el puesto definitivo tras la marcha definitiva y aprobación del propio Chris. También recalcar que el pasado mes de abril los teníamos en dos fechas en España de la gira State of Unrest Tour, en este caso como headliners, acompañados por los destructores y siempre efectivos Kreator, y Power Trip abriendo la velada. Conciertos que no llegaron a llevarse a cabo, claro está, por culpa del puto Covid-19… pero bueno, están aplazados y pendientes de reubicar para el 2021.

Volviendo al álbum en cuestión, en mi caso había bastante expectación. Sabéis que adoro el groove, y Lamb of God, actualmente son los máximos exponentes del género. No voy a hablar sobre singles ni nada por el estilo; he escuchado uno y gracias. Nunca me ha gustado mucho anticiparme a un álbum y oír los singles. Es como los trailers de las películas: cuantas más ganas tengo de ver una, o saber que iré a verla, me informo lo mínimo e intento ver lo justo que te meten, sin hincharme a información, vaya. Aún sabiendo las ganas que tengo de escuchar este Lamb of God (2020), más teniendo en cuenta que pospusieron el lanzamiento inicial del 8 de mayo al 19 de junio, tengo la sensación de que no será lo que yo espero, o más bien un poco más de lo mismo. A ver qué me depara… Así que después de muchas escuchas me pongo a ello y os hablaré de este trabajo de título homónimo.

Empezamos con el primer tema, de nombre “Memento Mori”. Recuerda que morirás, vaya. Su inicio podría pasar tranquilamente por los Moonspell de la época del Irreligious (1996). Ese punto tenebroso, esa voz susurrando, otros sonidos perturbadores de por medio… Y sacudida brutal. ¡Despierta! Tenemos unos Lamb of God arrolladores, melodías con un patrón marcado a la hora de construir riffs. No se han olvidado del groove ni mucho menos. Aunque lo suyo va más allá que un solo estilo. Randy, sencillamente espectacular, abarcando diferentes registros atronadores. Lamb of God en estado puro, pero a la vez con un poco de evolución, ya iniciada en su penúltimo disco VII: Sturm und Drang (2015). Me encanta el cambio al poco de pasar los cuatro minutos de tema. Cambio poderoso, groovie y thrasher a la vez.

Continuamos con “Checkmate”, ese groove alternado con thrash tan delicioso. Tema dinámico, con unos riffs muy marcados y ágiles. De esas que sin darte cuanta estás cabeceando siguiendo la base rítmica. Aunque quizá no diría que es un tema de relleno, sí que es demasiado estándar. “Gears» sigue la estela de la anterior, aunque con unos estribillos diferentes, de tono chulesco. Y como no, un excelente solo del gran Mark Morton. Tiene un riff, que junto el estribillo comentado, es de esos que enganchan.

Seguimos con “Reality Bath”, con unos toques de bajo iniciales, tiene una base con un punto más alternativa, pero pesada y rabiosa. Sin faltar los felinos chillidos de Blythe, aquí nos hace unos aportes a la voz a lo Anselmo en la canción “Good Friends and a Bottle of Pills” del disco Far Beyond Driven (1994), hablando de forma chulesca, con posterior tralla directa a la yugular. La siguiente, “New Colossal Hate”, es un ejemplo de lo que Lamb of God puede ofrecer, con esos toques modernos, con riffs ágiles y cambios constantes, con partes thrash super afiladas sin olvidar el estilo “panteril” que llevan en la sangre.

Resurrection Man” empieza de manera perturbadora, como si estuvieras en una habitación en tu casa de campo y afuera estuviera lloviendo, y sonando de fondo una caja de música, la típica de la bailarina dando vueltas sobre sí misma… Y nos despierta un “blagh” de asco, a lo más puro metalcore, incluso el guitarreo inicial lo parece, pero nada más lejos de la realidad. Un groove pesado, lento, oscuro y sí, Art Cruz, es un buen alumno de Vinnie Paul.

La siguiente, “Poison Dream”, tiene como invitado estrella el vocalista Jamey Jasta (Hatebreed). El tema es bastante thrasher, con un riff infinito, pero a la vez lo justo que tiene un sonido moderno. A mitad de la canción hay un “enfrentamiento” entre estilos de Randy y Jamey, que para mi gusto lo hubiera repetido más veces; hubiera quedado más dinámico y auténtico. Continuamos con “Routes”, tema galopante, tirando al crossover, aunque con unos estribillos con coros. Es veloz, demoledor y solo tiene un poco de freno en los coros, coros en los que por cierto colabora de Chuck Billy, vocalista de Testament.

Llegamos a la penúltima canción, “Bloodshot Eyes”, de aire mucho más actual, con un riff no diría metalcolero, sino más bien moderno, y con unos cambios en la canción típicos del género. Y terminamos con la destroyer “On the Hook”, otra canción contundente, marca de la casa, con una variación a los tres minutos muy lograda. Y con un Randy rabioso y dolido a la vez.

Realmente, y permitidme las comparaciones, Lamb of God tiene todo lo que quiero. Es una mezcla perfecta de una evolución de Pantera, una versión refinada y pulida de Superjoint Ritual, y aderezado todo con metal moderno, agresivo, rápido, con cambios y con mucha calidad. Y los felinos aportes de Randy Blythe, que es la clave de todo esto.

Lamb of God ha superado mis expectativas. Me he encontrado con otra evolución respecto a su anterior álbum, Sturm und Drang. La esencia Lamb of God está allí pero cada vez aunando y recogiendo diferentes estilos y complementándolos con su base que todos sabemos. Con Wrath (2009), es un trabajo que me encantó, todo brutal, aunque si que es cierto, que seguían con un patrón demasiado marcado, pero el cambio hasta ahora es exquisito. Modern metal, total metal… No importa el estilo. Suenan brutales y son como el vino: mejorando con el paso de los años.

Dídac Olivé
Sobre Dídac Olivé 176 Artículos
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.