Kanya! a Sant Climent: Repaso a la historia del mítico festival

Al igual que hace un tiempo realicé un reportaje sobre el Move Your Fucking Brain recordando las diferentes ediciones, contando anécdotas personales y rememorando momentos mágicos, he decidido hacer lo mismo con otro festival al que le tengo mucho cariño: el Kanya! a Sant Climent. Recordando y buscando los carteles me he dado cuenta que no falté a ninguna edición a excepción de la primera de la que hablaremos más adelante.

La mejor de las noticias posibles fue que en junio de 2018 el festival volvía a renacer tras varios años en silencio. Una edición donde el metal clásico fue el protagonista siendo un éxito de público y de actuaciones demostrando nuevamente el gran nivel que hay aquí. No hizo falta traer grupos internacionales, como en otras ediciones para que el cartel fuese de lo más apetecible y pudimos disfrutar de grupos como Deldrac, ReaktionStreamer, etc. La sorpresa fue que anunciaron otra edición para 2019 pero con grupos de metal extremo. Esta se hará el próximo 12 de enero en la sala American Lake de Gavà, lugar donde se realizó la anterior, un recinto que reúne unas buenas condiciones para este tipo de eventos. Lástima que no sea en el mítico Casal de Cultura de Sant Climent ya que el peregrinaje anual hacia ese lugar era todo un ritual, es lo que tiene la nostalgia.

Al frente y dirigiendo el cotarro siempre ha estado un conocido músico de la escena barcelonesa de nombre Jose Luis. Su instrumento es la batería y ha formado parte de grupos como DeathlessDeath SilenceSetge o Killing Machine, un tributo a Judas Priest. El ha sido el responsable del crecimiento del festival junto a mucha más gente que lo hizo posible antes y hoy en día y es que la pasión y el amor por algo como es la música es lo que nos impulsa a este riesgo que es montar «saraos» así de bestias. Las primeras ediciones fueron humildes pero calaron fondo entre todos y esa fue la clave de su éxito y crecimiento llegando a ser un gran referente dentro del panorama nacional.

Primeros años

La primera edición que recuerdo (gracias a los carteles) es la segunda que se hizo en el año 2005 con la participación de Avulsed, Vidres a la Sang, The Bleeding Sun, Death Silence y Lee. Los de Madrid han actuado en varias ediciones del festival aportando su veterania en lo que a death metal se refiere, Vidres estaban empezando ya que solo tenían su primer disco editado pero ya empezaban a despertar el interés general. The Bleeding Sun fue un proyecto de black metal sinfónico que estuvo muy activo durante los primeros años del 2000 y Death Silence fue un proyecto paralelo con gente de Deathless que no llegó muy lejos pero como he dicho antes militó en sus filas el «jefe» de todo esto. Y vaya, aprovechó esto para poder actuar con sus diferentes grupos y bien que hizo.

Pero la primera edición fue muchos años antes, exactamente en 1994 en el Casal de Cultura de Sant Climent y fue un concierto con cuatro grupos: Purgatory, Line of Fire, Quatreros y Kultura Pal Varrio y de la que no tengo muchos más datos aunque de la página de Facebook del Kanya! he podido conseguir una fotografía de una entrada de ese evento que podéis ver a continuación.

En esta primera edición se puso a prueba el equipamiento del Casal de Cultura pero no tuvo continuidad por alguna serie de problemas económicos siendo algo caótica en general. La cuestión es que tras más de 10 años de ausencia arrancó de nuevo en 2005 y poco a poco fue adquiriendo la categoría de ser una fecha anual que uno esperaba con impaciencia. Más o menos volvió cuando el Move empezaba a dar sus primeros pasos y eso hizo que la escena estatal, y sobre todo la catalana, tuviesen un par de escaparates impresionantes donde poder ofrecer conciertos en las mejores condiciones posibles. Desde aquí quiero dar las gracias a todas las personas que han hecho y hacen posible estos eventos y que muchas veces no se tienen en cuenta lo suficiente.

La consolidación

La tercera edición ya tomó forma de verdadero festival. Vaya, seamos sinceros, meter a cuatro grupos a tocar en un mismo lugar y llamarlo festival es algo que está muy de moda pero bajo mi punto de vista no es correcto. Así que con un total de ocho grupos ya empezó a tener más pinta de festival y si además los grupos eran de la categoría de Baalphegor, Golgotha, Deathless, Moonloop, Moksha, Voice of Hate, Carnaca y Df 16 pues la cosa mejoró y mucho. Me acuerdo hoy en día y casi se me salta una lágrima, vaya pedazo de cartel, ¿no? De lo mejor en cada género y estilo.

La verdad que recuerdo esa tercera edición con mucho cariño ya que fue la primera en la que pudimos darnos cuenta que teníamos ante nosotros algo que en el pasado solo podía estar en nuestros sueños: un festival de verdad hecho con todo el amor del mundo y de gran nivel.

En la cuarta edición participaron un total de nueve grupos contando por primera vez con una formación extranjera, los italianos Horrid, mítica banda de finales de lo 80 de death metal que siguen en activo e incluso sacando buenos discos. Fue toda una sorpresa que nos visitaran grupos de otros países pero eso era el resultado de estar haciendo bien las cosas. Y no hay más que ver el gran elenco de grupos que completaban ese cartel: los también míticos Asgaroth, Human MincerThe Heretic como representantes de fuera de Cataluña, Setge, Kabal, Caustic, Insight y Nythro. Una brutal mezcla de estilos (extremos, eso sí) en los que encontramos death, black, fusion, brutal, etc. Recuerdo que fue un gran éxito.

En la siguiente el número de grupos pasó de nueve a siete pero manteniendo el nivel de calidad y contando esta vez con los ingleses DAM que en esa época practicaban un más que interesante death metal y que nos hicieron disfrutar de lo lindo. Tuvimos buena representación del resto de España con los sevillanos Lightning, los gallegos Fallen Sentinel y los murcianos Demised ofreciendo tres maneras diferentes de ver el death metal. Como representación local estuvieron de nuevo Carnaca, los brutales y oscuros Carrioned y los geniales y algo más oscuros Ered que desplegaron las alas de muerte más negra con su black/death metal. Esa edición estuvo bien pero no me convenció como otras, es un recuerdo que tengo algo difuso y no sabría decir cual fue el motivo pero bueno, ya es positivo recordar algo de esa época, jajaja.

Crecimiento ascendente

A partir de la sexta edición el festival tuvo un crecimiento brutal, tanto en calidad de los grupos como en organización, habiendo mejorado en todos y cada uno de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de montar un sarao de estas características. En esta ocasión repitieron Avulsed ya que fueron pioneros en este festival y era de cajón que volviesen para liarla bien. Como plato fuerte e internacional tuvimos a Necronomicon, grupo alemán de thrash metal que se pegaron un fenomenal concierto. De fuera de tierras catalanas se contó con los madrileños ya nombrados y los valencianos Death Over Threat que practicaban thrash metal. Y de aquí tuvimos a Foscor, Lux Divina, Setge, Unbounded Sadism y Trobar da Morte apostando así por otras vertientes afines al metal extremo. Flipante el cartel de ese año.

Pero donde el crecimiento y la apuesta fue más arriesgada llegó con la siguiente edición, la séptima para ser exactos. Contó con 12 grupos, todos ellos de Cataluña, vamos, un cartel alucinante en el cual te podías encontrar con cualquier estilo habido y por haber reuniendo a un gran número de metalheads ansiosos de pura diversión. Aquí la lista: Foscor, Steelgar, Setge, Carnaca (no veas estos), Ered, Indecadence, Entropia, Between the Frost, Kabal, Ktulu, Moonloop y El Kaso Urkijo. No sé si hoy en día sería posible montar un festival con todos estos nombres ya que muchos han traspasado la etiqueta de underground y muchos otros han desaparecido pero este cartel solo hizo que afirmar que nuestra escena estaba creciendo y de que manera. Pero este crecimiento se hizo junto al festival ya que sin este, posiblemente estos grupos no hubiesen tenido el impulso que les hacia falta.

El fin de una era

Pero como todo en esta vida tiene un principio y un final llegamos a la octava edición del festival. No sé si eramos conscientes que sería la última ya que no se pudo seguir por los cambios en la política de usos del recinto que se había usado desde el principio. En fin, que nos quedará para el recuerdo esa edición que trajo lo mejor de cada casa con mucho thrash, doom, black y algo de death. Trajeron a los míticos Ouija desde Huesca completando un cartel antológico, para el recuerdo con los grupos Körgul the Exterminator, el retorno de Deathless, Redimoni, Decapitated Christ, Helevorn, Noctem, Vivid Remorse, Steelgar y Abrahel. Una reunión de amigos con una cosa en común: el metal extremo.

Otros eventos del Kanya!

El Kanya! era el festival anual pero además funcionaba como promotora durante el resto del año apostando por traer a grupos diferentes y no muy habituales de los circuitos más heterodoxos. Así que fueron montando diferentes conciertos por Barcelona y poblaciones de Catalunya trayendo a grupos como Saturnus, Isole como internacionales y los estatales Dantalion, Wolfencross, Autumnal y un largo etcétera de grupos catalanes. Estos eventos se hicieron en salas como Mephisto, La Rulot, La Capsa o el Rec on Fire. Aquí tenéis los cartels de dichos eventos.

Por toda la historia que tiene el festival y sus múltiples facetas de apoyo a la escena catalana nos llena de orgullo que haya regresado y esperemos que para quedarse muchos años. Y si podemos tener un par de ediciones anuales siendo una de metal más clásico con otra de metal extremo e incluso experimental será una de las mejores noticias para el crecimiento de muchos grupos siendo este un escaparte impresionante. Larga vida al KANYA!!!

Robert Garcia
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Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica... La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.