Hartmann – Hands on the Wheel

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 18 de mayo de 2018
Discográfica: Sonic 11 / Pride & Joy Music
 
Componentes:
Oliver Hartmann - Voz, guitarra
Mario Reck - Guitarra
Armin Donderer - Bajo
Markus Kullmann - Batería

Temas

1. Don't Want Back Down (5:21)
2. Your Best Excuse (4:17)
3. Cold As Stone (5:29)
4. Simple Man (4:37)
5. Last Plane Out (4:39)
6. Soulmates (6:59)
7. The Harder They Come (4:47)
8. Dream World (4:14)
9. I Remember (5:17)
10. Lost In Translation (6:11)
11. The Sky Is Falling (6:17)
12. Heart Of Gold (3:34)

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Supongo que, como todos, conocí a Oliver Hartmann cuando cantaba temas como “Power and Glory” en At Vance, banda power de segunda división (al menos para el que escribe) que hacía versiones tremendas de Abba y de música clásica pero que, con las propias, naufragaba.

Supongo que seguiste la pista de Oliver cuando fue uno de los escogidos para cantar en Avantasia, “The Metal Opera I & II” (2001, 2002) y que, quizá, como yo, te sorprendiste cuando en 2005 lanzó un disco en solitario (yo ni sabía que había dejado At Vance) con un estilo tremendamente diferente a lo que nos tenía acostumbrado, y es que aquél Out In The Cold (2005) era AOR puro y duro, de lo más melódico y bien parido que, por aquél entonces, había escuchado. Aún hoy, más de 10 años después, recuerdo aquél temón, “What If I”.

El tiempo fue pasando, sacó algunos discos más, aunque con más pena que gloria, mientras colaboraba con mil y una bandas, entre las que seguía destacando Avantasia, tanto en estudio como (y principalmente) en directo. Creo que también tendremos que agradecerle al bueno de Sammet que no dejase que un vozarrón y un talento como el de Oliver cayese en el olvido. Eso y el crowdfounding.

Y hoy nos encontramos, aquí, con Hands on the Wheel (2018) recién sacado del horno y un gusto más que bueno. Para empezar diré que lo que nos encontramos es algo más duro que lo esperado, no tan AOR, por así decirlo, y más hard rockero, tanto en el sonido como en las composiciones. Clase, talante y talento al servicio de la buena música.

Arrancamos con el primer single, “Don’t Want Back Down”, que tras unos inicios muy suavecitos, muy a lo que me esperaba, da paso a lo que realmente es, un temazo de rock con un estribillo estratosférico que hará que las salas donde toquen, salten de alegría. “Your Best Excuse” ejemplifica a la perfección esta evolución de la que hablaba. Tema con más energía y adrenalina. Con más buen rollo y mejor ritmo. Otro de los destacados. Rematamos el trío inicial con “Cold As Stone”. Si te gusta el rock, si de verdad te gusta el rock, este tema de va a gustar tanto como a mí. De lo mejorcito del disco. ¡Vaya trío para empezar!

Para seguir ha buscado compañía de la buena (de nuevo, ¿gracias Tobias?) en Eric Martin (Mr. Big, Avantasia). “Simple Man”, segundo sencillo, es un tema bonito y tranquilo, con toques folk y dos voces enormes. Si eres de lagrimilla fácil, este tema podría robarte el corazón. “Last Planet Out” deja el folk y los prados verdes de Irlanda de lado para volver al hard rock más puro. Melodías a raudales, riffs muy marca de la casa y un estribillo a la altura. Y llega el tiempo de bajar mucho las revoluciones con “Soulmates”. Balda o medio tiempo precioso, no sé si dedicada a alguien, pero que a mí me dan ganas de ponérsela a mi hija, que hoy cumple diez meses.

Seguimos para bingo con “The Harder They Come” con un riff muy a lo Led Zeppelin (¿me estoy volviendo loco?) y unos teclados de fondo que le dan un punto muy chulo. Personalmente me gustan los temas algo más rápidos, pero a este, el tempo machacón le viene como anillo al dedo. Una vez acaba suena un punteo que, por un instante, me ha recordado a AC/DC (no es la única vez en el disco), pero sólo un instante, pues “Dream World” nada tiene que ver con los australianos. Es un tema muy chulo, con un estribillo que cantarás y un punteo, el ya mencionado, que no te lo sacarás de la cabeza. Damos paso al bajo y ciertas melodías de guitarra, que con el ritmo acertado de la batería, te adentran en “I Remember” de forma magistral y gradual. No es el tema que más me ha gustado, pero es un buen tema.

“Lost in Transaltion”, además de la película que me hizo enamorar de Scarlett Johansson, es el tema más diferente de todo el disco. No es malo, para nada, es diferente al resto. “The Sky is Falling”, por el contrario, tiene un regusto bluesero que tira p’atrás. Canción con una intro muy delicada, muy íntima, para escucharla con luz tenue, y aunque en ocasiones gana algo de potencia, la tónica es esa: velas que dan poca luz, sábanas de seda y lo que surja, pero suavecito. Y así, sin darnos cuenta, llegamos al final con “Heart Of Gold”, de nuevo con algún ligerísimo toque celta, una guitarra acústica y un regusto a agradecimiento a alguien que te hará caer de culo. Otro medio tiempo/balada precioso. Gran forma de cerrar el disco.

Doce temas muy bien hechos, con mucho gusto y mucha clase que hará las delicias de los amantes del género. Algo más de una hora que demuestra que Oliver Hartmann es un pedazo de músico como la copa de un pino demasiado poco valorado. Hasta la fecha, disco que va a mi top del 2018.

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 382 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.