Crónica y fotos del concierto de Flogging Molly + Bastards on Parade - Sala Razzmatazz 2 (Barcelona), 24 de enero de 2019

Flogging Molly certifican en Barcelona que el punk celta es ya un fenómeno global

Datos del Concierto

Bandas:
Flogging Molly + Bastards on Parade
 
Fecha: 24 de enero de 2019
Lugar: Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: Resurrection Fest
Asistencia aproximada: 800 personas

Fotos

Fotos por Silvia Diez

Impresionante éxito el de Flogging Molly tras diez años de ausencia de los escenarios barceloneses. Se llegó incluso al sold out, con gente que venía de todos puntos de Cataluña, pero también con muchos turistas que estaban de paso en una noche de jueves gélida. Ya con la sala abarrotada pudimos comprobar que el punk celta llega a todos los puntos del mundo: por ejemplo… a Asturias. Sus representantes son Bastards on Parade, llevan 10 años de lucha, cantan en gallego y fueron la banda ideal para abrir el concierto de Flogging Molly. Se notaron sus muchos años de trayectoria y en vez de violín optan por la gaita, decorada con piel de vaca. La gente reaccionó muy bien y temas como “Catro Vellos Marinheiros” o “Nunca Mais” sumaron fans a la causa.

Cuando antes de salir van sonando clásicos del punk rock de toda la vida como The Clash o Rancid uno se va animando… pero es cuando suena el “Baba O’Riley” de The Who cuando te dejan claras las intenciones de que se proponen pasarlo bien por encima de todas las cosas. Se apagan los focos, y poco a poco, con luz tenue, los ocho componentes van tomando lugar mientras la temperatura sube un par de grados. Muchas ganas de fiesta y crowd surfing desde el minuto cero, al ritmo del violín de Bridget Regan y de su marido y líder del combo de Los Angeles, Dave King, mientras atacaban la excelente “(No More) Paddy’s Lament”. Ritmo acelerado y aromas de pub con mandolinas y flautas. El trébol de cuatro hojas tenía su día de suerte y lo pudimos comprobar en la divertida “Hand of John L. Sullivan” mostrándonos su cara más The Pogues y más Dubliners.

Pero la gente se volvió loca especialmente en ese hit llamado “Drunken Lullabyes” con esa inmortal intro de banjo de Bob Schimdt. Vasos medio llenos volando y desparrame por doquier en una sala muy poblada por extranjeros. Dave introdujo las canciones y se mostró cercano y entusiasmado de estar allí. ¡Quién diría que este hombre fue el vocalista de Fastway en los 80! Los bodhran salieron a relucir en “The Likes of You Again” mientras se nos recordó que la instrumental “Swagger” pertenecía a su gran disco Drunken Lullabies. El acordeón dominó muchos temas dando color y festividad a una noche en la que mucha gente iba pasada de frenada. Momento más tierno en la templada y exquisita “The Days We’ve Yet to Meet”, ampliamente coreada.

Las similitudes con Dropkick Murphys son obvias, pero Flogging Molly son más de pub que no de punk. Continuaron con “Requiem for a Dying Song” y “Life in a Tenement Square”. No es fácil sonorizar a una banda con tantos instrumentos y la verdad es que el sonido fue perfecto incluso cuando atacaban los whistles. En muchos momentos me recordaron a los Skyclad cuando tiran de instrumentos acústicos, caso que sucedió en la balada “Float”. Más vasos volando en el mix “The Spoken Wheel” con “Black Friday Rule”, con Dave recordando a su madre en la introducción. “Life Is Good” bajó otra vez las pulsaciones para luego tirar de coros cerveceros y flautas en “Rebels of the Sacred Heart”. Era imposible permanecer quieto ante el arsenal de temas festivos.

Misma onda en “Devil’s Dance Floor” para luego atacar un “Crushed (Hostile Nations) en el que el grupo disfrutó homenajeando a Queen con el “We Will Rock You” y incluyendo un guiño al “Respect” de Aretha Franklin. Les gusta jugar, se lo pasan bien y te lo hacen pasar bien a ti. La hímnica “What’s Left of the Flag” fue muy bienvenida por la gente y volvió a hacer que la gente volviera a convulsionarse y a lanzarse en los crowd surfings. Esa energía la mantuvieron en “The Seven Deadly Sins”. De verdad que la complicidad entre Dave y Bridget es total. Hubo un par de bises y en estos banda y público fue a muerte. El primero “If I Ever Leave this World Alive” que es una forma de agradecimiento al fiel público. Con pocos instrumentos te llegan muy adentro. Pero el cierre final lo puso “Salty Dog” con diversión y decibelios en clave celta. Al igual que Iron Maiden se despiden de la gente con “Always Look on the Bright Side of Life”, y Dave cantó un poco aprovechando que los micros estaban todavía abiertos.

Ya son muchas las bandas de punk celta por lo que el estilo se ha consolidado y expandido por todo el mundo de forma global. En Barcelona grupos como los propios Flogging Molly o Dropkick Murphys ya agotan todo el papel y agrupaciones como The Real McKenzies siguen creciendo cada vez que vienen por estos lares. El trébol de cuatro hojas lució con orgullo las raíces irlandesas. Imprescindible verles en directo y dejarse cautivar por ese caballero, dublinés de nacimiento, llamado Dave King.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.