Entrevista a Sergio Picón, director de Aloud Music y organizador del AMFest: ‘Nuestro público es educado, inquieto, fiel y abierto de orejas’

Éramos muchos los que este año no nos esperábamos ni por asomo una nueva edición del ya imprescindible AMFest, pero fíjate tú por dónde, y en colaboración con la gente de Sala Barcelona, el festival organizado por la discográfica Aloud Music va a poder disfrutarse en el privilegiado enclave del Castell de Montjuïc y con tres días de conciertos de bandas como Obsidian Kingdom, Jardín de la Croix, Viva Belgrado o Ánteros. Aunque es probable que cuando leáis esto ya no queden ni abonos ni entradas individuales a la venta, nosotros hemos querido hablar igualmente con Sergio Picón, máximo responsable de Aloud y una de las cabezas visibles de la organización del AMFest.

¡Hola chicos! Antes que nada, muchas gracias por dedicar algo de vuestro tiempo a contestar estas preguntas para Science of Noise. ¿Cómo va todo y cómo habéis pasado el verano?

Gracias a vosotros. Pues todo va, estamos vivos, sanos y por ahora no hemos sido afectados por el virus ni nosotros ni familiares cercanos. Creo que decir eso ya es una suerte, estando como estamos en una pandemia mundial. El verano ha sido largo, con poquitos conciertos pero a nivel personal y familiar hemos intentado cuidarnos y seguir avanzando dentro de esta movida dónde estamos metidos. Ahora mismo lo único que tenemos claro es que nos tenemos los unos a los otros, y es algo que estamos cuidando al máximo, cuándo una cae allí está el resto para intentar levantarla del suelo. La amistad es un valor a cuidar estos días que buscan extremar nuestra soledad.

Cuando nadie se lo esperaba, hace unas semanas anunciasteis una nueva edición del AMFest, al aire libre, en el Castell de Montjuïc y en colaboración con el Curtcircuit Barcelona. ¿Cuándo y por qué empezásteis a considerar esta posibilidad y este formato y cómo se gestó todo?

Surgió el 15 de agosto en el concierto de Pinpilinpussies y Yawners. Soy el técnico de sonido de ambas bandas y este era mi 2º concierto en el confinamiento. Cuándo vi el lugar creo que vi su potencial (y su bonita energía, no te voy a engañar), e inmediatamente me vino a la cabeza el AMFest. En abril habíamos tirado abajo la opción de hacer la edición normal, que ya estaba cerrada, y de hecho internamente teníamos clarísimo que no haríamos nada este año. Pero surgió en ese momento y se da la circunstancia de que Jorge y Carmen, gestores de Sala Barcelona e impulsoras de la ASACC (Associació de Salas de Concerts de Catalunya) , son viejos conocidos y me sentí con plena confianza de explicarles la idea, casi a bote pronto y sin pensar nada. Luego hubo varios intercambios de emails, y el 26 de agosto, durante el conciertazo de Nueva Vulcano y Aliment allí, creo que ya teníamos claro unos y otros que si seguían programando en el Castell, habría AMFest 2020. Y así ha sido.

A pesar de no contar con bandas internacionales y con un máximo de tres grupos por día, el cartel del AMFest 2020 vuelve a ser magnífico y contiene vuestra esencia al 100a. Hay muchas ganas de ver a Obsidian Kingdom presentar su nuevo trabajo, así como a tres de los baluartes de Aloud Music como son Viva Belgrado, Jardín de la Croix y Ànteros. Más allá de estos grandes nombres que todos conocemos, ¿qué podremos encontrar en esta edición del AMFest, tanto en lo musical como en lo logístico?

Logísticamente será como cualquier producción de Sala Barcelona. Impecables a nivel de sonido, luces y sobretodo a nivel de cuidados y medidas de seguridad con el tema del COVID. Nosotras sólo hemos hecho la programación y estamos ayudando en la producción. A nivel artístico, además de los buques insignia que mencionas, tenemos la opción una vez más de dar visibilidad a proyectos más pequeños que nos encantan y que conforman el tejido real de la música en nuestra ciudad. Linalab, Iou3R, Murina o Gyoza son propuestas estilísticamente muy diversas y todas están presentando temas nuevos. Acabo de grabar a iou3r y seguramente es a quién más ganas tengo de ver en directo, ya que en el AMfest 2018 sólo pude verles unos minutos y ellos son gente muy importante en mi vida. Y luego, aunque no tengamos bandas internacionales, que nos visite Sara Zozaya para presentar sus temas por primera vez en Barcelona lo consideramos un lujo a la altura de cualquier propuesta internacional.

A día de hoy ya lo tenéis prácticamente todo vendido. ¿Cuántos abonos y entradas de día habéis puesto a la venta? ¿Os ha sorprendido la excelente respuesta del público?

Hay 350 localidades a la venta por día. Quedan muy poquitas entradas para el domingo, el resto se agotaron en unas 72h. Nos ha sorprendido y creemos que es una gran llamada de atención a programadores de festivales que, en verano, no han contado con ninguna de estas propuestas para sus programaciones. El pop, los sonidos urbanos, el indie, … copan casi todo y no dejan lugar para grupos como Viva Belgrado, Obsidian Kingdom o Jardín de la Croix que, aun no haciendo música convencional, tienen público dispuesto a pagar por verles y llenar el Castell. Es más, si en vez de 350 entradas hubiéramos puesto a la venta 700, hubiéramos llenado también al ritmo que iba la venta. Por un lado es una pena que festivales de verano no hayan contado con estas bandas, por otro está bien que se aglutinen bajo el paraguas del AMFest porque es lo que nos da identidad y es por eso que la gente responde de manera tan efusiva.

No he asistido a absolutamente todas ellas, pero me atrevería a decir que la del año pasado fue la mejor edición del festival. De hecho, la jornada del sábado (con Deafheaven, Brutus, Bo Ningen y unos cuántos más) me la guardo como uno de los días en los que más he disfrutado en cualquier festival (a pesar de solaparse con multitud de conciertos en toda Barcelona). ¿Estáis de acuerdo con mis afirmaciones? ¿Cuáles son los conciertos que más has disfrutado, personalmente, de todos los AMFests que habéis realizado hasta ahora?

Bueno, cada año tiene sus momentos y sus conciertos inolvidables. Como programador, intento pensar que el mejor año está por llegar y para ello trabajo. Conciertos míticos para mí, pues The Notwist en 2018 estaría en mi top, Lisabö las 2 veces que han venido, las visitas de ASIWYFA, los silencios que hubo con Yndi Halda o Ainara LeGardon que me parecieron sobrecogedores, el adiós de Maybeshewill en 2016, la liada que fue lo de Vessels en el Apolo y quizá a nivel personal, mi pequeño gran triunfo fue la vuelta de 12Twelve el año pasado tras mucho tiempo detrás de ellos.

El año pasado hubo muchos rumores de que vuestra relación con Fabra i Coats estaba tocando a su fin, e incluso dejásteis entrever la posibilidad de que podíamos estar ante la última edición del festival. Al cabo de poco, de todas maneras, anunciasteis las fechas para 2020 en esa misma ubicación. ¿Cómo vivísteis esa edición, cómo fue la relación con el equipamiento y cómo pudísteis solucionarlo? ¿La idea es volver a Fabra i Coats el año que viene (siempre que las circunstancias lo permitan, claro)?

Este es un tema institucional en el que poco podemos hacer. En 2018 cuándo empezamos nuestra relación con Fabra i Coats, se habló en todo momento de un proyecto a 3-4 años vista, y a mitad de 2019 nos encontramos con todo el lío de los vecinos. Construyeron viviendas al lado y se generó un pequeño caos en el que nadie sabía que pasaría. No quiero entrar a valorar cómo se gestiona la fábrica porque de manera voluntaria no estoy metido en estas cosas, siento que me desgastaría mucho si me metiera en política cultural de una ciudad como Barcelona. Al final la situación se desentaponó, hubo una moratoria por parte de los vecinos (que nunca se han quejado, por cierto, están encantados) para 2020 y ahora mismo no sabemos exactamente qué pasará para 2021. Nadie lo sabe.

Si me preguntas a nivel personal, me encantaría seguir en la Fabra muchos años, estamos muy cómodas allí y si nos dejan hacer, hemos demostrado que podemos sacar un rendimiento excelente del sitio, además de que hemos demostrado contar con un público y unos profesionales que lo cuidan como si fuera suyo. El festival allí ha crecido y se adaptado al lugar como un guante. Ahora mismo nos cuesta pensar en el AMFest fuera de la Fabra i Coats, pero el AMFest puede mutar si es necesario y las circunstancias lo obligan.

Dentro de lo que cabe, y a pesar de mover a bastante público, el AMFest es aún un festival bastante «familiar». ¿Creéis que la gente no es consciente de lo que significa organizar un tinglado así con los efectivos con los qué contáis? ¿Cuántas personas estáis metidas en todo el proceso de preparación y organización de este festival?

Nadie sabe lo que genera montar un festival y por otra parte nadie tiene porque saberlo, forma parte de la magia de ir a un festival. «Familiar» es un adjetivo que me gusta, si has notado que el AMfest es diferente a otros es porque lo forman personas, y esas personas se preocupan de que las personas que vienen a disfrutar de la música lo hagan en las mejores condiciones posibles. Somos un grupo variable entre 6 y 12 amiga/os, según el año y las necesidades personales de cada miembro de la asociación, y durante el festival el equipo se amplía hasta 35-40 personas, con la ayuda de voluntarias y voluntarios. Durante el año, Mau Barba y yo estamos inmersos en la programación, hablamos casi a diario de opciones, lanzamos ofertas y celebramos cada contratación como si fueran canastas en el último segundo. Nos mueve una pasión casi absurda. Luego la trasladamos al resto del equipo en cenas que suelen tener al Wok Verdi como protagonista, y alguna vez acaban con chupitos de licor café o cualquier otro líquido del estilo. La mayor parte del equipo trabaja especialmente los últimos 2-3 meses del festival y durante el desarrollo del festival, las 6-12 personas fijas parece que nos multipliquemos y hacemos cada uno muchas más cosas de las que nos tocaría. Nos genera un estrés brutal pero quizá con el tiempo lo vamos sobrellevando y empieza a gustarnos.

Asimismo, creo que el festival ya ha conseguido un público bastante fiel que asistirá sí o sí independientemente del cartel. ¿Lo notáis? ¿Cómo definirías tú el perfil tipo del público del AMFest, si es que lo hay?

Hay un público AMFest, es evidente, y lo definiría como un público educado, inquieto, fiel y abierto de orejas. A mí nunca dejan de sorprenderme, y mira que he trabajado personalmente desde el primer día por tener un público así. Antes que la programación, el lugar dónde se celebra o como suena, el AMFest presume y se siente orgulloso de su público. Y de eso hasta las bandas se dan cuenta.

Empezásteis siendo un festival eminentemente instrumental, pero aunque con los años habéis ampliado vuestro abanico de estilos, la esencia y el espíritu del AMFest se mantienen intactos ¿Qué bandas (realistas) de las que no han pisado aún vuestro escenario tenéis más ganas de traer?

Cada año va cambiando nuestra wish list, también depende mucho de qué discos salen ese año o la época por la que estamos pasando y lo que escuchamos. Me gusta que añadas lo de realista entre paréntesis, ya que hay cosas que quedan totalmente fuera de nuestro alcance. Precisamente por eso te voy a decir que me encantaría traer a The Cure, que tienen un tema llamado «To wish impossible things» y a soñadores, en el equipo AMfest, no nos gana nadie.

Este verano fui a ver a Los Tiki Phantoms y a los Lizards al Castell de Montjuïc y me pareció un sitio excelente para hacer conciertos tanto por su belleza como por tener una localización lejos de potenciales vecinos que puedan molestarse con la gente y el ruido, algo que también se aplicaría en el mundo post-pandemia que espero que, en el ámbito de la música en directo, se parezca bastante a la «vieja normalidad» en lo referente a aforos y a profusión de eventos. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Creéis que sería factible incorporar este recinto en el circuito de recintos para conciertos de la ciudad? ¿Tenéis constancia de negociaciones con el ayuntamiento en este sentido?

Imaginaría un AMFest allí, si tu pregunta va encaminada hacia eso. Desde luego es un sitio fantástico, precioso, creo que ahora es titularidad del ayuntamiento y necesitamos, antes, ahora y en el futuro, lugares para poder hacer música en directo.

Aunque no sea por afectación directa del Covid, dos salas míticas de Barcelona como Rocksound y Monasterio han tenido que cerrar en las últimas semanas. Otras como Razzmatazz, Apolo, Luz de Gas o Bóveda afirman que si la situación no se soluciona en los próximos meses se verán igualmente abocadas a la desaparición. ¿Qué opináis sobre ello y sobre la Barcelona que nos puede quedar cuando todo esto acabe? ¿Qué tipo de medidas véis necesarias para proteger y promover el tejido musical de la ciudad?

La sangría de salas que va a haber es todavía incalculable. Desde hace meses es uno de mis mayores miedos. También creo que todas las salas están gestionadas por gente de mi edad o más, que llevan muchos años en la lucha y entiendo perfectamente que lleguen a un punto que digan: no puedo más. Faltan meses para empezar a saber cómo será el panorama post-pandemia. Da la sensación eterna de que lo peor siempre está por llegar, así que iremos viendo con qué nos encontramos. Quizá lo más importante es llegar a ese momento, es decir, el objetivo ahora mismo es aguantar sin dejar de aprovechar cualquier oportunidad, tanto nosotros para programar como el público de asistir y apoyar los (pocos) conciertos que hayan.

Sobre las medidas necesarias para proteger el tejido musical de la ciudad…. Desde luego cubrir los alquileres de las salas sería algo importante, porque al no poder abrir, el agujero que algunas están creando no parece tener fin. También creo que deberían salir ayudas importantes en el momento de la vuelta, del poder volver a abrir. Facilidades para abrir espacios nuevos, relajación de las licencias y apoyo real por parte de la administración a la música en directo. Tenemos el problema de que a nivel nacional, se ha considerado a los conciertos como algo de 3ª categoría, y han sido los conciertos los que han demostrado la seriedad de nuestra industria. Ha sido un zasca bastante bestia, a mi modo de ver. Se ha demostrado la seriedad del sector, la profesionalidad y las ganas de hacer las cosas bien. A ver si sirve de algo.

No quisiera ser cenizo, pero ¿Crees que existe alguna posibilidad de que el festival no llegue a celebrarse o que se tenga que reducir su aforo hasta el punto de no hacerlo viable? ¿O desde la administración os han asegurado que no se van a tomar medidas a este nivel? ¿Qué tipo de protección tenéis en ese sentido?

Por supuesto que existe la posibilidad de que no se haga. ¡Estamos en una pandemia! Cada día nos están sorprendiendo con medidas nuevas: un día se habla de toque de queda, otro día de confinamiento total, al día siguiente confinar los fines de semana, otro día se cierran los bares y no se puede servir en barra … Alguna nos puede tocar, es evidente. No tenemos ningún tipo de protección ni nos han dicho nada que no veas en las noticias. Vivimos en el día a día, y trabajamos como si el festival se fuera a desarrollar con «normalidad». Si luego no se puede hacer, pues lo moveremos a otra fecha, y sino se puede hacer tampoco, pues nos emplazaremos al AMfest 2021. Y sino, al 2022. Nuestro trabajo aquí ha sido programar unas fechas con buena música e intentar alegrar un poco la vida de mierda que nos toca vivir estos días al máximo de gente posible. Si luego no se puede hacer, lo sentiremos como el que más, pero no depende de nosotras.

Los conciertos a los que he asistido este verano al aire libre (que se limitan, de hecho, al que os he mencionado de Los Tiki Phantoms y al de vuestros amigos de Toundra en el Fòrum) han contado con más medidas de seguridad que casi cualquier cosa que he hecho desde junio. ¿Por qué crees que los conciertos son, entonces, lo primero que se considera prescindible desde las administraciones? ¿A qué crees que se debe el poco valor que se le da a la cultura en este país, dónde se considera poco más que un accesorio prescindible?

La cultura son los libros, el cine y el teatro. Ayer paseaba por mi barrio y había una cola brutal para entrar al Teatreneu. Y joder, es genial! Por eso no entiendo porque las salas de concierto están cerradas. Bueno sí, lo entiendo: los que mandan no tienen una idea clara de lo que pasa allí dentro y de la seriedad del sector. Por eso ha habido que demostrarlo estos meses y creo que les hemos abierto los ojos. La música, históricamente, ha sido considerada en España un divertimento, un acompañamiento a la hora de salir, un extra al que no se le ha dado el valor que tiene. También es normal si miras como se ha usado la música en televisión en las últimas 2 décadas: Operación Triunfo, La Voz, etc… Al final se ha confundido a la gente, yo mismo considero que una parte de la industria musical no es cultura, sino otra cosa.

Luego la música que defendemos y por la que trabajamos es la que se ha visto todos estos meses de #culturasegura. Tengo amigoa/os en Oviedo, Valencia, Euskadi, Barcelona, Madrid … que han luchado por sacar adelante sus propuestas y que lo han hecho todo tan bien, con tanta seriedad, tan profesionales, tan cuidadosas, … que espero que haya servido para dar otra imagen ante aquellas/os que deciden por nuestro futuro.

Entiendo que los nuevos discos de Viva Belgrado, Jardín de la Croix y Ànteros van a tener mucho protagonismo en esta nuev temporada de Aloud Music. ¿Por qué otras bandas y trabajos váis a apostar?

Ahora editaremos el disco de Ànteros, «… y en paz la oscuridad», el próximo 2 de noviembre. Tenemos en mente algunas pequeñas delicatessen de bandas como Pinpilinpussies o Viva Belgrado. Y andamos a la espera de saber si co-editaremos a un par de bandas más. Un poco por no parar la actividad del sello y seguir trabajando por lo que nos gusta.

Ya sé que es difícil hacer previsiones, pero ¿Con qué calendario estáis jugando a la hora de organizar giras y presentaciones de vuestras bandas? Parece más que asumido que el verano que viene tampoco va a haber festivales masivos. ¿Qué perspectivas tenéis y en qué momento crees que las cosas se tornarían verdaderamente críticas (si es que no lo son ya)?

Marzo de 2021 es la clave para mí. Si en ese momento han empezado las vacunaciones en sanitarios y gente vulnerable y tenemos las cosas un poco bajo control, y los test rápidos han evolucionado de manera importante, tendríamos que empezar a trabajar con relativa normalidad. Esa es mi esperanza a la que estoy agarrado hace meses. Nosotros lo primero que haremos será el AMFest 2021 en octubre del año que viene, tenemos alguna gira apalabrada para antes pero está cogida con pinzas. Ojalá se puedan hacer! Mientras, nos centraremos en nuestras bandas nacionales, a tocar todo lo que se pueda, a editar lo que nos dejen y sobretodo, a sobrevivir.

Al principio del confinamiento se decía que la gente había puesto una atención extra en la cultura. ¿Cómo os ha afectado todo el tema Covid a vosotros a nivel de discográfica? ¿Habéis notado diferencias en las tendencias de compra?

Bueno, las ventas de «Bellavista» (Viva Belgrado) y de «Letargo» (Jardín de la Croix) fueron realmente extraordinarias. «Fuerza 3» de Pinpilinpussies también ha funcionado muy bien. La tienda no ha dejado de funcionar en ningún momento. Nos hemos sentido muy cuidados y queridos en todo momento. No sé si la gente, en general, ha puesto una atención extra en la cultura, pero que estamos cuidando lo que queremos, eso lo tengo claro.

¿Qué crees que situación significará de cara a la forma en que funciona la indústria discográfica y musical? ¿Crees que habrá aspectos que ya no vuelvan a ser iguales en mucho tiempo? En un mundo en el que las bandas obtienen la mayor parte de sus ingresos de las giras y la venta de merchandising, ¿qué tipo de reinvenciones serían necesarias para que el modelo «siguiera» siendo sostenible? ¿Cómo crees que todo esto os afectará a vosotros en particular y a las bandas en vuestro roster?

Me pides mucho, creo 🙂 Sin los conciertos se pierde una pata gigante a todos los niveles. Entiendo que las bandas hacen música, sobretodo, para tocar en directo. Yo soy un adicto a los conciertos y las giras. Allá suceden cosas que son difíciles de pensar en otros campos de la vida. Surgen historias, anécdotas, momentos que son flipantes, para las bandas y para el público. Sin eso, la motivación a la hora de hacer música entiendo que es menor. Me resisto a pensar que se hace música sólo para ser escuchada, para ser conocido… ¿de qué sirve eso? Lo guay es tocar esa música para la gente, esa comunidad que se da tanto en los grandes eventos como en las salas pequeñas. Sin eso, perdemos buena parte de la razón por la que estamos aquí. Para las bandas, desde luego, es un mordisco muy heavy a nivel de ingresos y de motivación. No sé como nos afectará, sobretodo porque decíamos antes, no hay fechas en el horizonte para la vuelta. No sé …

Y a nivel de sociedad, ¿qué cambios permanentes crees que van a darse? Se decía que de aquí saldríamos mejores como sociedad, pero yo no lo veo del todo claro, y más bien me da la sensación que nos seguimos polarizando más y más. ¿Qué opinas tú?

«Si todo no empeora, nada puede mejorar. No se llega a la paz absoluta sin tastar el verdadero caos» dicen iou3r en una de sus letras. Creo que nos quedan cosas muy chungas por ver, quizá cercano al caos de verdad. Lo que surja de ahí es una incógnita. Yo sueño con una sociedad despierta, en alerta constante, que no pase una a sus políticos, que exija al mismo nivel que nos han exigido a nosotras y que nos siguen exigiendo día tras día. Soy demasiado soñador, lo sé, seguro que mis amigos del podcast Can’t Play Kanter dirían que es porque leía a Paulo Coelho de joven. Puede ser.

Bueno, pues esto es todo. Muchísimas gracias de nuevo por vuestro tiempo y mucha suerte con esta nueva edición del AMFest. ¡Nos vemos en Montjuïc!

A vosotros siempre, no perdáis las ganas por escribir, que luego pasa como a la gente de Keep an Open Mind, que los echamos de menos!

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Sobre Albert Vila 951 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.