Crónica y fotos del Musik n' Viu - Parc Torres Villà (Granollers), 28 de junio de 2019

El punk rock invade el centro de Granollers gracias a Crim y al Musik N Viu

Datos del Concierto

Musik n' Viu

Bandas:
Crim + Zapato y Cordón + Aldarull
 
Fecha: 28 de junio de 2019
Lugar: Parc Torres Villà (Granollers)
Promotora: Jovent Republicà / Ajuntament de Granollers
Asistencia aproximada: 800 personas

Fotos

Fotos por Irene Kilmister

Después de mucho tiempo celebrándose completamente en el Parc Firal, un gran espacio prácticamente habilitado al efecto y situado en las afueras de Granollers, este año alguien ha tenido la gran idea de llevar parte del festival anual Musik N Viu al Parc Torras Villà, un espacio verde y muy popular entre grandes y pequeños emplazado en pleno centro de la ciudad. De esta manera, la capital vallesana, en su proceso de puesta de pilas a nivel rockero que está llevando a cabo últimamente (algo de lo que os alegramos no sabéis cuánto) pudo vivir por fin el ambiente de un gran concierto de rock en el centro con total naturalidad y sin obligarnos a desplazarnos en masa a la otra punta de la ciudad.

Este festival, totalmente arraigado en el calendario veraniego de Granollers, cuenta cada año con cuatro jornadas, repartidas en dos fines de semana no consecutivos y organizadas, cada una de ellas, por uno o varios colectivos de la ciudad. En el caso que nos ocupa fueron los chicos y chicas del Jovent Republicà, las juventudes de ERC (antiguamente llamados JERC), los encargados de llevar adelante este concierto inaugural que, a la postre, fue el único de los cuatro al que pude asistir. Así como otros colectivos apuestan por estilos musicales muy distintos (el Musik N Viu suele tener bastante rock, pero no es estrictamente un festival de rock), hoy la apuesta fue por cuatro bandas muy distintas que, eso sí, con un hilo conductor combativo común.

El punk rock de los tarragonenses Crim iba a ser el gran protagonista del día, pero además podríamos disfrutar (algunos) del rap de Zapato y Cordón, de las versiones alegres y festivas de Aldarull (que tuvieron un éxito considerable) y de la presencia secundaria (tanto, que no estaban ni tan siquiera en el cartel del evento) de los locales RedLed, ganadores del concurso [És]Música que tuvo lugar hace unas semanas. Un cartel quizás demasiado ecléctico que provocó algun que otro altibajo de intensidad y de atención por parte del público, pero a la hora de la verdad de esto es de lo que trata este festival: de ofrecer el máximo de estilos posibles dentro de la música alternativa para poder satisfacer las múltiples inquietudes del público vallesano.

Este viernes 28 de junio, como pudistéis comprobar todos los que vivís en cualquier rincón de por aquí, hizo un calor que flipas. Por la noche ya no era el insportable infierno en la tierra que vivimos en Granollers a media tarde, claro, pero aún bordeábamos unos insanos 30 grados. Eso no impidió en absoluto que la gente se movilizara, y aunque quizás en algún momento, y conociendo la capacidad de convocatoria de Crim, esperé incluso algo más de gente, lo cierto es que el ambiente que se vivió en el parque fue en todo momento activo, divertido y bullicioso sin llegar a ser nunca agobiante, y eso se tradució en una noche muy festiva y con sabor a Festa Major, algo que a los granollerenses nos gusta, y mucho.

Por obligaciones varias no me fue posible ver la actuación de RedLed, y cuando llegué, ya de noche, a medio concierto de Aldarull, me encontré un ambiente ya considerable y una buena cantidad de gente muy joven dándolo todo ante el escenario. La banda barcelonesa, formada por ocho componentes encargados de voces, guitarra, bajo, batería, bongos, teclados y una serie de vientos que iban desde trompetas a trombones y grallas, demostró ser capaz de llevar las riendas de la fiesta sin demasiados problemas. Sonaron muy bien, la verdad (aunque hubo algun debate sobre la distorsión de la guitarra), y sus versiones de clásicos tanto catalanes como internacionales llevados a su terreno (a caballo del ska, el punk y el folk) puso el parque patas arriba desde el primer al último minuto de su actuación.

Una vez Aldarull se despidieron entre aplausos, tuvimos que esperar un buen rato hasta que el cuarteto con nombre de dúo Zapato y Cordón empezara con su actuación. Lo cierto es que no me fijé porque estaba ocupado socializándome y haciendo periódicas visitas a la barra, pero cuando me por fin me di cuenta vi que ya llevaban como media hora larga de retraso que acabó desgraciando el resto del festival. No seré yo quién les niegue las habilidades a este colectivo formado por tres cantantes y un tío tras los samplers (tampoco tengo criterio para juzgar nada relacionado con este estilo, la verdad), pero lo que me parece claro es que cortaron un poco el rollo festivo que habían generado Aldarull y, entre una cosa y la otra, generaron bien pocos aplausos, algo que resultó incómodo tanto para nosotros como para ellos. Tiendo a pensar que habría sido mejor idea intercambiar el orden de actuación de ambas bandas, pero seguro que los responsables de la barra, absolutamente a petar durante el concierto de los raperos, no pensarán lo mismo.

Con más y más camisetas de Crim entre el público, por fin llegamos a la hora de que el gran reclamo de la noche se subiera al escenario del Parc. Desgraciadamente, el retraso acumulado antes de la actuación de Zapato y Cordón supuso que el show de los cabezas de cartel tuviera que ser recortado de forma drástica desde la hora y media que tenían previsto tocar hasta el poco más de una hora que acabaron haciéndolo. Aunque ellos avisaron en varias ocasiones, a la mayor parte del público no pareció importarle demasiado esta reducción, o almenos se vieron y se escucharon más sonrisas que quejas.

Ya he hablado mil veces de lo sorprendente que puede parecer el fenómeno Crim, así que no voy a hacerlo ahora de nuevo. El hecho es que el cuarteto de Tarragona arrasa y llena allá donde va a pesar de tener viernes y sábados ocupados semana tras semana. Su punk rock melódico, rasposo, repondón y pegadizo es capaz de enganchar tanto a los punkies como a los seguidores de la música en catalán e, incluso, por algun motivo que sería interesante analizar, se las apañan para tener gran aceptación entre la metalada. Está claro que una vez escuchados con detenimiento, pocos peros se le pueden poner a esta banda: son honestos, trabajadores y cercanos. Además, dan bolazos y son una máquina de hacer hits, así que ¿Qué más se puede pedir?

Al no haber podido probar correctamente, los primeros minutos de su concierto fueron algo dubitativos a nivel de sonido, pero enseguida empezaron a sonar todo lo cristalinos (si bien un poco bajos por culpa de las limitaciones de volumen impuestas por el ayuntamiento) que nos tienen acostumbrados. Lo etílico del momento y lo corto del show me dieron la sensación de que estábamos ante una versión un poco precipitada de la banda, pero como siempre, canciones (ya himnos, más bien) como «Benvingut Enemic», «La Puta Copa del Rei», «Verí Caducat» o «Hivern Etern» levantaron los ánimos de todo el mundo: muchos las cantaron con una sonrisa en los labios, mientras que los que aún no los conocían asentían satisfactoriamente ante las habilidades de Adri, Quim, Javi y Marc.

Entre pogos, sonrisas, cervezas, sudor y brazos en alto llegamos a la recta final del concierto, y para acabar se reservaron dos de sus grandes himnos. El tema que da título a su nuevo disco, «Para Nostre que Esteu a l’Infern» tiene toda la pinta de convertirse en un clásico incontestable de la banda, mientras que «Castells de Sorra» ya hace tiempo que lo es. La gente acabó con ganas de más, claro, pero pasadas ya las dos y cuarenta llegó el momento de apagar los amplis y empezar a recoger todo el tinglado, cosa que se encargaron de recordarnos los servicios de seguridad del parque tan punto se abrieron las luces, impidiendo que la fiesta se alargara demasiado.

Por cierto, supongo que huelga decirlo porque es la tónica en el mundillo rockero, pero la noche transcurrió sin ningún tipo de incidente ni acción vandálica, las ambulancias no tuvieron ningun tipo de trabajo y las chicas del Punt G, encargado de dar apoyo y soporte a víctimas de actuaciones machistas y abusivas en este tipo de ambientes festivos, se fueron sin tener que asistir a nadie. Todos nosotros ya sabemos que esto es lo normal, por supuesto, pero creo que es muy positivo que se programe un concierto de punk rock en pleno centro de la ciudad y todo el mundo se dé cuenta de que somos un colectivo cívico, educado, respetuoso y maduro. Ya os digo yo que si el concierto hubiera sido de según qué otros estilos más en boga, no habría ocurrido ni mucho menos lo mismo.

Así pues, la primera jornada de la edición de este año del Musik N Viu, a pesar de algun pequeño pero, se saldó con un éxito notable de público, de música y de sonido. Ahora nos quedan tres jornadas por delante, siendo la del día siguiente la más interesante de ellas gracias a las actuaciones de bandas como Goliat, Psychotropic Swamp o Ljubliana & The Seawolf en el mismo Parc Torres Villà. Entre los conciertos habituales en el Dràstik Punkaires (de los cuáles algun día os hablaremos), los saraos que se empiezan a montar cada vez más a menudo en la Nau B1 (que por cierto, para el día 30 de noviembre ya se ha anunciado la presencia de Crisix) y este tipo de eventos ocasionales de mayor tamaño, Granollers está empezando a sacudirse los complejos y a intentar ser alguien dentro del circuito rockero catalán. Y nosotros estamos encantados con ello.

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Sobre Albert Vila 952 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.