Brutality Will Prevail – Misery Sequence

El metal que practica este quinteto galés está claramente influenciado por el hardcore más lento y depresivo. Brutality Will Prevail son, efectivamente, lentos, gruesos y, como dirían los más listos de la clase, son también muy sludge. Y bajo toda esa coraza, oscura y asfixiante, bajo esa apisonadora sonora, la banda tiene tiempo para regalarnos fragmentos más melódicos y unos estribillos que ponen la guinda a un Misery Sequence (2019) que suena a mil demonios.

El sexto lanzamiento de la banda es una mezcla de doom, metal y hardcore, estilo por el que son bien conocidos y con el que han alcanzado un nuevo límite -claramente reconocible- tras años de duro trabajo. La banda experimenta con nuevos sonidos -en todos los ámbitos- mientras mantiene la esencia de una fórmula que ya les dio muy buenos frutos en el pasado, gracias a trabajos tan notables como Scatter the Ashes (2012) o su más reciente In Dark Places (2017). Tras dos años, la banda sale del bosque y su nueva obra suena mortal. Misery Sequence se refleja en el pasado, pero es el presente y seguramente el futuro de la banda, y es (estoy casi seguro de ello) su mejor registro hasta la fecha. Pesados y obsesivos, así suenan Brutality Will Prevail en el año 2019.

La verdad es que llevo un rato pensando en una frase para iniciar la disección de este trabajo, y se me ha ocurrido la siguiente. Misery Sequence es exactamente la banda sonora que sonaría en tu coche cuando llevas a pasajeros ajenos a toda esta movida. Como muy tarde, después de dos minutos, cualquiera de esos pasajeros te empezará a gritar que quites esa mierda, signo inequívoco de que estamos ante un muy buen trabajo. Pero bueno, este Fiat Punto es mío, y éste, mi estéreo.

Pero no solo vas a meter a gente de bien en tu coche. Hay por ahí personas que entienden de música, más allá del mainstream, que seguro no le harán ascos a este Misery Sequence. Desde el principio, la opener y canción principal, «Misery Sequencce», ya nos deja claro hacia dónde has de dirigir tu automóvil. Tras un minuto inicial de gracia, el vocalista Louis Gauthier da muestras de su brutal estilo metalcore. Su voz, por momentos, se me suena a una mezcla entre la voz y el estilo de Tim Lambesis de As I Lay Dying y la de Matthias, vocalista de los belgas Nasty. Pero es que el resto de miembros no se quedan atrás, ofreciéndonos todo un festival de melodías hardcore, metal y doom, dando como resultado una mezcla que roza peligrosamente la maldad. Gran parte de las canciones evolucionan a partir de este primer tema, por lo que los cambios entre melodía y partes más duras suelen ser fluidos. Incluso “Breathless” -el tema más pausado y en el que colabora Toni Coe-Brooker, gerente de programación y producción de The Green Door Store, icónico local de la música indie de Brighton- es una buena canción debido a la profundidad de las guitarras que retumban de fondo. Hacer hincapié en más canciones, de manera individual, es difícil, porque el álbum recuerda un poco a un trabajo conceptual. Pero, aún así, lo intentaré.

En general, estamos ante un feroz viaje. Misery Sequence emana un encanto morboso del que te será difícil escapar. Esencia hardcore, que actúa a modo de sólida base para cada una de las nueve canciones, como «Sense of Doubt», que es el ejemplo perfecto de dónde hay que ir a buscar las raíces de Brutality Will Prevail. Y a esa base hardcore, la banda le agrega algo de metal. Pero luego está un tema como «Twisting the Knife», que es una canción instrumental como en cámara lenta; es algo así como un interludio que yo quizá hubiera colocado un poco más adelante, y no en la posición número tres. Sea como fuere, ese ritmo tan pausado le agrega mucho doom a todo el conjunto.

Missery Sequence contiene muy buen material, y volviendo a cada una de las nueve canciones, es el poder y su autenticidad sin límites los que le dan al oyente 32 minutos de buena y agresiva música.

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.