Black Void Cult – Dysphoria

Desde que me enteré de la existencia de Concreto Records, no he dejado de sorprenderme por sus fichajes. La disquera mexicana está más que dispuesta en firmar a la crema y nata del metal en el país y, en esta ocasión, no es para menos, pues Black Void Cult debuta con su Dysphoria. Dysphoria (disforia en español) es una palabra que proviene del griego δύσφορος (dysphoros), de δυσ-, difícil, y φέρω, llevar. Por lo que podemos decir que se trata de un sentimiento incómodo, difícil de cargar; una ansiedad desagradable y molesta o un estado de tristeza deplorable y depresivo. Cual sea la definición que se le quiera dar a la palabra, dejen les digo que le va bien al trabajo que se ha grabado dentro de éste cd.

La banda surge en el corazón del país: en la Ciudad de México. Dan muestra de una ejecución perfecta con su black metal atmosférico con bastantes toques de melódico durante 42:25 minutos que han sido repartidos en siete canciones, siendo la cuarta una pieza totalmente instrumental. Aquí la cosa es interesante, pues el álbum fue lanzado el pasado 18 de julio en formato digital y han apostado a Concreto Records para lanzarlo en formato físico. El pasado 22 de febrero fue anunciado por la misma banda en Facebook y tres días después la disquera lo puso entre sus filas.

La idea de Black Void Cult originalmente fue pensado para ser un proyecto de uno de uno solo, de lo que se conoce como one – man band siendo Nihblökk el único integrante encargándose de prácticamente todo, pero conforme fue avanzando la idea, se invitó a Fernando León  en la guitarra líder y los arreglos orquestales y a Moctte Zumma para las voces. La batería en este trabajo se encuentra programada. Aunque la batería sea electrónica, esto no le resta valor a la ejecución en su conjunto, pues han logrado darle tanto realismo que parece que hay alguien detrás de los tambores destrozando el kit.

Otra mención que vale la pena señalar es el título de las canciones que hacen buen juego con el nombre de la banda. Black void cult traducido al español quiere decir culto al vacío oscuro. En palabras del propio Nihblök:

‘Dysphoria es un disco conceptual que, a grandes rasgos, habla del dolor y de la sensaciones o fases por las que pasamos la gran mayoría de personas a lo largo de nuestra vida. Ya sea que, por ejemplo, nos damos cuenta de que ya tenemos 30 o 40 años y no hemos logrado nada como en ‘‘Torschlusspanik’’ o al darnos cuenta de que tenemos un mundo ideal en la cabeza, el cual, al compararlo con el mundo real, nos damos cuenta de que no es igual, no es como lo imaginábamos, tal es el caso de ‘’Weltschmerz’’. Lo que se quiere transmitir es la decadencia y el dolor del ser humano en distintas etapas de la vida.’

Y es que los nombres que dan vida a cada canción han sido tomados de varios idiomas y son diferentes maneras de expresar ese sentimiento de melancolía y decepción. Muchas de ellas no poseen una traducción concreta al español o al inglés, yo me empeñé en buscar sus significados para que se entienda de qué venimos hablando. Dicho lo anterior, vámonos desmenuzando el disco.

La primera pieza es una amalgama sonora de grueso calibre que penetra y se apodera de tus oídos al instante. Perdón, pero yo no me pude zafar de ésta canción de 07:44 minutos. ‘’Lítost’’ (palabra checa de difícil traducción que puede significar nostalgia) comienza con el sonido del rio corriendo mientras una solitaria guitarra arpegia. Una canción que se encuentra cargada de una atmósfera oscura y repleta de orquestación de sublime belleza. Las voces derrochan agonía, dándole al clavo para lo que buscan proyectar como banda. Hasta el minuto 05:06 es pura atmósfera con tiempos medianamente rápidos. Después tenemos un piano y una guitarra acústica haciendo arpegios para acompañar unos coros de estilo gregorianos y hasta el 06:38 tenemos un desenfreno total con un solo plagado de efectos, totalmente genial. Un buen inicio para Dysphoria pues deja al oyente deseando más.

‘’L´appel du Vide’’, expresión francesa que quiere decir llamado al vacío, una sensación extraña que experimenta una persona por querer experimentar una emoción fuerte. Es un tema velos y con un estilo que nos recuerda a ese black metal primigenio y oscuro. Los ritmos de las guitarras distorsionadas le dan una fuerza tremenda al tema y las voces de Moctte Zumma son totalmente grotescas y malignas, algo que va de maravilla. Un solo de guitarra destroza cabezas y otro de piano que causa extrañeza por sus disonantes notas. Black Void Cult, deben de tocar este corte en directo.

En el siglo XIX el escritor alemán, Jean Paul, acuñó el término Weltschmerz para señalar el sentimiento que genera una persona al darse cuenta que la realidad nunca es o será como la imaginamos. Y es el nombre que lleva el tercer tema. Melódico, conciso y con color, un color oscuro muy opaco; sin embargo, no deseas que sea de otra forma. Las voces son geniales y los riffs que sueltan las guitarras encantan como si se tratara del flautista de Hamelin que busca hipnotizarte. Tiene un feeling que es difícil de no dejarse conquistar y es que se encuentra todo tan bien jugado, tan acoplado con precisión, que la canción se pasa como el agua de lo tanto que se disfruta. ‘’Toscka’’ llega justo a la mitad del álbum y es una pieza hermosa. Piano, chelo, violín. Durante poco más de dos minutos nos llevan a un corte que inspira, que hace pensar en varias cosas. Puede que nada en concreto, pero no puedes saltarte ésta pequeña pieza instrumental. A lo que pude saber, toscka es una palabra rusa de difícil traducción que, según Vladimir Nabokov, es una especie de dolor espiritual sin una causa aparente.

            En la segunda mitad iniciamos con una fuerza destructiva con ‘Torschlusspanik’’, ese temor a no alcanzar o lograr tus metas. Vaya que los alemanes tienen cada palabra interesante. Los riffs son abrumadores. El trabajo orquestal, de voces y coros encaja a la perfección. Cada nota que se desprende durante el solo de guitarra está pensado y medido. Es un tema machacón que te deja de buenas a la primera. Con ‘’Avenoir’’ nos acercamos al final. Aquí la guitarra hace un trabajo estupendo dándole un toque especial que no se había escuchado hasta ahora. Junto al chelo, el violín y los teclados, nos llevan a un viaje de nostalgia, pues resulta que la palabra avenoir describe ese deseo de volver al pasado tan añorado por la mayoría de las personas. La guitarra llora en cada nota que lanza. Fernando León es un maldito genio con las seis cuerdas.

Cerramos con ‘’Kenopsia’’, palabra proveniente del griego que quiere decir ‘sensación de vacío’. Nombre perfecto para el último tema del debut de la banda mexicana. Iniciamos con un piano tocado a un estilo que recuerda a Beethoven. Rompemos con un requinto y la guitarra rítmica haciendo de las suyas. La voz de Moctte es tenebrosa, dejando sentir ese ´vacío’ en cada gutural. El uso de coros estilo gregorianos fue una gran apuesta. Justo a media canción tenemos un puente que nos da un respiro después de tanto salvajismo y en vez de regresar con la misma intensidad, han optado por darnos una parte instrumental asombrosa con el piano; la batería, y quiero decirlo, es programada, pero de que la lograron hacer sonar bien, lo lograron. El bajo entra con honores y seguimos con un tiempo calmado para un verso y una guitarra requinteando con un solo discreto y bien hecho. El final de la canción es genial. Los instrumentos salen en fade out dejando al piano solitario hacer lo suyo hasta que suena el último de sus acordes y se desvanece. Simplemente asombroso.

Si gustas del black metal atmosférico, no puedes dejar pasar la oportunidad de escuchar a Black Void Cult. Simplemente no tiene sentido que no lo hagas. Dejo a continuación el link del canal de Musicografia donde pueden ver la entrevista completa a Nihblök y a Fernando León. 

Israel Merc