Asistimos al estreno de S&M2: el reencuentro de Metallica con la San Francisco Symphony

20 años después de que Metallica y la San Francisco Symphony se conocieran para grabar un álbum que ha sentado cátedra dentro del mundo del rock, S&M (1999), la banda vuelve a dejarse seducir por la música clásica para grabar este S&M2 (2019). Mientras que el concierto original podría decirse que fue una cosa coqueta, más o menos íntima, para unas 3.500 personas, este concierto quintuplica esa cantidad.

El evento inaugural del nuevo Chase Center, pabellón situado en el barrio de Mission Bay de San Francisco, California. El edificio es la nueva flamante sede de los Golden State Warriors de la NBA pero, casualidades de la vida, el pasado 6 de septiembre de 2019, James Hetfield, Kirk Hammett, Lars Ulrich y Robert Trujillo tomaron la delantera a Stephen Curry & Co. y fueron los encargados de inaugurar el recinto.

Grabado entre el 6 y el 8 de septiembre, S&M2 se estrenó en los cines de todo el mundo solo por una noche. Metallica y la San Francisco Symphony demostraron nuevamente lo que pueden hacer cuando juntan sus fuerzas. Un concierto, rememorando su primera e inolvidable cita del año 1999, en el que el heavy metal y la música clásica se dan la mano entre otras cosas porque la banda, lejos de arriesgar, escogió canciones que funcionaban bien con cuerdas, vientos y demás instrumentos sinfónicos. Vale, de acuerdo. También tocaron grandes éxitos («One», «Wherever I May Roam») y temas más profundos («All Within My Hands», «The Unforgiven III»), pero el resto bien podrían haber sido temas escritos para la ocasión.

No todos los fans de la banda pudieron asistir al concierto en San Francisco porque las entradas se agotaron en cuestión de pocos minutos. Pero, afortunadamente para todos sus fans, que se cuentan por millones, los conciertos se proyectaron en la gran pantalla sola la noche del pasado miércoles, 9 de octubre. La película está dirigida por Wayne Isham -cineasta estadounidense que ha dirigido videos musicales de artistas tan populares como Bon Jovi, Kiss o Avenged Sevenfold-, el mismo que ya dirigiera el S&M original 20 años atrás, Metallica: Live Shit – Binge & Purge, San Diego en 1993, Metallica: Cunning Stunts en 1998 en su día, y las más recientes Metallica: Orgullo, Pasión y Gloria. Tres Noches en la Ciudad de México (2009) y Metallica: Quebec Magnetic (2012). Isham también es la persona que hay detrás de Slayer: The Repentless Killogy (2019), que se estrenará el próximo 6 de noviembre en las salas de medio planeta. S&M2 fue transmitida en 96 países y en 3.698 cines.

Pues en uno de estos cines, en el Arenas de Barcelona, me cité poco antes de las 20:00 (hora a la que daba inicio la proyección) con mi buen amigo Ricard Altadill, capo, entre otros del MetalCatFest, y uno de los principales artífices de todo este embolao. Es de agradecer que, entre las 12 salas con las que cuenta el recinto, la gente del Grup Balaña tuviera a bien dejarnos la sala dos vacía para poder deleitar nuestros paladares con tan magno evento.

Antes de comenzar la acción, hay una breve sección documental que detalla cómo surgió el primer espectáculo. Luego, la banda habla sobre All Within My Hands, la Fundación que tiene como objetivo ayudar y enriquecer las vidas de los miembros de las comunidades que han apoyado a la banda durante años, así como alentar la participación de fans y amigos. Tras ello, Lars explica cómo surgió la segunda idea de hacer este nuevo S&M.

Y unos 15 minutos más tarde, empieza el espectáculo. Metallica abre el set, tal y como ya hicieran en 1999, con «The Call of Ktulu» (si comparáis ambas, seguro que os quedaréis con la versión de hace 20 años), continuando con «For Whom the Bell Tolls» (mi canción preferida de la banda y de las peores en esta ocasión), «The Day That Never Comes» y «Moth Into Flame».

«Welcome to this wonderful adventure.»

El primer momento álgido de la velada llega con la soberbia interpretación de «The Memory Remains», de la cual destaco ese final, con el público cantando a capela emulando a Marianne Faithfull, con la sección de cuerda de fondo, mientras los cuatro miembros de la banda, cual Michael Kamens de antaño, les dirigen con sus manos.

Durante gran parte del que, podríamos llamar, segundo acto, la actuación pierde fuelle, y la banda solo consigue levantar el vuelo hacia el final, con la interpretación de «Wherever I May Roam», la mejor, en mi opinión, «One», que nos deja el bochornoso momento durante el cual Ulrich pretende enseñar a uno de los percusionistas de la orquesta (considerada, por muchos, como la mejor del mundo) como emular ráfagas de disparos a través de las baquetas, «Master of Puppets», «Nothing Else Matters» y «Enter Sandman». Cuando da comienzo la segunda parte, sale a escena el veterano Michael Tilson Thomas, quien sustituye a Edwin Outwater al frente de la orquesta. Es entonces cuando llega uno de mis momentos preferidos. Alexander Vasilyevich Mosolov fue un compositor ruso durante la temprana era soviética, que se hizo célebre gracias a sus primeras sonatas para piano futuristas, episodios orquestales y música vocal. El compositor estudió en el Conservatorio de Moscú y alcanzó su mayor fama en la Unión Soviética y en todo el mundo por su composición de 1926, «Iron Foundry», un excelente ejemplo de la música futurista soviética. Pues bien, tras una breve introducción a cargo del propio Tilson Thomas, la orquesta nos ofrece un soberbio homenaje al héroe ruso y, por aquello de dotar al pieza de un pco más de futurismo, los cuatro miembros (sí, los cuatro) de la banda hacen un más que digno acompañamiento.

A modo de inciso, una anotación sobre los dos conductores del espectáculo. Edwin Outwater (48) Vs. Michael Tilson Thomas (75). Dos directores para un único propósito. Mientras que el primero aporta un tipo de dinámica cuando suenan las piezas más rockeras, el segundo, el maestro, se encarga de poner sobre el tapete algunas piezas diferentes, alentando a los fans y ayudándoles a ubicar ese cruce de caminos en el que se superponen los mundos sinfónico y del rock.

Acto seguido llega otro de los momentos más comentados del espectáculo. Y me refiero a la actuación en solitario de James Hetfield interpretando «The Unforgiven lll». Para ser sinceros, lo primero que a uno se le pasa por la cabeza al ver ahí al bueno de Hetfield solo, sin el abrigo de sus compañeros de banda y sin poder esconderse detrás de su guitarra (eso es, porque «en solitario» significa eso exactamente, sin nada ni nadie), es que se le ve un poco desubicado. Bueno eso, y también cuantísimo ha envejecido el tipo en los últimos tres o cuatro años; ¿soy yo el único que lo ha notado? La actuación, lejos de ser memorable -que no lo es- por momentos incluso roza el esperpento. Pero bueno, lo único positivo de estar en la misma banda que Lars Ulrich es que, por muy mal que tú lo hagas, siempre estará él para hacerlo peor.

Tras un pequeño set acústico para interpretar «All Within My Hands» llega el que, para mí, es el momento más destacable del show. Scott Pingel, contrabajista de la San Francisco Symphony, deja su huella en el concierto con su asombrosa interpretación «(Anesthesia) Pulling Teeth» en homenaje a Cliff Burton, bajista original de Metallica. Hacia la mitad de su actuación, Lars Ulrich sale a escena para acompañarle hasta el final de la pieza. Antes de eso, recuerdo que James dice: «Tal vez estamos tomando demasiados riesgos al hacer esto». Pero, aún así, parece que valió la pena. Es de agradecer que, después de 40 años en este negocio, la banda todavía siga atreviéndose a hacer cosas nuevas.

Setlist:

Set I
The Ecstasy of Gold
The Call of Ktulu
For Whom the Bell Tolls
The Day That Never Comes
The Memory Remains
Confusion
Moth Into Flame
The Outlaw Torn
No Leaf Clover
Halo on Fire

Set II
Scythian Suite, Op. 20, Second Movement
Iron Foundry (Alexander Mosolov cover)
The Unforgiven III
All Within My Hands (acoustic)
(Anesthesia) Pulling Teeth
Wherever I May Roam
One
Master of Puppets
Nothing Else Matters
Enter Sandman

Justo después de la proyección de la película, y tal y como la gente de MetallitariuM Local Chapter #351 y del Grup Balaña ya se habían encargado de difundir por redes y demás, la cover band local Seek ‘Em All, compuesta por un cada vez más recuperado de su lesión Miquel Roura (aka James Hetfield), Xavi Garriga (aka Kirk Hammett), Edu Seoane (aka Cliff Burton > Jason Newsted > Robert Trujillo) y Marc Prim (aka Lars Ulrich), tomó el centro de la planta baja del centro comercial para deleitarnos con un post concierto que, a la postre, fue incluso más entretenido que el bolo que acabábamos de presenciar en pantallote gigante. Sonido espectacular (sobre todo el que provenía desde las cuatro cuerdas) que amenizó los aún sedientos paladares del público, nostrat y selecto, que acudimos a verles. Fue curioso ver cómo la poca gente -totalmente ajena al evento- que todavía pululaba por allí dentro se quedaba sorprendida con lo que allí estaba sucediendo.

A lo largo del set, que duró una media hora, el también allí presente Sergi Batalla, boss del MetallitariuM, se dedicó a repartir merch entre el público; a un tipo, gordo y sudoroso, le cayó una extra small de chica. Algunas caras conocidas se dejaron ver por allí, Gerard Rigau y Josh, vocalista y lesionado (cuida’t, nano!) batería respectivamente de Blaze Out, que no pararon de bromear con la banda en ningún momento. «Whiskey in the jar!!!»… qué cabrones… jajajaja.

Setlist Seek ‘Em All:

Master of Puppets
Ride the Lightning
For Whom the Bell Tolls
Sad but True
Fuel
Seek & Destroy

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 529 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.