Crónica y fotos del concierto de Angoixa + Cremosity - Sala Breakout (Barcelona), 16 de febrero de 2018

Angoixa y Cremosity reivindican la escena death metal catalana aplastando la Sala Breakout de Sabadell

Datos del Concierto

Bandas:
Angoixa + Cremosity
 
Fecha: 16 de febrero de 2018
Lugar: Sala Breakout (Barcelona)
Promotora: Death Metal Catalunya
Asistencia aproximada: 45 personas

Fotos

Fotos por Sergi Vila

Nuestra Previa

La previa de Science of Noise: ANGOIXA + CREMOSITY

Este viernes en la sala Breakout de Sabadell tendremos la oportunidad de inmersarnos en el death metal old school que se hace en Catalunya de la mano de dos bandas feroces y contundentes como son Angoixa y Cremosity. Los primeros

No me digáis que no es maravilloso asistir casi por casualidad a un concierto de un par de bandas locales y prácticamente desconocidas y salir de allí con la cabeza hecha trizas y la sensación de haber sido vapuleado sin piedad. Ir a ver a una banda constrastada y corear todos sus temas puño en alto junto a otros cientos de compañeros de batalla es una sensación excelente, claro, pero presentarte en un bar junto a unas pocas decenas de personas y acabar impresionado por algo que aún no tenías del todo descubierto es una experiencia que, en mi opinión, no tiene igual. Me pasó hace un par de meses cuando vi a Arcanus en Granollers y me ha vuelto a pasar hoy en la otra capital vallesana. Y no solo con una banda, sino con dos. Angoixa demostraron unas tablas, una contundencia escénica y una capacidad de conexión con el público que me pillaron bien por sorpresa, mientras que Cremosity aunaron temazos brutales y sorprendentemente pegadizos con una habilidad técnica y una precisión instrumental absolutamente impresionante.

Tampoco os creais, lo confieso, que a priori conociera demasiado a ambas bandas, ya que mi principal razón por estar esta noche aquí, no me escondo por ello, es que nuestro compañero y amigo, Robert Garcia, estaba encima del escenario a los mandos de Angoixa. Pero ojo, que el hecho de que tenga un innegable aprecio por Robert y por sus compañeros de tablas no hace que mi impresión, reflejada en estas líneas, intente ser lo más ecuánime posible. Y mi impresión es que, con toda la objetividad del mundo, esta noche pudimos presenciar en la Sala Breakout un auténtico bolazo, sin nada que envidiar a casi nadie, de dos bandas que exploran con éxito dos facetas muy distintas del fascinante mundo del death metal.

Los dos trabajos discográficos que los barceloneses Angoixa han publicado hasta ahora no le hacen para nada justicia al directo de la banda, mucho más contundente y con mucha más personalidad de lo que se puede albirar allí, cosa que supongo que se reflejará más fielmente en el que va a ser su segundo disco, a grabar antes de verano. Robert, además de ser un valioso colaborador de Science of Noise y de pegar berridos, soltar riffacos y poner caras de loco encima del escenario, también es el responsable de la página de Facebook Death Metal Catalunya. Eso hace que sea uno de los mayores conocedores de la escena extrema catalana, y por ello no tuvo muchas dudas en hacerse acompañar en esta velada de hoy por la joya prácticamente desconocida que es Cremosity, unas auténticas bestias del directo. Al contrario que ocurría con Angoixa, el único disco de esta banda le hace total justicia: suenan matemáticamente iguales en directo que en estudio: rematadamente bien.

Cremosity

De buenas a primeras uno podría pensar que las faldas de la montaña de Montserrat no son el sitio más apropiado para incubar una banda de brutal death metal. Pero esta icónica sierra catalana no solo tiene su vertiente pía y sagrada, sino que también tiene un lado oscuro, misterioso y paranormal. Cremosity provienen precisamente de unos cuantos pueblos situados en el flanco sur de esta montaña, así que no tuvieron que venir desde muy lejos para volar la cabeza a la cuarentena larga de personas ávidas de death metal que se desperdigaban por la sala sin perder ojo de lo que ocurría sobre el escenario.

Cremosity arrancaron su concierto a la 21:00 exactamente, media hora más tarde de lo previsto, y esta proverbial tardanza fue lo que me permitió verlos enteros, ya que llegué a la sala segundos antes de que empezaran. Durante los 45 minutos que duró su actuación demostraron ser una máquina engrasadísima y llena de confianza, desgranando tema a tema la práctica totalidad de su magnífico disco de debut, llamado Witness of Human Brutality y publicado en 2016. Lo suyo es un brutal death metal ultra técnico que se apoya en la gran habilidad instrumental de todos sus componentes, siendo algo especialmente impresionante en el caso de su batería y de su guitarra solista Jonathan Muñozcorrales, cuyos dedos volaron arriba y abajo del mástil para ejecutar solos imposibles, tappings abracadabrantes y vibratos histéricos de inspiración kerrykinguera.

Después de empezar por todo lo alto con dos de los mejores cortes de su disco como son «Machines Against Flesh» y «Alpha Mental State», un pequeño contratiempo técnico en forma de rotura de cuerda paró en seco el ritmo del concierto y les obligó a improvisar unos funks para pasar el rato. Aunque, como es lógico y normal, este hecho les contrarió un poco, la verdad es que tardaron bien pocos segundos en volver a pillar el ritmo y continuar destripando los intestinos de todos aquellos que nos los mirábamos agarrándonos la mandíbula para que no se nos cayera al suelo. Entre bromas farloperas constantes y peticiones del público a que metieran un poquito más de caña y que tocaran alguna rápida de una vez por todas, atacaron unos pocos temas más (incluido «Call to Violation», que no está en el disco y que, curiosamente, recibió una respuesta realmente excelente del público) para acabar bajándose del escenario entre sonrisas, aplausos y expresiones de admiración.

Un bandón, chicos. Si os gusta del death metal técnico que aúne caña, melodía e, incluso, una improbable dosis de infecciosidad, haced el favor de pegar un orejazo a Cremosity.

Setlist Cremosity:

A Beast Needs to be Fed
Machines Against Flesh
Opressor
The Border of Fourteen Cycles
Alpha Mental State
Tune Tortured
Guillotine
Concilium Cadaverosum
Call to Violation
The Seventh King
Human Fat Ointment

Angoixa

Si Cremosity se inspiraban sobretodo en el death metal más técnico procedente del otro lado del Atlántico, Angoixa tienen la vista fija en lo que ocurría en el norte de Europa a principios de los noventa para agarrar su principal fuente de inspiración: los primeros Entombed, Dismember, Cemetery, Grave y toda esa tropa. Death metal old school grave, contundente, sucio y baboso. Una propuesta muy distinta a lo que habíamos podido disfrutar hacía solo unos minutos, pero igualmente brutal e intensa. De buenas a primeras uno podría pensar que Angoixa no son tan técnicos como Cremosity, y de hecho no lo son, pero a la que engrasaron su máquina tras un par de canciones sonaron como una auténtica apisonadora, granítica y densa cual rodillo de plomo ávido de aplastar a todo lo que se le ponga por delante. Como por arte de magia, la gente dio un par de pasos hacia el escenario y, sin excepción, empezaron a mover el cuello sin poder remediarlo, creando una conexión y una sinergia entre los de arriba y los de abajo que ya no se rompió hasta la photo finish final.

Animados por los jetos desquiciados y los movimientos espasmódicos de Robert, Angoixa convencieron a todos con un set trabajado y muy sólido que alternó canciones de sus dos publicaciones hasta el momento, como la bailonga «La Foscor del Bosc» o la celebradísima «Angoixa» (pogo incluido) que da nombre a la banda con temas que van a formar parte de su próximo disco («Esclaus de la Por» o «L’Ombra de la Dalla», por ejemplo), un trabajo que tendría que estar listo para después de verano y en el que los barceloneses intentarán reflejar tan fielmente como puedan el rodillo que son a día de hoy encima de un escenario. Los ruidos atmosféricos que rellenaron el espacio entre temas acabaron de redondear un concierto compactísimo donde la banda demostró tablas y presencia escénica y el público disfrutó muy genuinamente.

Mención especial para un sonido prácticamente perfecto, algo poco habitual en una sala de este tamaño. La única pega que le pude encontrar es que alguno de los punteos más agudos no acababan de sobresalir por encima de la masa de gravedad. Pero incluso eso acabó por subsanarse hacia la recta final, donde el trío formado por la sombría «Malsons», la potente «Llàgrimes Negres» y la final y deseada «El Foc» acabaron de poner patas arriba la Sala Breakout para cerrar cincuenta minutillos largos de concierto que acabaron con una merecida ovación y con muestras de amor mútuas y apasionadas entre banda, público, fotógrafos y reporteros. Qué bonito que es el underground, oye. 🙂

Después de acabar el concierto se podía escuchar a la gente comentar cosas que, vistas desde fuera, pueden paracer burradas «estos Cremosity no tienen nada que envidiar a Suffocation» o «dudo que Nile y Terrorizer el domingo den un concierto mejor que éste». Pero para los que estuvimos ahí, y para los que acostumbramos a ver a tan y tan buenas bandas que tenemos en nuestra escena y que se mueven por debajo del radar de la mayoría, creedme que este tipo de afirmaciones no nos parecen para nada tan descabelladas. La noche fue casi perfecta (quizás unas pocas personas más no hubieran estado mal, aunque tampoco creo que hubiera mala entrada del todo), y el único borrón fue el mal trago final que le supuso a la gente de la sala que una estantería entera de botellas se les desprendiera de la pared tras la barra como por arte de magia, causando un estropicio bastante considerable. Que no sea que no estuviera familiarizada con tal brutalidad deathmetalera.

Setlist Angoixa:

L’Ànima Perduda
El Furgador de Taüts
Esclaus de la Por
La Foscor del Bosc
Camins sense Destí
Angoixa
L’Ombra de la Dalla
El Mort Vivent
Un Món Podrit
Malsons
Llàgrimes Negres
El Foc

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Sobre Albert Vila 951 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.