5 momentos en que confundes a una estrella del rock con un señor que pasaba por allí según… Jordi Tàrrega

Nos puede pasar a todos… La ilusión del concierto, el consumo de cervezas, la larga espera cuando mueren las luces para poder charlar con tu héroe-heroína, hacerte una foto con él/ella o que te firme los discos (yo confieso que me encanta que me firmen los discos), pero… ¿y si quien crees que es un músico famoso no es quien realmente quien crees que es? ¿Y si al tipo con el que te haces la foto no es más que un pelacañas y te equivocas? A veces sucede, a todos nos puede pasar, pero os aseguro que en mis muchos años de conciertos a un servidor le ha pasado muchas, muchísimas veces. Desconocidos, con ilusión en sus caras, se han confundido y me han traído varios discos a firmar o me han pedido amablemente fotos con ellos. Con el tiempo he aprendido que es más rápido y fácil sonreír, hacerte una foto, no decir gran cosa y largarte del sitio. Todo lo que sea dar explicaciones empeora la situación…

Estoy seguro que entre vosotros habrá muchos de que os habéis acercado a que os firmara un mindundi cualquiera con pintas de tocar en el grupo, u os han pedido autógrafos despistados fans cazaselfies. Así, a bote pronto, os hago una breve lista de tíos con los que me han llegado a confundir: Kai Hansen (muchas veces), bajista de Saxon (en Wacken), cantante de Ramus (que es moreno, joven y guapo), Biff Byford (sin comentarios), David Mustaine (en Wacken), bajista de Freak Kitchen (dos personas el mismo día), cantante de Inglorious (creo que tendré que bajar peso), bajista de The Hellacopters (que está muerto), Jeff Loomis, cantante de Atlas, cantante de Angelus Apatrida (siempre en el Leyendas), guitarra de Blind Guardian, miembro de Edguy

1. “Eres el Sevilla y deberías estar tocando en el escenario”

Un buen amigo, que prefiere permanecer en el anonimato (ex baterista de Kiss of Death), hace unos cuantos lustros pesaba algo más y siempre ha tenido un amor especial por la banda de Mollet Mojinos Escocíos. No se perdía un concierto de ellos, y sus negras barbas y pelo largo sí que eran semejantes al gran Sevilla, uno de esos frontmans definitivos que enamoran (más cuando habla que cuando canta). A medio concierto de los Mojinos (y con el Sevilla cantando ese momento), se le acercaron a mi amigo unos fans del grupo, ebrios, y se quedaron alucinados de ver “al Sevilla” en las gradas de cháchara con la gente. “¿Eh, Sevilla, no deberías estar en el escenario tocando?” Eso le recriminaron. Mi amigo respondió: “Yo no soy, el Sevilla está en el escenario tocando con los Mojinos, ¿no lo veis?”. La respuesta fue espectacular: “Sevilla tío, eres un cachondo, eres un crack”, brindaron con él y se fueron felices de estar con su ídolo a ver un concierto en el que cantaba… ¡El Sevilla!

2. Rubén Pérez es… Tobias Sammet

Sucedió hace muchos años cuando los Edguy aún tenían acné en la cara y eran teloneros de los teloneros. A todos nos había enamorado Vain Glory Opera así que era obligado asistir al concierto pues un tal Tobias Sammet prometía de lo lindo. Al salir, nos encontramos con la estrella en ciernes, simpático, cercano y cariñoso. Pronto se fueron acercando las hordas de fans con los discos y las cámaras en la mano, ávidos de estar con su ídolo. Al estar allí hablando en inglés con Sammet creó algo de confusión entre la muchedumbre que nos miraba inquisitivamente. Tobias era reconocible, yo me alejé a tiempo, pero… mi amigo Rubén Pérez se quedó allí entre la gente sonriendo. Sammet había desaparecido entre un mar de manos con carátulas de CD y flashes. Cuando un inconsciente valiente le acercó a mi amigo Rubén Pérez me sorprendió su reacción… Le quitó el rotulador a Tobias Sammet a la vez que le decía en perfecto castellano: “trae pacá chaval” y empezó a firmar discos de Edguy bajo el golpeteo de los flashes. Realmente mirabas la situación y parecía que Rubén Pérez estuviera más metido en Edguy que Tobias Sammet. Soy coleccionista de discos y sé que hay varios Vain Glory Opera en los que pone Rubén Pérez… ¡los pago bien!

3. Lo siento, si yo fuera el guitarra de The Hellacopters ahora usted estaría hablando con un zombi

He tenido encuentros raros, pero este es el que se lleva la palma. Sucedió en el Azkena 2017. Tocaban por segundo año consecutivo los The Hellacopters en Mendizabala sólo que esta vez había fallecido Robert Dahlqvist, su rubio guitarrista, concretamente el 1 de febrero de aquel mismo año. Una semana antes tuvo lugar un concierto muy especial en el que se le hizo un homenaje. Al parecer, tengo una retirada al llorado guitarrista, y sucedió que un ebrio individuo fue a por mi pensando que yo era Robert Dahlqvist. Fue realmente complicado todo pues tenía tarea doble: 1) decirle que yo no era Robert, y 2) comunicarle que Robert había muerto. El tío era todo un personaje y mostró más entusiasmo por mi cerveza que por el fallecimiento del guitarra de The Hellacopters. Más o menos la cosa marchó así -y en inglés-.

Señor: ¡Hola, tú eres el de los Hellacopters!
Yo: No, te equivocas.
Señor: ¡Cómo me voy a equivocar si tengo discos vuestros! ¿Me dejas un trago de cerveza?
No: No. ¿De dónde eres?
Señor: De Islandia
Yo: ¡¿De Islandia?! Segurísimo… de ¿Husavík o de Akureyri?
Señor: Mmmmmm… ¿me das un trago de cerveza?
Yo: ¡Imposible, esta cerveza es propiedad de los Hellacopters!

4. Hansi Kürsch de Blind Guardian, el fotógrafo

A veces suceden cosas impensables cuando hablas con tus ídolos. Sucedió en el pasado concierto de Blind Guardian en el Razzmatazz de Barcelona. Esperé cerveza en mano a que saliera Hansi Kürsh y tuve la suerte de que la marabunta había desaparecido y estábamos los dos solos en medio de la calle Pamplona. Empecé a preguntarle cosas y estuvo simpático y abierto contestando a todo. Entonces vino corriendo hacia nosotros una chica con el móvil en la mano. Nos pidió si se podía hacer una foto y Hansi le dijo que sí cortésmente. Pues la chica le da la cámara a Hansi (¿!), me da un abrazo y posa para la foto. Nos quedamos flipando los dos y ella se fue feliz, tal como vino. En ese punto yo miré a Hansi y preferí no decir nada, me fui de allí. Hansi Kürsh hace bien las fotos.

5. Yo no soy Kai Hansen… Kai Hansen es este señor que se está muriendo de risa con vosotros

Muchas veces pecamos de tener una idea platónica de las ideas y elevamos los ideales y a nuestros héroes anclándonos a una imagen de ellos de juventud. Siempre me han dicho que me parezco a Kai Hansen y él es curiosamente la razón por la cual me metí de lleno en el heavy metal. Tocaban Gamma Ray en el Apolo y Kai salió con una cazadora verde del ejército alemán, ¡la misma que vestía yo aquella noche! Esto ya os da pista de por donde van los tiros… Al salir coincidí con el siempre simpático Kai Hansen. Vino una pareja de catalanes armados de bolígrafos y carátulas y DELANTE DE KAI HANSEN, me dieron todo para que se lo firmara a la vez que decían que me admiraban desde que estaba en Helloween. En perfecto catalán les comuniqué que yo no era y que Kai era el tipo de al lado que se estaba carcajeando hasta caer casi. Nos miraron a los dos en un silencio tenso y volvieron a ofrecerme sus discos diciéndome que yo era Kai Hansen y que el señor que reía no podía ser Kai Hansen, a lo que respondí “no os extraña que Kai Hansen os hable en perfecto catalán?”. Cuando se convencieron me giré y Hansen había desaparecido para contarle la historia a Henjo y al resto de la banda. Posiblemente en esta curiosa situación me gradué Cum Laude en impostura, y sin quererlo. Todavía Hansen se acuerda y se ríe de ese genial momento, ¡del que guardo fotos!

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1367 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.