Resurrection Fest (I). Warm Up Party

Por fin a llegado el día más esperado por los amantes de la música extrema. Comienza el Resurrection Fest y allí están nuestro compañeros Ramiro y Davide para contarnos todo lo que allí ocurra.

La primera jornada del Resurrection Fest transcurrió en un ambiente de calentamiento de motores, con la gente aún llegando al festival. Había ganas de caña y las bandas que actuaron en el escenario Ritual se encargaron de dar al personal lo que quería. Una de las novedades de este año, fue precisamente el traslado de los conciertos del Chaos Stage al Ritual, lo que sin duda fue un gran acierto al proporcionar una mayor espacio y comodidad.

Llegamos en plena actuación delos asturianos Teksuo. Nu metal y voces que alternan melodía y desgarro. Los seguidores de este grupo arroparon y ovacionaron a esta gente que no decepcionó en lo más mínimo.

Les siguieron los británicos (de Brighton, para ser más precisos) The Qemists. El metal y la música electrónica hermanan bien si quien plantea ese cóctel explosivo sabe tratar los ingredientes. El recinto del Resu fue una tea con las proclamas y fogonazos de los ingleses. Fiesta hasta el final, todo el público saltando y hasta hubo su momento para levantar el puño «por el amor y la revolución«.

Pero no se acabaron ahí los momentos revolucionarios, ya que los siguientes en ocupar el escenario fueron Riot Propaganda, inmersos en su gira de despedida. La banda resultado de la fusión entre Los Chikos del  Maíz y Habeas Corpus arrojó verso rapeado sobre la hierba aderezado con el sonido hardcore que siempre caracterizó a los Habeas. Los guitarrazos y el trabajo frenético del scratch hicieron una emotiva concesión al punk en la muy vitoreada versión de Eskorbuto «Mucha policía, poca diversión«. No faltaron las puyitas a los metaleros más clásicos, con referencias a Scorpions, incluso se despidieron con un sarcástico «still loving you, Viveiro«.

Jello  Biafra es Jello Biafra con o sin Dead Kennedys. Toda la concurrencia pogueó con las notas de Holliday in Cambodia. Cómo definir su espectáculo. Pues energía y autenticidad. El portavoz de los indignados de San Francisco sacó a pasear su carisma. Y a partir de ahí, a disfrutar.

Ministry suministró el chute de metal a los más heavies, que no quieren incursiones raperas ni experimentos más allá de los territorios del trash y el metal industrial. Con su flamante nuevo álbum AmeriKKKant, bajo el brazo, Minisitry no perdió oportunidad de mantener en Viveiro el ambiente revolucionario y antifascista. El metal industrial americano existe y está en buena forma cuando se trata de Ministry, así que siempre vale la pena apostar por la presencia de bandas así y es que la experiencia de la banda de más de tres décadas sobre los escenarios la convierten en un valor seguro.

Y el broche lo puso la superbanda de rap metal Powerflo. Si sumas Iron Maiden, Cypress Hill y Black Sabbath, ¿qué sale? O lo que es lo mismo,  si juntamos  a Billy Graziadei de Biohazard a las guitarras, a Sen Dog  de Cypress Hill a las voces, a Christian Olde Wolbers de Biohazard al bajo, junto con la guitarra de Roy Lozano de Downset y la poderosa batería de Fernando Schaefer   de Worst a esta peña de Los Angeles les salió Powerflo. Suenan muy a Cypress Hill con guitarras. Su álbum debut homónimo, fue una de las grandes sorpresas del 2017 con una potencia que saben trasladar perfectamente a los escenarios. Muy recomendables para quien guste del metal clásico y el rap.

Sin más, damos por finalizada la crónica correspondiente a Warm up party, dispuestos a disfrutar del segundo día del festival, ya con todos los escenarios  -funcionando.

Ramiro Vidal Alvariño